jueves, 27 de septiembre de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 45.


 - Sam.
 - Mmm... -contestó revolviéndose en su asiento.
 - Saaam, hemos llegado. ¡Despierta!
 - ¡¿YA?!
 - Sí, ¿no has escuchado el aviso de los cinturones? Venga, abróchatelo.
Había viajado miles de veces en avión, pero no sabía si era por los nervios o por qué, pero aquellos pocos minutos que tarda el avión en aterrizar se me hicieron casi tan eternos como el vuelo.
 - ¿Y ahora? -me preguntó Sam ya con las maletas en la mano.
 - Ahora solo te queda rezar para que Harry no esté con otra o no quiera volver conmigo, y pueda dormir en su habitación y tú a solas con Louis.
 - ¿Qué pasaría si llegas tarde? ¿Eh?
 - Pues que dormiría entre Louis y tú. -contesté sacándole la lengua.
 - No, ¿eh? ¡Me niego!
 - ¡Pues reza!
Escuché como empezaba a hablar en un tono casi inteligible mirando al cielo.
 - ¿Qué haces? -pregunté riendo.
 - ¡Rezar!
Las dos estallamos en carcajadas y nos acercamos a la acera para parar un taxi.
Nada más subirnos, Sam le entregó al taxista la dirección del hotel donde se hospedaban los chicos y comprendí que mi suerte ya estaba hechada.
 - Sam...
 - ¿Qué?
 - ¿Y si Harry no quiere saber nada de mí igual que hice yo todo este tiempo?
 - ¿En serio crees que ha cambiado de parecer en un par de días? No seas tonta.
Sonreí ante aquella respuesta, pero no pude tranquilizarme y a medida que nos acercábamos al hotel, mis nervios aumentaban considerablemente.
 - Bien, aquí es. -dijo el taxista interrumpiendo mis pensamientos.
Una vez entradas en el hotel, solo nos quedaba convencer al encargado de que nos dejara subir a la habitación sin avisarlos, lo cual resultó una tarea bastante complicada para Samantha.
 - ¡Pero que le estoy diciendo que no soy ninguna fan!
 - ¿Y como puede confirmarme eso? -insistía el encargado.
Mientras los escuchaba discutir, se me ocurrió la brillante idea de llamar a mi tío para que hablara con alguien que estuviera en el hotel con los chicos, y así fue, en menos de 5 minutos uno de los guardaespaldas de los chicos se acercó al encargado y éste nos dejó pasar.
El guardaespaldas nos acompañó hasta la planta de los chicos y nos comunicó que estaban los 5 en una habitación reunidos, pero que podíamos entrar sin ningún problema.
 - ¿Y ahora? -preguntó Sam frente a la puerta.
 - Ahora entrarás como si yo no estuviera aquí, los saludarás a todos y le dirás a Harry que el encargado te pidió que le dijeras que bajara a recepción.
Esa era mi idea, que Harry no tuviera tiempo a reaccionar ni a pensar si quería verme o no. No quería imaginarme que se negara a salir y tuviera que volver a casa sin verlo.
Sam se acercó a mí y me abrazó antes de entrar.
 - Suerte. -susurró.


