domingo, 29 de enero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 14.

[Narra Mery]

Los días seguían pasando, cada vez parecía que el tiempo iba más rápido, cada vez la Navidad estaba más cerca y yo no podía evitar ponerme sentimental. Necesitaba ver a mis padres, necesitaba ver que mi padre estaba mejorando o que al menos no se había puesto peor.
 - Cariño, ¿en qué piensas? -me preguntó Niall.
Aquel día, habíamos quedado ellos cinco y Kate y yo, para comer en la casa de Harry y Louis. Y Niall y yo, en ese momento, estábamos tumbados en una de las hamacas del jardín, donde estábamos todos charlando, abrazos.
 - Nada..., cosas...
 - ¿Por qué siempre me respondes lo mismo? Me gustaría saber que te preocupa, desde que te conocí, muchas veces te has quedado como ausente.
Niall tenía razón, supongo que se merecía que le hablara de mis problemas, pero no quería molestarlo y preocuparlo.
En ese momento, mi teléfono comenzó a sonar. Era mi madre.
 - Voy a contestar, ahora vengo.
Me levanté y entré dentro de la casa.
 - ¿Sí? ¿Qué ha pasado? ¿Papá está bien?
 - Cariño... Tu padre sigue como siempre, pero los médicos dicen que no tardará en empeorar si no recibe el tratamiento adecuado...
 - No te preocupes, lo va a recibir, te prometo que sacaré ese dinero de donde haga falta.
Me despedí de ella y volví a salir al jardín, pero no fui a junto de Niall, me acerqué a donde había dejado mis cosas y comencé a recogerlas.
 - ¿Qué pasa? -me pregunto Niall acercándose.
 - Me tengo que ir, no tengo tiempo para estas cosas.
Niall me agarró de uno de mis brazos para que parara de recoger y le hiciera caso.
 - ¿Me puedes explicar qué te pasa? Conseguí que me dedicaras un poco de tu tiempo, y ahora que pensé que podíamos estar juntos, ¿vuelves con lo mismo? No te entiendo, Mery.
 - Quizás no quiero que me entiendas.
Cogí mis cosas y caminé dentro de la casa para salir, él no dejó de perseguirme hasta la puerta y se interpuso en mi camino.
 - Me da igual que no quieras que te entienda, me da igual que me esquives, pero no voy a dejarte que me dejes solo.
 - ¿Quieres saber qué me pasa? ¿Quieres saberlo?
 - Sí, por favor.
Me armé de valor y comencé a contarle todo, la enfermedad de mi padre, el por qué no podía ir a visitarlos. Todos y cada uno de los motivos por los que me comportaba con él de aquella manera.
 - ¿Por qué no me lo has dicho antes? -me preguntó.
 - Supongo que porque no esperaba que a nadie le importaran mis problemas...
 - Tú me importas, tus problemas me importan. Haría todo lo posible para que fueras feliz. ¿Puedo ayudarte?
 - No, no podría aceptar la ayuda de nadie...
 - ¿Por qué?
 - Porque a mi padre no le gusta que la gente tenga compasión de él, supongo que no le gustaría que nadie me ayudara.
 - Está bien... Entonces te subiré el sueldo.
 - No puedes hacer eso.
 - Claro que puedo, eres mi profesora de español, si quiero puedo subirte el sueldo.
 - No puedes.
 - Pues te daré propinas.
 - No vas a parar hasta que acepte, ¿verdad?
El asintió y yo sonreí, era increíble ese chico.
 - No sé como podré agradecerte todo lo que has hecho por mí, eres increíble -dije mientras le acariciaba la cara.
 - ¿Qué tal si empiezas por un beso?
Se acercó a mí y me besó tiernamente.

[Narra Molly]

Llevaba varios día esquivando a Zayn, le ponía excusas para no quedar con él, autoaumentaba mis horas de trabajo y buscaba exámenes imaginarios para los que estudiar. No quería que me siguiera mintiendo y no quería seguir dejándome engañar.
Ese día había ido a trabajar, estar allí y hablar con los clientes, era una de las pocas cosas que me hacían olvidarme de todo.
 - ¿No tenías el día libre? -me preguntó Mery al verme llegar.
 - Sí, pero no quería estar sola en casa... Puedes irte tú, si quieres.
 - ¿Te pasa algo? ¿Y Zayn?
 - Intento que desaparezca de mi vida, no quiero saber nada de él. No quiero saber nada de ellos.
 - ¿Pero que ha pasado?
Justo en ese momento, vi como la puerta se abría y por ella entraban Louis y Zayn.









Puede que no hayáis leído el capítulo anterior (el 13) porque al poco rato de subirlo, subí uno de la nueva, así que si queréis bajad y leedlo jajaja. Un besito :)

sábado, 28 de enero de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 1.

Mi vida, como la de cualquier chica adolescente, es un caos, con la pequeña diferencia de que mi madre me odia y mi tutor legal, es mi tío Simon. No es fácil ser la sobrina de una de las personas más prestigiosas del mundo, puedo tener todo lo que quiero, pero por eso la gente no me trata por como soy, si no por quien soy.
Cuando apenas contaba con 10 años, mi padre, el hermano de mi tío, se murió, y mi madre que nunca me había querido, le entregó mi custodia a Simon. Hacía años que no sabía nada de ella, y creo que ese era uno de los motivos por los que me había hecho fuerte ante todo, solo tenía el cariño de mi tío, y él no era especialmente demostrativo.
- Gabriella, tu tío llegará esta tarde.
- ¿Sobre que hora?
- No lo sé, me dijo que vendría antes de cenar.
- Está bien.
Mi tío llevaba varios días de viaje en Londres, donde habíamos vivido gran parte del tiempo que había estado a su cargo, pero ahora, vivíamos en Estados Unidos. Él había tenido que irse a Londres para organizar unas cosas con los chicos de One Direction, yo le había pedido que me llevara para ver a mi amiga Samantha, pero él se había negado repetidamente.
En ese momento, mi teléfono sonó.
- ¿Sí?
- Hola, ¿ha llegado ya tu tío?
Esa horrible voz, esa voz que tanto detestaba, estaba al otro lado.
- Hola Styles, no, todavía no ha llegado.
- ¿Le puedes decir que me llame cuando llegue?
- Lo haré si me acuerdo. Adiós.
En efecto, odiaba a los chicos de One Direction, desde que ellos habían aparecido, mi tío me prestaba menos atención de la normal y me sentía horriblemente sola, pero a eso, se añadía mi especial odio hacia aquel chico de rizos, me parecía la persona más insoportable del mundo, y sabía que aquello era recíproco.
Decidí encender mi ordenador, había quedado con Sam para hablar de algo importante. O eso me había dicho ella.
Nada más encender el ordenador, una ventana emergente, procedente del Skype, se abrió en forma de llamada.
- Hola, Sam.
- Hola, Gabs.
- ¿Qué querías contarme?
- ¿Te pasa algo? Estás muy seria.
- Acabo de hablar con el asqueroso de Styles.
Ella se rio, tenía como teoría que en el fondo solo odiaba a Styles, porque estaba celosa de que estuviera con cientos de chicas diferentes, y no conmigo.
- Ojalá fuera yo la que hablara con él, es horriblemente adorable.
- En lo de horrible te daré la razón. A ver, ¿qué querías? -insistí.
- ¿Tu tío te dejaría venir a estudiar a Londres? Mis padres se han negado rotundamente a que yo vaya ahí...
- ¿A Londres? ¿Volver a Londres? Sería mi sueño, pero dudo que mi tío esté de acuerdo...
Las horas pasaron, y Samantha y yo, habíamos estado toda la tarde hablando sobre lo que podríamos hacer en Londres, lo felices que volveríamos a ser y lo divertido que sería todo.
- Vaya, escucho gritos abajo... Seguro que es la nueva novia de mi tío, supongo que habrá llegado.
- ¿Nueva novia? ¿Como se llama?
- No lo sé, tampoco me importa. No le durará más de dos semanas, no me voy a aprender su nombre en vano.
- Nunca cambiarás -dijo Sam entre risas- Bueno, ve a saludarlo, seguro que tiene ganas de verte.
- Sí, supongo... A ver que regalo me ha traído esta vez para compensarme. ¿Hablamos mañana?
- Perfecto. Hasta mañana, entonces.
- Hasta mañana, Sam.
Colgué, apagué el ordenador y me dirigí a la planta baja.
Nada más empezar a bajar las escaleras, vi a mi tío, pero por desgracia también noté que no estaba solo. Él nada más verme, me sonrió y abrió los brazos para que fuera corriendo a él.
- No sabía que te traías el trabajo a casa... -dije mientras lo abrazaba.
- Venga, ¿no me vas a dar tregua ni recién llegado? Además, tendrás que hacerte cargo de ellos.
- ¿QUÉ? ¿HACERME CARGO YO? Espero que esto sea una broma, puedes contratar a otra persona.
- Necesito que sea alguien de confianza.
- Pues me niego.
Subí corriendo las escaleras dejándolo con la palabra en la boca y me encerré en mi habitación. Estaba segura de que aquella reacción me acarrearía alguna discusión con él.