NARRA HARRY.
Llevábamos toda la tarde en aquella habitación discutiendo cosas sobre la gira, hasta que de repente, la puerta se abrió y una figura para todos conocida entró tirándose sobre Louis.
 - ¿Qué haces aquí? -preguntó este sorprendido.
 - ¿No te alegras de verme? -fingió ella enfado.
 - Estás loca... -susurró él antes de besarla.
Ver aquello solo podía recordarme lo estúpido que había sido perdiendo a Gabriella e imaginarme lo feliz que sería si en vez de Louis, fuera yo, y en vez de Samantha, fuera ella.
Samantha nos saludó a todos nos explicó que esa semana no tenía clases y que había decidido pasar tiempo con Louis, y justo en el momento en el que le iba a preguntar por "ella" me interrumpió.
 - Ah, Harry, es verdad. El encargado me pidió que bajaras cuando subía.
 - ¿Yo? -pregunté confuso.
 - Sí, ¿qué has hecho ya?
Me levanté sin entender nada y me dirigí hacia la puerta. ¿Qué podía querer aquel hombre de mí? No entendía nada, pero salí al pasillo y llamé al ascensor, y justo en ese momento escuché aquella voz a mis espaldas.
 - ¿Así recibes a tus visitas, Styles?
Me giré y allí estaba ella, tan perfecta como siempre apoyada en la pared, y mirándome con una ceja levantada y un preciosa sonrisa dibujada en su cara.
 - ¿Gab...-no me dejó terminar, noté como sus brazos se entrelazaban en mi cuello y su olor invadía mis fosas nasales.
 - ¿Todavía me quieres? -susurró en mi oído.
 - Más que a nada en este mundo. -la abracé más fuerte.
 - Pues no me sueltes nunca, por favor.
 - No lo haré. Esta vez es para siempre.
Nuestros labios se volvieron a unir y esta vez estaba seguro de que no iba a permitir que nada ni nadie nos separara, que no iba a permitirme volver a perderla de nuevo. Esta vez era para siempre.
 - Te quiero, Gabriella.



FIN.


PD: Quien quiera que la/o avise cuando suba capítulo de la de Liam que me avise comentario (diciéndome su twitter) o por mención. Besoos :)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 44.


Una vez aclarado todo con Matt, solo quedaba saber qué iba a hacer con Harry. Llevaba todo el fin de semana pensando en ello, dos días seguidos y todavía no había sacado ninguna conclusión clara.
Era miércoles y para mi suerte hoy no tenía clase, podía pasarme todo el día viendo películas o salir de compras.
Me levanté con parsimonia y me dirigí a la cocina para prepararme el desayuno, y nada más entrar en ella me encontré con Sam, la cual había estado distante durante estos dos días y notaba que tenía la intención de continuar haciéndolo.
 - ¿Qué pasa? ¿Tan mal huelo? -pregunté.
 - ¿Qué? -rió.
 - No sé, llevas dos días esquivándome e intentando no cruzar palabra conmigo... Empezaba a pensar que se me había estropeado el desodorante o que debería incrementar mis duchas.
 - No seas tonta, no te esquivo...
 - Sam... ¿Qué pasa?
 - ¡Que no pasa nada!
 - ¡Samantha!
 - Te odio.
 - Gracias -sonreí falsamente- Ahora cuéntame, ¿qué pasa?
 - Que no pasa nada...
 - Está bien... Oye, ¿sabes algo de Harry? ¿Y Louis? ¿Cuando piensa venir?
Noté que empezaba a ponerse mucho más nerviosa y eso me inquietó.
 - Sam, ¿qué pasa? -pregunté acercándome- ¿qué me estás ocultando?
 - Se han ido hace poco más de dos horas.
 - ¿QUÉ? ¿Y por qué no me has avisado?
 - Porque no quería que te guiaras porque se iban para tomar una decisión.
 - ¡Pero yo quería despedirme de Louis! Bueno, de Louis, de Niall, de Zayn, de Liam...
 - De Harry...
 - Claro que no.
 - Claro que sí.
 - Que no.
 - Que sí.
 - ¡Te odio!
 - Sabes que no. ¿Qué has pensado sobre Harry estos días?
 - No lo sé... Lo quiero, pero tengo miedo de volver a pasarlo mal...
 - ¿Sabes que ese miedo solo te impide volver a ser realmente feliz? Las dos sabemos que quieres estar con Harry y que todo el mundo se merece una segunda oportunidad.
 - Pero...
 - Pero nada, Gabs. Una persona que te quiere y que intenta demostrártelo aunque tú no quieras saber nada de esa persona, lo único que demuestra es que no va a volver a cometer el mismo error y que está dispuesto a hacer todo para remediar el dolor que te pudo causar.
 - Lo sé... ¿Pero y si esta vez soy yo la que le hace daño a él?
 - Eso no puedes saberlo sin intentarlo. ¿Prefieres huir por miedo o prefieres acabar con ese miedo y disfrutar de lo que quieres? El miedo solo nos reprime y acaba con todos nuestros deseos.
 - ¿Donde está la llave del trastero?
 - ¿Para qué quieres ahora la llave del trastero? -preguntó confusa.
 - Las maletas están en el trastero. ¡No puedo irme a EEUU sin ropa!
 - ¿Qué? ¿Qué dices? ¿Como que a EEUU?
 - No voy a llamar a Harry para decirle que quiero estar con él el resto de mi vida, tendré que ir y decírselo a la cara -sonreí.
 - Estás loca. -dijo abrazándome.
 - ¿Y bien? ¿Dónde está la llave?
Me entregó la llave y me acompañó al trastero a por una de las maletas.
 - Sam, ¿quieres venir? Se me está ocurriendo una idea perfecta...
La respuesta de Samantha había sido una afirmación rotunda, y las dos pasamos el resto del día en busca de dos billetes que salieran el día siguiente y en llevar lo imprescindible para acabar la semana allí.
Aquella noche la recuerdo perfectamente. No había sido capaz de dormir más de horas seguidas y dos horas antes de la hora de salir hacia el aeropuerto, me encontraba perfectamente preparada y agobiando a Samantha para que terminara lo antes posible.
 - Ya voy, ya voy. -dijo saliendo del baño.
 - ¿Nos vamos?
 - Nos vamos.
Las dos recogimos nuestras maletas y las metimos en el coche que nos llevaría al aeropuerto.
 - Estás segura, ¿verdad? -me preguntó justo antes de subir al avión.
 - Nunca había estado tan segura de nada en mi vida.
El vuelo se me hizo eterno, no podía dejar de pensar en el momento en el que mis brazos volvieran a rodear el cuello de Harry y nuestros labios volvieran a estar en contacto. ¿Cuantas veces había imaginado que volvía a estar en brazos de Harry? Miles, pero esta vez la diferencia era que estaba segura de que volvería a pasar.