Si queréis que os avise cuando suba de esta, solo tenéis que avisarme :)

Un sueño de navidad. Capítulo 13.

[Narra Molly]

Cogí el móvil de Zayn, estuve a punto de darle al botón de llamar, pero, en ese instante, me di cuenta de que si él estaba haciendo todo eso, era porque no había habido ningún beso y no tenía nada que ocultar. Lo miré y le entregué de nuevo el móvil.
 - ¿Qué haces? -me preguntó confuso.
Le sonreí y me acerqué a él para abrazarlo.
 - ¿Me crees? -me preguntó.
 - Supongo que si haces todo esto es porque tengo que hacerlo...
 - Te prometo que no ha habido ningún beso.
 - Te creo.
Apartó un mechón de mi cara y me lo colocó detrás de la oreja, mientras me acercaba a él para besarme. En ese momento, decidí olvidar cualquier tipo de celos, su mirada me decía que me quería y eso era lo único importante.
Los dos estuvimos juntos el resto de la noche, pero a la mañana siguiente una llamada para él, nos despertó. Yo fingí continuar dormida.
 - ¿Sí? -susurró- No, no hizo falta llamarte, me creyó...
No presté atención al resto de la llamada, me había engañado, Louis estaba al tanto de todo lo ocurrido e incluso espera que lo llamara. No podría explicar como me sentía en ese momento, eran demasiadas sensaciones...quizás rabia, quizás odio... Decidí no moverme, solo esperaba que se fuera y me dejara sola. Así lo hizo, escuché como se vestía y salía por la puerta, al poco rato llegó un sms a mi móvil: <<He tenido que irme, pero estabas demasiado bonita para despertarte. Te quiero>>

[Narra Mery]

Niall y yo, llevábamos varios días sin separarnos, solo cuando él tenía algún tipo de compromiso y yo tenía que ir a trabajar. Y si yo tenía que ir a trabajar, él se encargaba de ir a por mí.
 - Mery, ha venido Niall a por ti. Deja eso, ya lo termino yo. -me comunicó Molly.
 - Gracias, Molly. Mañana tienes el día libre, ¿no?
 - Sí, así que hasta pasado mañana, tendrás que sufrir mi ausencia.
 - Podré vivir igualmente, ¡no te preocupes!
Salí de la trastienda y allí estaba él, apoyado en la barra consumiendo uno de sus batidos favoritos, mientras hablaba con algunas de sus fans.
Nada más salir por la puerta se percató de mi presencia y me sonrió. Llevábamos pocos días juntos y yo no quería que se supiera nada, no me gustaría que todas las fans que entraban a diario en mi lugar de trabajo me odiaran. Así que, actuábamos como simples conocidos y cuando yo salía, lo esperaba en uno de los callejones próximos a su casa y él aparecía a los 5 minutos.
 - Has tardado, llegas 2 minutos tarde...
 - Puedo compensártelo...
 - ¿Y que pasa si me violan? ¿Eh?
 - Eso no pasaría nunca, no se querrían enfrentar a mí... Mira que músculos, desde que voy al gimnasio soy la envidia de todos... ¡Incluso Liam empieza a envidiarme!
No puede evitar reírme de su comentario.
 - Sabes que serías igual de perfecto si no fueras al gimnasio... Seguro que te gusta otra y solo quieres ponerte guapo para ella...
 - Sí, en realidad, no te quiero...
Fingí indignarme y él me abrazó.
 - Sabes que para mí solo existes tú... Explícame si no como iba a aguantar tu carácter.
Me reí ante si comentario. La verdad, es que había aguantado mucho desde que me conocía, ningún chico lo haría si no me quisiera de verdad.

[Narra Kate]

Llegamos a Secretaría, y allí, la señora que siempre estaba reconoció al instante a mi acompañante. Al parecer, su nieta era una gran fan.
 - Hola, Kate -me saludó sin dejar de mirar a Harry.
 - Hola, señora Rose. ¿Lo conoce?
 - La habitación de mi nieta está empapelada con fotos de este chico -sonrió.
Harry me apretó la mano y saludó a la señora con la mano.
 - Encantado, Harry Sytles.
Ella no dejaba de observarlo y comenzaba a ponerme nerviosa, en cualquier momento alguien lo reconocería y nuestra tarde juntos desaparecería.
 - Bueno, -interrumpí- necesitamos salir por la puerta de atrás. La entrada principal está llena de chicas y sería imposible.
 - Está bien, podéis utilizarla, pero fírmame algo para mi nieta.
Harry obedeció y tras firmarle un autógrafo para su nieta, los dos salimos por la puerta de atrás.
 - ¿He notado celos ahí dentro? -me preguntó.
 - ¿Celos? ¿De esa señora? No, solo temía por tu integridad física, y bueno, por la mí al ver que te acompañaba.
 - ¿Qué te apetece hacer?
 - No sé, has sido tú el que fue a sacarme de mis estudios.
 - ¿Te apetece ir de compras?
 - He ido ayer de compras, ¿no se te ocurre nada mejor?
 - Podemos ir a mi casa, sentarnos en el sofá y ver la tele, después te prepararé una rica comida y dormiremos la siesta juntos.
 - Me parece perfecto.

miércoles, 25 de enero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 12.

En el capítulo anterior...

[Narra Molly]

Era de noche, llevaba ya dos días sin poder dormir, no podía sacarme de mi cabeza la imagen de Zayn besando a otra chica, y él no dejaba de llamarme.
Había decidido ver películas de amor para entretenerme, pasaban las horas y yo no podía dejar de llorar.
El teléfono comenzó a sonar y contesté sin mirar.
 - ¿Sí? -dije con la voz temblorosa.
 - ¿Molly? -era Zayn.
 - Ah, hola.
 - ¿Por qué no me contestas cuando te llamo? ¿Por qué no apareciste?
 - No tengo ganas de hablar, adiós.
Colgué el teléfono y me quedé observándolo unos minutos, no entendía como podía ser tan hipócrita. Mery había tenido razón con respecto a lo que eran los famosos.
Decidí continuar viendo la televisión, pero al poco tiempo, llamaron a la puerta, en un primer momento no tenía pensado levantarme a abrir, pero insistían una y otra vez.
 - Ya voy, ya voy.
Corrí hasta la puerta, y cuando abrí, allí estaba él.
 - Zayn, ¿no te he dicho ya que no tengo ganas de hablar?
 - Pero yo necesito hablar contigo.
Me apartó hacia un lado y entró en mi casa cerrando la puerta tras él.

...

 - ¿Qué haces? Vete de mi casa.
 - Escúchame, por favor.
En ese momento miré sus ojos, empezaban a cristalizarse y mi corazón empezaba a latir demasiado deprisa.
 - Está bien, te escucho.
Me senté en el sofá y me dispuse a escuchar lo que me tenía que decir.
 - No entiendo nada, no entiendo porque no quieres verme, no quieres hablarme... Ni siquiera puedes mirarme a los ojos...
 - ¿Estás seguro de que no lo sabes? ¿Estás seguro de que no se te ocurre un solo motivo?
 - No, no lo sé.
 - Pues que te vi.
 - ¿Que me viste donde?
 - ¿En serio no te das cuenta de que no quiero recordarlo? Sabes de sobra a lo que me refiero.
 - Pero, ¿recordar el qué? Te juro que no sé de que me estás hablando.
 - En el parque, te estabas besando con otra chica.
 - ¿Qué chica? ¿Qué parque? -Zayn me miraba confuso.
 - ¿Me vas a decir que no eras tú? ¿No piensas siquiera buscar una excusa?
 - Te prometo que no era yo, no sé de que me estás hablando.
Lo observé detenidamente, algo me decía que no estaba mintiendo, si no todo lo contrario. Estaba confuso y desencajado, como si de verdad no supiera que le estaba hablando.
No contesté, me acomodé en el sofá y aparté la mirada de él.
 - Molly, cariño, escúchame, te prometo que no he sido yo. ¿A qué hora fue?
 - No lo sé..., una hora antes de vernos...
 - Bien, justo a esa hora estaba con Louis en la discográfica.
Lo miré, no entendía como podía esperar que no pensara que su amigo lo iba a encubrir.
Él como si supiera lo que estaba pensando, me tendió su móvil y me enseñó el número de Louis.
 - ¿Qué? -pregunté.
 - Llámalo ahora, pregúntale que estaba haciendo el jueves a las 5 de la tarde.
Yo seguía mirándolo a él y al móvil intermitentemente, no sabía que hacer.
 - No puede encubrirme, él no sabe nada. Si no estaba conmigo te lo dirá -insistió.
Tenía razón, Louis no sabía nada de lo que estaba pasando y si era mentira no lo podría encubrir.

[Narra Kate]

Al poco rato de que Niall y Mery se fueran de la casa, yo decidí ir a cambiarme, tenía que ir a la biblioteca a terminar un trabajo.
Cogí cosas y me puse los cascos, era la mejor manera de aislarme de camino a la biblioteca y no agobiarme en el metro lleno de gente.
Nada más llegar a la biblioteca, encontré una mesa libre y me dispuse a trabajar, pero un mensaje arruinó todos mis planes.
   <<Que guapa estás hoy...xx>>
Era Harry, miré a todos los lados pero no lo vi.
   <<¿Dónde estás? Sabes que me ponen nerviosa estas cosas...>>
De repente, un chico con gafas y gorra se agachó a mi lado.
 - No me lo puedo creer -susurré aguantándome la risa- ¿Qué haces así vestido? ¿No te das cuenta de que llamas más la atención?
 - ¡Eso es mentira! -alzó la voz y miles de "sh" se escucharon en la sala.
Posé uno de mis dedos en sus labios para que se callara y comencé a recoger mis cosas. Estaba claro que había ido hasta allí para que me fuera con él.
Salí de la sala y él detrás de mí.
 - ¿Se puede saber que haces aquí? ¿Y así vestido? -volví a reírme.
 - Pues iba a visitar a mi novia por la mañana, pero me la encontré saliendo de casa...
 - ¿Ibas así vestido?
 - No, idiota, esto lo compré en la tienda que hay al lado de tu casa. Y que sepas, que pasé desapercibido en el metro y por la calle.
 - ¿Estás seguro? Hay una legión de chicas en la puerta.
 - ¡Pero como me han descubierto!
No pude evitar volver a reírme de él, era tan gracioso verlo desesperado.
 - Ven, anda, conozco a la encargada y nos dejará salir por la puerta de secretaría.
 - ¿Y de qué la conoces? ¿No ves como eres una rata de biblioteca?
 - ¿A que no te ayudo?
 - Te quiero.
Se acercó a mí y me besó, yo sonreí y lo guié hasta la secretaria.

martes, 24 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 28. Parte 5.