HOLA, AMOOOOOOOOOOOOORES. Como podréis imaginaros esto se acaba y tiene una explicación. Como ya sabéis, esta fic la empecé antes de verano y bueno, al estar desconectada de todo esto me está costando bastante sacarla adelante, así que lo mejor es que la acabe y empiece con la de Liam cuanto antes. Dicho esto, solo me queda añadir que entre mañana y pasado subiré el final jijijiji...
BESITOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS <3

domingo, 23 de septiembre de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 43.


 - ¿Sí? -pregunté.
 - ¿Gabs?
Era él, era su inconfundible voz.
 - Ah, hola, Harry.
 - ¿Por qué no me has contestado antes?
 - No me enteré, estaba cenando con Sam.
 - Ah...
Los dos nos quedamos unos segundos en silencio, un silencio incómodo que ninguno de los dos se atrevía a romper, pero que si continuábamos manteniéndolo estaba segura de que nuestros teléfonos acabarían explotando.
 - Y dime, ¿qué querías? -pregunté.
 - Había dicho que te llamaría esta noche para hablar, pero he estado cuidando de Louis.
 - Ah...
 - ¿Y tú qué has hecho?
 - He estado con un...amigo...
 - ¿Un amigo?
 - Sí.
 - ¿Tú amigo se molestará si te vuelvo a pedir que quedemos para hablar?
No sabía qué contestar a esa pregunta, pero por suerte las maldiciones de Louis y los gritos llamándolo me salvaron.
 - Cuida de Louis, ya hablaremos. Buenas noches, Harry.
Colgué sin darle oportunidad a despertar y me dispuse a salir de mi habitación para darme una ducha y aclarar todas las ideas que se amontonaban en mi cabeza.
 - ¿Por qué juegas con él? -me preguntó Sam apoyada en la pared.
 - Sam...
 - No, Gabriella, entiendo que te haya hecho daño y que sigas dolida, que tengas miedo a volver a pasarlo mal, pero no puedes jugar con él y con Matt. Tienes que escoger y ser sincera con los dos. -Sin decir nada me abrazó y me susurró: - Siempre voy a apoyarte en todo lo que hagas, pero esta vez deberías hacerme caso y hacer lo que te pido.
 - Gracias, Sam.
A la mañana siguiente me levanté para ir a la universidad, no podía seguir faltando o perdería los puntos de asistencia.
Cogí mi abrigo, metí mi portátil en el bolso y cogí una bufanda para protegerme del frío que invadía Londres aquella mañana.
Nada más llegar a la puerta del edificio me encontré con Matt.
 - ¿Qué tal? -preguntó colocándose a mi lado.
 - Bien... Oye, ahora tengo que ir a hacer un trabajo a la biblioteca. ¿Te apetece que quedemos para comer y así hablamos sobre lo de ayer?
 - ¿Has tomado ya una decisión?
 - Sí, pero mejor lo hablamos después.
No dejé tiempo a que contestara y salí corriendo hacia la biblioteca.
El tiempo pasaba demasiado rápido, ya casi era la hora de comer y yo todavía no sabía que iba a decirle exactamente a Matt. Pero sabía que no era con él con quien quería estar.
Recogí mis cosas y salí a buscarlo, pero me llegó un mensaje justo en ese momento: "Te espero en la cafetería, no tardes. xx"
Me armé de valor y salí hacia allí, y nada más entrar, pude verlo sentado en una de las meses del fondo.
 - ¿Y bien? ¿De qué querías hablarme? -preguntó de camino a la barra.
 - Verás...
 - Has tomado una decisión y yo no estoy en tus planes.
Que lo dijera así, tan rápido y sin titubear, con tanta seguridad y con tanto acierto, me desconcertó.
 - ¿Qué? -pregunté.
 - No hace falta que me des un discurso sobre que soy un chico genial, que muchas querrían estar conmigo, que no es mí si no que es por ti y que quieres a...¿Harry?
 - Pero, ¿por qué dices eso?
 - Porque es obvio, no me miras más que como a un amigo... Pudiste dudar ayer y lo sé, sé que por un momento pensaste que podría ser el que te hiciera olvidar a Harry, pero algo pasó cuando volviste a casa porque vuelves a mirarme como me mirabas antes del beso.
 - Yo..., lo siento...
 - No tienes nada que sentir, no eramos nada y ninguno de los dos sentía algo fuerte por el otro.
 - Entonces... ¿amigos?
 - Amigos. ¿Como amigo te puedo invitar a comer a otro sitio? -dijo mirando con cara de asco la comida que había en los recipientes de la barra.
 - Sí, por favor. -reí.



Mañana más!! :)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 42.