- ¿Me acompañas a Doncaster?
- ¿A qué?
- A ver a mi familia.
- ¿Qué dices? No, que vergüenza. Vete tú y cuando vuelvas me llamas.
- ¿En serio me vas a dejar ir solo?
- ¿Por qué no iba a hacerlo?
- Porque muchas fans saben donde está mi casa y...
- ¿A que hora nos vamos?
Louis se rió ante la reacción de Carrie, y continuó desayunando como si nada.
- Te estoy hablando, ¿a que hora nos vamos? -repitió ella.
- Cuando termines de desayunar, te duches, te vistas...
- Ya terminé, voy a la ducha, espérame aquí y no vayas sin mí.
Carrie entró en su habitación para prepararse, dejando a Louis en la cocina desayunando.
Por una parte, tenía miedo de no gustarde a Jay, o no gustarle a todas su hermanas, por un momento dudó si era buena idea ir, estubo a punto de salir a decirle a Louis que fuera él solo, que lo esperaría allí y harían algo por la noche, pero enseguida pensó que podía ser algo muy importante para él.  Terminó de vestirse y salió de nuevo a la cocina, donde estaba Louis viendo la televisión.
- ¿Nos vamos?
- Vamos.
Los dos salieron de allí y se subieron al coche de Louis.
- ¿Y si no le gusto?
- ¿Como no le vas a gustar? Si ya te conoce.
- Pero es que yo no soy como cuando tenía 10 años...
- Ya, ahora eres mucho más irritante.
- Y tú mucho más estúpido.
A las 2 horas y media de viaje, llegaron a su destino, donde les esperaban Jay, Lottie, Fizzy y las gemelas.
Los dos bajaron del coche, y Jay y las niñas se acercaron a abrazar a Louis, al que llevaban tiempo sin ver.
Carrie lo observaba todo sin saber muy bien que hacer, le parecía demasiado tierna la imagen para interrumpirla, pero una de las gemelas, Daisy, se percató de su presencia y se acercó a ella.
- ¿Tú eres su novia? -le preguntó con una gran sonrisa.
Carrie se agachó para ponerse a la altura de la niña y asintió.
- Sí, yo soy Carrie y tú eres... -Carrie miró a Louis, y éste le dijo el nombre de la niña sin voz, para que no lo escuchara- Daisy, ¿verdad?
Jay se acercó a la chica y ésta, se levantó para saludarla, lo que no esperaba era que Jay se abalanzara sobre ella y la abrazara.
- Carrie, ¡como has cambiado!
A Carrie le costó reaccionar ante aquel gesto, pero finalmente respondió al abrazo.
- Tú sigues igual que siempre, Jay.
Estuvieron el resto de la tarde hablando y recordando cosas, también hablaron de los compromisos de Louis y de que Jay tenía pensado llevar a la niñas a algún concierto.
La tarde pasó extremadamente rápido y antes de que anocheciera, los dos ya habían subido en el coche y ya habían tomado camino de vuelta a Londres.
- ¿Ves? Al final no ha sido tan terrible.
- Ya, estoy pensando en dejarte y casarme con tu madre, es espectacular...
- Ya no tienes que hacerle la pelota, ya no está delante... -respondió él mostrando indignación.
- No seas tonto, sabes que a ti te quiero más.
A mitad del camino, Carrie se quedó dormida y al llegar, Louis para no despertarla, volvió a llevarla a su casa, la cual estaba vacía. Cuando la estaba acomodando en la cama, notó como Carrie le rodeaba el cuello.
- ¿Pensabas que estaba dormida? -sonrió.
- Sabía que querías volver a esta casa...
- Una casa vacía..., es una pena desaprovecharla, ¿no?
- La verdad es que sí...
- Cállate ya y bésame.
Louis obedeció a su chica y comenzó a besarla, los besos fueron bajando por el cuello lentamente y la ropa iba desapareciendo poco a poco, era el comienzo de una noche especial y mágica para ambos. Era la primera de muchas noches que pasarían juntos.


FIN.
















A partir de mañana volveré con "Un sueño de navidad", y en poco tiempo tendréis el primer capítulo de la próxima. ♥

lunes, 23 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 28. Parte 4.

Otra de las parejas, la de Niall y Chloe, no tenía ningún plan especial para esos días.
Una mañana, como otra cualquiera, amanecieron los dos en la cama de él abrazados.
Ella intentó desperezarse sin despertarlo, pero al mínimo movimiento de ella, él ya estaba despierto sonriéndole.
- Buenos días, preciosa.
- Buenos días, bonito.
- ¿Sabes una cosa?
- ¿Qué tengo que saber?
- Que eres preciosa por la mañana, por la tarde, por la noche, cuando duermes, cuando sonríes...
Ella se acercó a él y lo calló con un beso.
- Eres perfecto, Horan.
Al poco rato, los dos se levantaron, y mientras él se duchaba, ella preparó el desayuno para los dos. Al acabar, ella fue a la ducha, y mientras tanto, Niall pensó que podrían hacer aquel día.
Notó como Chloe rodeaba su cintura por detrás.
- ¿En qué piensas? -le preguntó.
- En que podemos hacer hoy.
- ¿Sabes que me apetece? Ir al campo, hacer un picnik.
Así fue, los dos prepararon un poco de comida y se fueron al campo. Allí pasaron una gran tarde llena de gestos cómplices, de besos, de caricias, de bromas, de risas...
- ¿Tienes frío? -le preguntó él.
- Mmmm..., si te digo que sí, ¿vas a obligarme a que nos vayamos?
- No, me limitaré a darte calor.
- Entonces sí, me estoy muriendo de frío.
Los dos se rieron, y Niall, se posicionó detrás de su chica y la abrazó por detrás, mientras ella apoyaba su espalda en el pecho de él.
Los dos siguieron abrazados allí, en medio del campo, rodeados por la naturaleza.
Cuando la noche calló sobre ellos, solo las estrellas y un pequeña hoguera que había encendido Niall, los iluminaban mientras ellos seguían abrazados.
- ¿Sabes? -preguntó ella.
- ¿Qué tengo que saber?
- Eres el tipo de chico, que toda mujer desearía tener a su lado.
- No creo...
- Te lo puedo asegurar, es terriblemente perfecto, Niall.
- ¿Sabes qué? -preguntó él.
Ella se giró y lo miró en busca de que continuara hablando.
- Pagaría lo que fuera por no separarme de ti nunca, por que este momento se acabara nunca, por que nunca te cansaras de besarme, por que no tuviera que soltarte nunca...
- ¿Te puedo pedir un favor?
- Los que quieras.
- No te separes de mi nunca, haz que este momento no se acaba nunca, no te canses de besarme nunca, no me sueltes...
- Nunca lo haré, te lo prometo.
- Te prometo que siempre me tendrás a tu lado, que nunca te faltaré.
- Te quiero, Chloe, te quiero más que a nada en este mundo.
- Y yo a ti, Niall, te quiero como nunca he querido a nadie.
Y así fue, aquella noche los dos se juraron amor eterno bajo la luz de la luna y las estrellas, se juraron no separarse nunca y compartir cada minuto de sus vidas.

sábado, 21 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 28. Parte 3.

Por otro lado, los días de descanso, Harry había aprovechado para invitar a Carmen a que le acompañara a cumplir uno de sus sueños: Ir con la chica por la que daría cualquier cosa a París.
- Buenos días, princesa -así la despertó aquella mañana.
- Buenos días, prícipe.
- ¿Estás preparada? Iré a por ti en menos de una hora.
- Llevo preparada desde anoche. Te estaré esperando.
- No tardaré, lo prometo. Te quiero.
- Y yo a ti, mi vida.
Carmen no exageraba, llevaba desde la noche anterior sentada en su cama esperando esa llamada. No había sido capaz de dormir.
Como Harry había prometido, no tardó en llegar. Ayudó a su chica con las maletas y los dos subieron al coche que los llevó al aeropuerto.
El primer día en París, se lo pasaron en la habitación del hotel dando rienda suelta a su amor y su pasión.
El segundo día, estuvieron conociendo lugares y besándose en casa esquina de aquella ciudad llena de magia.
El tercer día, Harry cumplió uno de sus sueños.
- ¿Que haremos hoy? -preguntó Carmen.
- ¿Qué quieres hacer? Yo tengo un plan.
- Haremos lo que tú quieras.
Él se giró y se posicionó sobre Carmen.
- ¿No te cansas nunca? -preguntó ella entre besos.
- No, pero este no es el plan de hoy...
Ella se separó un poco de él.
- ¿Entonces?
- No me interrumpas, el plan empieza después de comer. Ahora tenemos toda la mañana para no salir de estas cuatro paredes.
Así fue, estuvieron en la habitación, hasta la hora de comer.
- ¿Y ahora?
- Ahora nos duchamos y te dejas guiar por mí.
Después de ducharse los dos, bajaron a comer al restaurante del hotel.
Acabaron de comer y salieron a caminar por la ciudad.
- ¿Este es tu plan? ¿Caminar por la ciudad?
- Una parte de él, sí.
Siguieron caminando hasta llegar a la Torre Eiffel.
- Esto es precioso -dijo ella.
- Lo es..., echaba de menos venir aquí.
- ¿A cuantas has traído ya? -preguntó Carmen con todo burlón.
- ¿Quieres saber la verdad?
Esa respuesta asustó a Carmen, no podía dejar de pensar que ella podría ser una más.
- Supongo... -susurró.
- Eres la primera chica a la que traigo aquí..., y espero que seas la única.
Estuvieron gran parte de la tarde paseando por los jardínes, incluso subieron a uno de los barcos que te pasean por el Senna.
Después, fueron a cenar a uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad, y al caer la medianoche, Harry la llevó de nuevo a la Torra Eiffel y allí, bajo las miles de luces que se alumbran cada noche, la besó.
- Te quiero, Carmen.
- Te quiero, Harry.

viernes, 20 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 28. Parte 2.

La navidad estaba a punto de terminar, los padres de Carrie y Alana, ya habían vuelto a España, y ellas, ya estaban completamente instalas en su nuevo piso de estudiantes.
Los chicos estaban de descanso, todavía no había empezado los ensayos para la gira, y tenían pocos compromisos a los que asistir, así que, pasaban la gran mayoría de su tiempo con las chicas.
Era una mañana fría y lluviosa de invierno, y el teléfono de Alana comenzó a sonar.
- ¿Zayn?
- ¿Qué tienes pensado hacer hoy?
- Malgastar mi tiempo contigo, seguir malgastando mi tiempo contigo, volver a malgastar mi tiempo contigo y...¡ah sí! Malgastar mi tiempo contigo.
- Mmmmm..., me gusta tu plan. ¿A qué hora paso a por ti?
- ¿Te parece bien en una hora? ¿Qué haremos?
- No sé, me apetece perderme contigo. Podemos ir sin rumbo.
- ¿Te espero en una hora?
- Sí. Te quiero.
- Y yo a ti.
Alana continuó preparando el desayuno, pero al poco rato el timbre sonó. Era Louis.
- ¿Qué haces aquí? ¿Has quedado con Carrie?
- No, ¿está durmiendo?
- Sí, por eso lo decía...
- Empiezo a pensar que la cama la hace más feliz que yo.
Alana estalló en carcajadas y se hizo a un lado para que el novio de su amiga entrara.
- ¿Quieres desayunar? -preguntó ella.
- No me vendría mal un café.
- Pues ve a despertar a tu novia mientras yo termino.
- Quieres que me mate, ¿verdad?
- Venga, que no es tan terrible.
Louis entró a duras penas al cuarto de Carrie, y tras muchos intentos, gritos, "no quieros" y "déjame o te dejo", Louis consiguió sacar a Carrie de la cama y llevarla hasta la cocina. Allí, ella al sentarse susurró:
- Ya os despertaré yo..., ya veréis que gracia...
- Deja de refunfuñar y come -dijo Alana mientras se levantaba- Yo me voy, tengo que terminar de prepararme para Zayn.
- O sea, que me he levantado para hacerte compañía... -le dijo Carrie a Louis- Esta no te la perdono...
Al poco rato, el timbre sonó y Alana fue corriendo a abrir a su chico. Los dos salieron y comenzaron a caminar, como ya  había dicho Zayn, sin rumbo alguno.
- ¿Sabes? -preguntó él.
- ¿Qué sé?
- Me encanta estar contigo, soy feliz solo con sentirte a mi lado.
Ella lo miró y no pudo evitar sonrojarse, y él, la acercó a sí mismo y rozó sus labios con los de ella.
- Eres preciosa.
- Te quiero, Zayn.
Siguieron caminando hasta llegar a una parada de metro, y allí a Zayn se le ocurrió una idea.
- Ven -le dijo.
Ella se paró en seco y tiró del brazo de su novio.
- ¿Estás seguro de que quieres entrar en el metro? Sabes que el 90% de tus fans lo utilizan como método de transporte, ¿verdad? Las probabilidades de llegar a nuestro destino enteros son demasiado reducidas.
- ¿Insinúas que tenemos que coger un taxi?
- Eso mismo insinúo.
- Pues no quiero.
Zayn arrastró a su novia hasta dentro de la estación, y allí, los dos cogieron el metro. Como era de esperarse, se encontraron con muchas de sus fans que en cada parada se reproducían.
Finalmente, llegaron a su destino.
- Bienvenida al Thorpe Park. -le dijo Zayn a su chica.
- ¿Podemos montarnos en todo? Esto es enorme -decía ella como una niña pequeña.
- En todo lo que tu quieras.
Los dos compartieron una tarde llena de besos, caricias, gritos y diversión que nunca olvidarían. Estaba claro que uno no era sin el otro y viceversa.

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 28.