En apenas un par de horas mis intenciones con Matt habían cambiado. No podía engañarme y hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en una tarde tan simple con un chico normal. Un chico que no tenía a millones de chicas detrás, un chico con el que no tenía que escapar de cientos de periodistas que solo buscaban un par de fotos con las que desatar el caos entre las fans...
Mientras en mi cabeza se amontonaban un montón de pensamientos confusos, noté que nuestros labios se juntaban y para mi sorpresa, no tenía ganas de pararlo, pero no quería jugar con él, tenía que decirle la verdad.
 - Matt -dije apartándome levemente.
Él se separó por completo y me miró interrogante.
 - Yo..., yo quiero que sepas la verdad. No quiero hacerte daño. -continué.
 - ¿Qué verdad?
 - ¿Recuerdas la noche que te conocí? Esa noche salí con el único propósito de olvidarme de mi ex, de vengarme de él. Ese día me enteré de que volvía a Londres y no sé por qué, pensé que saliendo y emborrachándome, me vengaría de él, pero apareciste tú y por primer vez en mucho tiempo me sentí a gusto con un chico.
 - ¿Puedo saber por qué terminásteis?
 - Verás..., ¿tienes algún periódico de los últimos días?
Me miró confuso y fue en busca de ellos a la cocina.
 - ¿Estos te sirven? -dijo entregándomelos.
Busqué entre las noticias y enseguida encontré una noticia de ellos.
 - ¿Te suenan? -dije mostrándoselo.
 - Ah, sí, no dejan de salir estos días en la televisión. ¿Por qué?
 - Gracias a ellos yo estoy aquí. Yo vivía en Estados Unidos, pero entre Louis y Niall convenciern a mi tío de que pudiera venir aquí. Yo en un principio odiaba a este -señalé a Harry-, pero con el paso del tiempo las cosas cambiaron y..., bueno, acabamos juntos.
 - ¿Él es tu ex?
 - Sí. Estuvimos juntos un tiempo, pero cuando les salió una gira por América, él decidió dejarme porque supuestamente no cree en las relaciones a distancia, pero ha vuelto y me ha dicho que no puede olvidarme y que me echa de menos, pero yo no sé si quiero volver a intentarlo y volver a pasarlo mal... Y no quiero hacerte daño.
 - ¿Me estás pidiendo que me aleje?
 - No lo sé, Matt...
 - Tienes dos opciones: Pedirme que me aleje y yo lo haré sin ningún problema, o dejarme que intente ayudarte a olvidarte de él.
 - ¿Y si no lo olvido?
 - Si no puedo ayudarte a que te olvides de él, me resignaré y me apartaré del camino de Harry. Tú decides.
 - Esta noche quiere verme y hablar conmigo.
 - Pues esta noche vas, hablas con él y mañana me dices cual es tu decisión.
 - ¿Estás seguro de que quieres ayudarme a que lo olvide?
 - ¿Por qué no? Eres una chica increíble y me gusta estar contigo, y creo que a ti tampoco te molesta estar conmigo.
 - Gracias... -dije hundiendo mi cabeza en su pecho.
Al poco rato, salí de casa de Matt y marqué el número de Harry 1, 2, 3 tonos...
 - ¿Sí? -escuché la voz de una chica e inmediatamente colgué.
¿Como podía ser tan tonta y esperar que Harry había cambiado?
Continué caminando y a medida que pasaba el tiempo la noche iba cayendo sobre las calles de Londres, mientras yo caminaba con las manos en los bolsillos del abrigo, pensando en lo tonta que había sido planteándome alejarme de Matt por unas cuantas palabras vacías de Harry.
Llegué a casa y para mi sorpresa Samantha estaba allí.
 - ¿Qué haces aquí? -pregunté.
 - Vivo aquí, ¿recuerdas? -bromeó Sam.
 - Pensé que Lou seguiría enfermo y te quedarías a cuidarlo.
 - No, está mucho mejor y Harry me dijo que se quedaría cuidándolo.
 - ¿Harry cuidándolo? ¿Cuando?
 - Pues hace menos de una hora, ¿por qué? ¿Pasa algo?
 - ¿Harry ha cambiado el número?
 - Pues la verdad es que no lo sé, ¿por qué?
 - ¿Y Louis?
 - No, él no.
Saqué mi móvil del bolsillo y marqué el número de Louis.
 - ¿Gabs? -escuché al momento.
 - Lou, ¿Harry está contigo?
 - Sí, ¿quieres que te lo pase?
 - No, no hace falta, solo quería saber eso. Buenas noches, Lou.
Colgué antes de que pudiera contestarme y noté como la mirada de Sam continuaba clavada en mí.
 - ¿Qué? -pregunté.
 - ¿Se puede saber qué ha sido eso?
 - Una tontería.
Sam se levantó y entre las dos preparamos la cena, me contó cosas que le había contado Louis y al terminar de cenar, me encerré en mi habitación, cogí el móvil y vi 3 llamadas perdidas de un número que no conocía, y justo en ese momento el mismo número volvió a llamar.


Bueeeeeeeeeeeeeeeeeno, parece que he vuelto...JAJAJA ha sido todo gracias a que @Zaynswishes me ha pasado el link y vi todos los comentarios de la última entrada y bueno, me entraron ganas de escribir.
Pues eso, es cortito y bastante cutre, pero ahora seguiré subiendo más a menudo.
Besitos a todas y gracias por seguir entrando :)