Antes de salir de la casa de Harry y Louis, Carrie se acercó a Carmen.
- Carmen, ¿te pasa algo?
- ¿A mí? ¿Por qué?
- No sé, te noto dintante... Te echo de menos.
- No, claro que no me pasa nada, tonta... Pero pensé que estarías enfadada por no haberte contado lo que ocurrió con Louis.
- ¿Lo qué? ¿Lo de Mel?
- Sí, exacto.
- No tendría motivos para enfadarme contigo, cariño.
Las dos se abrazaron, y los chicos aparecieron por detrás.
- ¿Nos vamos? -preguntó Harry.
- Creo que nos están esperando, Niall ha llamado tres veces ya -comentó Louis despreocupado.
Los cuatro se despusieron a salir de la casa, Harry y Carmen se adelantaron, y Louis y Carrie iban más atrás. El móvil de Carrie comenzó a sonar.
- ¿Hola?...Ah, hola Ed...
La cara de Louis se puso roja de rabia, había pasado muchos celos por culpa de aquel chico.
- Sí, al final no fui...No, no me paso nada...No, es que me entretuve por el camino...
Louis cogió el móvil de Carrie y habló él.
- ¿Hola? ¿Como que quién soy? El novio de la dueña del teléfono, no me gusta que la rondes.
Colgó y acto seguido, le entregó de vuelta el móvil a Carrie, la cual, lo miraba perpleja.
- ¿Se puede saber que haces? Es mi amigo.
- Y yo tu novio.
- ¿Mi novio? ¿Quién ha decidido eso?
- ¿Quieres ser mi novia?
- Que dulce, me recuerdas a mi novio de primaria. Él también me lo pidió así.
- ¿Me estás llamando infantil?
- ¿Yo? Claro que no... Venga, vamos que llegamos tarde.
Carrie comenzó a caminar decidida, dejando atrás a Louis, él cual continuaba herido por las palabras de su chica.
A la hora de la comida, las 5 parejas: Danielle y Liam, Alana y Zayn, Chloe y Niall, Carmen y Harry, y Carrie y Louis; se encontraban sentadas en una mesa en el restaurante que solían frecuentar.
Ninguno de los allí presentes, excepto Alana, Zayn y Louis, sospechaba el motivo de por qué Carrie los había citado allí.
- Bueno, como habréis supuesto estamos aquí por algún motivo -dijo ella.
- Sí -contestó Alana- El motivo es que Carrie y yo, por fin tenemos un piso, y por fin nos vamos a quedar aquí.
Todos comenzaron a celebrarlo, era algo, que en cierto modo, llevaban esperando mucho tiempo.
- Pero eso no es todo -interrumpió Louis, mirándola.
Todas las miradas se volvieron a él y a Carrie, excepto las de Harry y Carmen, que los miraban con una gran sonrisa.
- Carrie, ha admitido por fin que no puede vivir sin mí. Estamos juntos.
Carrie le dedicó una mirada cómplice, pero con recochineo, recordando lo que le había dicho al salir de casa.
La comida continuó, estaban todos muy contentos y eso se notaba.
La primera pareja en irse, fue la de Liam y Danielle, ella tenía ensayos y Liam se ofreció a llevarla.



(He decidido dividir el último capítulo en 5 partes, así que entre hoy y mañana, subiré las 4 restantes)

jueves, 19 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 27.

Cuando Carrie salió del baño, Louis estaba tirado sobre su cama.
Ella se acercó lentamente a la cama y se acomodó sobre él.
- ¿En qué piensas? -le preguntó.
Él la miró, y mientras le acariciaba el pelo, sonreía.
- En que no puedo ser más feliz en este momento.
- ¿Ah sí? ¿Y eso?
- No sé, creo que una pequeña insoportable tiene la culpa.
- Te quiero, idiota.
Carrie se incorporó y se hizo a un lado.
- ¿Qué haces? -preguntó él.
- Dejarte ir a la ducha, no pensarás que nos vamos a quedar aquí toda la mañana.
Louis se levantó desganado y entró en el baño. Al poco rato, Carrie estaba acostada en la cama leyendo una revista.
- ¡Carrie! -escuchó desde el baño.
- ¿Qué pasa, Lou? -preguntó.
- ¿Puedes traerme una toalla del armario? Es que se me ha olvidado.
Carrie puso los ojos en blanco, fue hasta el armario, cogió la toalla y golpeó la puerta.
- Pasa -escuchó.
- No voy a entrar para verte desnudo.
- No quería eso, pervertida.
Louis entreabrió la puerta y cogió la toalla, cerró de nuevo la puerta y se la enrolló a la cintura.
- ¡Carrie! -volvió a llamar.
Ella se acercó de nuevo a la puerta y cuando Louis la escuchó al otro lado, abrió la puerta y la metió dentro del baño.
- ¿Qué haces? -preguntó ella.
- Es que te echaba de menos.
Comenzó a besarla, y fue bajando lentamente por el cuello. Ella, mientras tanto, se había subido al lavabo y rodeaba con sus piernas la cintura de él.
Ambos se estaban dejando llevar por el momento, pero escucharon como Harry entraba en la habitación y comenzaba a llamarlos.
- Louis, Louis, para, tenemos que salir.
Él se apartó y se apoyó en la pared, y ella, se bajó del lavabo y salió del baño.
- ¿Qué pasa, Harry?
- ¿Interrumpo algo? -preguntó él.
- No, solo estábamos discutiendo a donde ir... -mintió ella.
- Es la peor excusa que te he oído decir -dijo Louis, recién salido del baño.
Carrie le dedicó una mirada asesina y Harry se rió de la situación.
- Quería saber si os apetecía ir con Carmen y conmigo a desayunar, después iremos de compras.
- ¿De compras? -dijeron Carrie y Louis al unísono, con la pequeña diferencia, de que la voz de Carrie demostraba ilusión, y la de Louis, por el contrario, desesperación.
- ¿Estás seguro de que quieres ir de compras con dos chicas? ¿Te encuentras bien, Hazza?
- ¿Lou? ¿No quieres ir de compras? -Harry lo miró desencajado- ¿QUÉ LE HAS HECHO? DEVUÉLVEME A MI BOO BEAR.
- Yo no le he hecho nada, lo juro.
Mientras tanto, Zayn y Alana, estaban los dos en casa de ella.
- Ali, ¿te apetece hacer algo hoy?
- Mmmm...
- Ali, despierta, ya es casi de mediodía.
La chica asomó su cabeza entre las sábanas y la apoyó en el pecho de él.
- ¿Tenemo que movernos? Estoy demasiado cómoda aquí.
- Estoy preocupado.
- ¿Por qué?
- No sabemos nada de Louis y de Carrie, me pregunto que les habrá pasado.
- ¿Qué? Es verdad, ¿la escuchaste llegar esta mañana?
- No, no la escuché, por eso estoy preocupado.
Alana cogió una de las sábanas y la enrolló en su cuerpo, salió de su habitación dejando a Zayn allí, y fue a la de su amiga. Como era de esperar, la habitación estaba vacía.
- ¿Le habrá pasado algo? -preguntó él.
- No sé, voy a llamarla.
Y, por otro lado, Chloe y Niall, también estaban juntos.
- Buenos días, preciosa. -dijo él entrando con una gran bandeja en la habitación.
- ¿Y esto?
- Tengo que recompensarte todo este tiempo distanciados, déjame empezar haciéndote el desyuno.
- Te quiero,  Niall.
- Y yo a ti, Chloe.
Los dos estuvieron desayunando, hasta que el teléfono de ella comenzó a sonar.
- Es Alana -anunció ella- ¿Ali? ¿Qué pasa?
- No lo sé, Carrie me ha dicho que tenemos que ir todos al restaurante del otro día a comer, que tiene que contarnos algo.
- ¿Malo?
- No lo sé, solo me ha dicho que es importante.
- Vale, allí estaremos.
- ¿Qué pasó? -preguntó Niall.
- Tenemos que prepararnos, en un par de horas nos esperan para comer.
- ¿Y eso? ¿Ha pasado algo?
- Eso me gustaría saber a mí...







Como habréis podido notar, esta novela se acaba... de hecho, en el próximo capítulo pondré el final. Espero que os haya gustado.
Un besito ♥

martes, 17 de enero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 11.

En el capítulo anterior...
[Narra Kate]
- Lo último que haría sería hacerle daño, es demasiado importante para mí... ¿Y tú no tienes miedo de Harry?
- Sí, realmente sí, pero prefiero estar con él y disfrutar el momento. Si me hace daño lo mataré.
Los dos reímos y justo en ese momento salió Mery de su habitación.
- ¿Qué hacéis? -preguntó.
...
[Narra Mery]
Niall, al escuchar mi voz, se giró y se me quedó mirando.
- ¿Qué pasa? ¿Tan rápido te celas? -bromeó- Quizás debería remplantearme si quiero algo contigo...
- ¿Yo? ¿Celarme yo? Perdona, pero la que se lo va a replantear soy  yo.
Me encerré en el baño conteniendo las ganas de reírme, estaba completamente segura de que se había asustado y se había creído mi enfado.
- ¿Mery? Vamos, sal, estaba de broma - escuché como Niall golpeaba la puerta.
- ¿De broma? ¿De broma?
- Sí, eso he dicho, de broma.
Me mantuve en silencio ahogando mi risa.
- Mery, venga por favor, que estaba de broma.
No aguanté más, abrí la puerta y me empecé a reír, él me miraba desconcertado y Kate negaba sonriente con la cabeza.
- Yo también estaba de broma, pequeño irlandés.
- No puedes jugar así con mis sentimientos, no puedes.
- Claro que puedo. Deja de quejarte ya, y vámonos.
Los dos nos despedimos de Kate y salimos de nuestro pequeño apartamento.
- ¿A dónde me llevarás? -pregunté curiosa.
- A dar un paseo por el parque, después podemos ir al cine..., y después, si todavía no te has cansado de mí, te llevaré a cenar...
En ese momento juré morir de amor, era el chico que toda mujer querría.
- Eres un cursi, Horan...
- Sí, pero tu sonrisa aumentaba a medida que te decía lo que haríamos...
- No mientas, no aumentaba.
- Sí, lo hacía...
Estuvimos gran parte de la tarde, discutiendo por tonterías entre risas, hablando de nuestras cosas y conociéndonos mejor.
 Niall era un chico increíble, y la barrera que había intentado interponer entre nosotros, se iba haciendo más y más pequeña, a medida que la tarde avanzaba.
- ¿Sabes? -me preguntó.
- Dime.
- Nunca pensé que finalmente pasaríamos una tarde juntos y solos.
- Yo tampoco, pero no podía negarme más tiempo...
En ese momento, nos encontrábamos sentados en un banco. Él comenzó a acortar la distancia, poco a poco, podía sentir su aliento más cerca, hasta que finalmente, sus labios se posaron suavemente en los míos. Los dos llevábamos tanto tiempo esperando aquel momento los dos, que nuestras bocas se movían al compás de nuestros sentimientos. Era un momento realmente mágico.
Al separarnos, los dos nos quedamos en silencio, pero era un silencio cómodo, un silencio que mantenía la magia de momento.
Él jugaba con mi pelo y yo apoyaba mi cabeza en su hombro.
- Te quiero -se atrevió a romper el silencio.
- Nunca pensé que te diría esto..., yo también te quiero.
Al poco rato, nos levantamos de aquel banco y nos dirigimos al cine, allí él tuvo que pararse a atender a unas fans y después, entramos a ver una película de miedo.
En la mitad de la película, noté como estaba asustado.
- Niall... -susurré.
Él al escucharme saltó en su asiento y yo no pude evitar reírme.
- ¿Tienes miedo? Oh, por favor...
- No, claro que no tengo miedo.
Me reí de él y volví a acomodarme en su hombro.
Después de ver la película, no nos apetecía ir a un restaurante, así que decidimos ir a su casa y cenar allí.
- Siéntate por ahí, voy a prepara algo -me dijo.
- No, te ayudo, no quiero que me envenenes el primer día...
[Narra Molly]
Era de noche, llevaba ya dos días sin poder dormir, no podía sacarme de mi cabeza la imagen de Zayn besando a otra chica, y él no dejaba de llamarme.
Había decidido ver películas de amor para entretenerme, pasaban las horas y yo no podía dejar de llorar.
El teléfono comenzó a sonar y contesté sin mirar.
- ¿Sí? -dije con la voz temblorosa.
- ¿Molly? -era Zayn.
- Ah, hola.
- ¿Por qué no me contestas cuando te llamo? ¿Por qué no apareciste?
- No tengo ganas de hablar, adiós.
Colgué el teléfono y me quedé observándolo unos minutos, no entendía como podía ser tan hipócrita. Mery había tenido razón con respecto a lo que eran los famosos.
Decidí continuar viendo la televisión, pero al poco tiempo, llamaron a la puerta, en un primer momento no tenía pensado levantarme a abrir, pero insistían una y otra vez.
- Ya voy, ya voy.
Corrí hasta la puerta, y cuando abrí, allí estaba él.
- Zayn, ¿no te he dicho ya que no tengo ganas de hablar?
- Pero yo necesito hablar contigo.
Me apartó hacia un lado y entró en mi casa cerrando la puerta tras él.

sábado, 14 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 26.

Carrie comenzó a ponerse nerviosa, le inquietaba estar tan cerca de Louis, estaba segura de que sus sentimientos no la dejarían mantener esa distancia demasiado tiempo.
- Podemos hablar sin que me agarres -dijo ella intentando soltarse.
- Solo si me prometes que me vas a dejar hablar, que no me vas a interrumpir y que no vas a intentar huir.
Ella inspeccionó la mirada de él, era una mirada cargada de miedo. En ese momento, ella comprendió que lo que Louis le quería decir, era muy importante para él.
- Te lo prometo.
Louis la soltó despacio, vigilándo que en ningún momento ella hiciera el amago de marcharse.
- Lou, puedes soltarme. Te juro que no me voy a escapar.
Él terminó de soltarla, y ella se sentó en el sofá.
- ¿Y bien?
La miró, estaba apunto de recuperar a la chica de sus sueños..., pero, ¿y si ella ya lo había olvidado? ¿Y si ella se enfadaba por haber esperado tanto tiempo para decírselo?
- ¿Lou? ¿Sigues ahí?
- Sí, lo siento, estaba pensando...
- A ver, ¿de qué querías hablarme? -insistió ella con una gran sonrisa.
Carrie también estaba asustada, tenía miedo de que lo único que quisiera Louis, fuera pedirle ser amigos, solo eso. Pero no podía demostrarlo, no ahora, se había mantenido fuerte demasiado tiempo.
-¿Te acuerdas de Melissa?
Escuchar ese nombre, solo produció que las ganas de huir de allí aumentaran en Carrie, pero sonrió y asintió para que él continuara.
- Bien, pues solo quería decirte que ella y yo...
- Louis, no me tienes que dar explicaciones, no pasa nada.
- No, déjame hablar, no empieces.
Ella volvió a asentir, y Louis volvió a comenzar de nuevo.
- Melissa y yo, solo somos amigos.
Esas palabras desconcertaron a Carrie, no entendía nada, no entendía por qué se lo habían callado tanto tiempo.
- Eso es lo que llevo intentando decirte desde que volviste, que es solo mi amiga, que en mi vida solo existe una mujer y que esa mujer eres tú, que apareciste en mi vida hace demasiado tiempo y que no es tan fácil sacarte de aquí dentro.
Carrie continuaba desconcertada, no sabía que decir, no sabía que pensar.
- Carrie, te quiero.
Esas palabras destruyeron por completo el caparazón que Carrie había intentado contruír aquellas semanas, todo había acabado.
- Lou...
No fue capaz de articular palabra, así que se limitó a acercarse a él y demostrarle todo lo que sentía con un cálido beso, un beso que los dos llevaban esperando demasiado tiempo, un beso que ninguno de los dos quería que acabara nunca.
Aquel beso hizo que todas y cada una de las ideas de ella, se ordenaran lentamente, lo quería, lo quería como nunca había querido a nadie, y al igual que ella para él, él había aparecido en su vida hace demasiado tiempo y no era fácil sacarlo de sus pensamientos.
- Te quiero, Lou.
Él pasó una de sus manos por el pelo de ella y le sonrió.
En aquel momento los dos derrochaban felicidad, nadie podía estropear aquel momento.
- ¿Quieres desayunar? -le preguntó.
- Sí, ¿pero tiene que ser aquí? Tú casa me intimida, es demasiado grande.
- No, espera, iré a vestirme y nos vamos.
En ese momento ella se dio cuenta de que llevaba la misma ropa que el día anterior.
- Louis, no podemos ir a ningún sitio.
- ¿Por qué? -preguntó él.
- ¿En serio pretendes que lleve puesta esta ropa dos días seguidos?
Louis se rio.
- Puedo dejarte yo ropa, más o menos tenemos la misma talla..., pero creo que será mejor idea que vayas a por algo a la habitación de Harry, allí Carmen tiene algo de ropa.
- ¡Qué vergüenza! Vete tú, yo te espero aquí.
Louis salió de su habitación y se dirigió a la de Harry, allí nada más abrir la puerta, vio como Harry y Carmen estaban en su cama.
- ¡Bueeeeeeeeeeeeeeeenos días!
Carmen se asustó y, aunque no se le veía nada, se tapó más aún con las sábanas.
- Louis, ¿se puede saber que haces aquí? -preguntó Harry.
- Vengo a por ropa para Carrie. ¿Te importa que te coja algo, Carmen?
- No, está ahí toda mi ropa.
Louis se dirigió a donde le había indicado la chica, y cogió unos pantalones y una camiseta.
- Bueno, os devuelvo la intimidad - salió, pero cuando iba por la mitad del pasillo, volvió corriendo y abrió la puerta - Solo os voy a decir una cosa, no quiero ser un tío adolescente.
- ¿Adolescente? Creo que tú ya no eres de eso...
- Oh..., Hazza..., ese ha sido un golpe demasiado bajo...
Cerró cabizbajo la puerta, pero Harry salió con una sábana envuelta en la cintura tras él.
- ¡Boo Bear! ¡No te enfades!
- ¡Déjame! ¡Deja de jugar con mis sentimientos!
Los dos llegaron a la habitación de Louis entre gritos, y Carrie los miró con desaprovación.
- Vaya, así que ahora te pones a la defensiva porque me has cambiado por esta...
- ¿Como que esta? -dijo él- a Carrie me la respetas.
- ¿Que la respete? Nunca ma habías hablado así... -contestó Harry, fingiendo dolor.
- Bueno..., yo creo que aquí sobro... -dijo ella.
Cogió la ropa de manos de Louis, y entró en el baño.
- Por tu culpa se me ha colado en el baño -le dijo Louis a Harry.
- Sí, pero ahora puedes darme amor sin ningún testigo.
- ¡Os estoy escuchando! -gritó ella desde el baño causando la risa de los dos.

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 25.

- De verdad, no entiendo como Edward puede querer acercarse a ti, eres insoportable.
Carrie lo miró con rabia y abrió la puerta.
- ¿Qué haces? -preguntó él.
- Adiós, Louis.  No quiero que tengas que aguantarme.
Carrie salió del coche y empezó a caminar sin dirección. La carretera estaba oscura, había nieve y pasaban pocos coches.
Louis desde el coche, se maldecía por ser tan bocazas, pero tampoco entendía por qué le había dolido tanto aquel comentario.
Arrancó y empezó a caminar con el coche despacio, para mantenerse a la altura de Carrie.
- Carrie, sube, venga, lo he dicho sin pensar.
- Lo has dicho sin pensar, pero porque es lo que piensas...
- Que no, que no lo pienso. Venga, vamos a casa.
- No quiero.
Carrie empezó a caminar más rápido, pero el frío empezaba a calar en ella.
- Carrie, te vas a congelar. Sube ya.
- Que no quiero, que me dejes.
En ese momento, Carrie resbaló por culpa del suelo mojado, y se cayó  en medio de la nieve.
Louis bajó del coche y se acercó a ella para ayudarla.
- ¿Ves? Te lo dije, ahora está empapada.
Ayudó a que se levantara, se quitó su chaqueta y se la puso encima.
- Ven, vamos.
La metió dentro del coche, y entró el también. Al poco rato del camino, Carrie se había quedado dormida, y Louis, para no despertarla, decidió llevarla a su casa.
Al llegar a casa, la cogió en brazos y la subió hasta su habitación. En el salón estaban Carmen y Harry.
- ¿Qué pas... -intentó preguntar Carmen.
- Shhh, ahora vengo. -susurró Louis.
Al llegar a la habitación, al colocó cuidadosamente sobre la cama, la descalzó y la tapó. Él se cambió de ropa y bajó al salón de nuevo.
- Se ha quedado dormida y me daba pena despertarla.
- ¿Dónde habéis estado toda la noche? -preguntó Harry preocupado.
- Eso, Alana se ha ido preocupada a casa.  -dijo Carmen.
- Pues estuvimos discutiendo toda la noche, ella quería ir a la fiesta..., o tal vez no, no lo sé.
- ¿Por qué? -insistió el rizos.
- Porque no sé, no me quería decir por donde se iba a la fiesta. Y bueno, terminamos la discusión, ella empapada en la nieve y yo trayéndola a casa dormida.
- ¿Te has parado a pensar en que Carrie no te quería decir la dirección para estar contigo? -dijo Carmen.
- Hazle caso a mi chica, ella sabe de eso.
- No creo, me odia demasiado.
- No te odia Louis, claro que no te odia.
- En fin, me voy a dormir. Buenas noches, pareja.
- Creo que deberías intentar hacer que te escuchara, dile la verdad. -dijo Harry.
- No es tan fácil... -contestó él abandonando la habitación.
Louis subió de nuevo a su habitación y se recostó sobre el sofá, no pudo evitar quedarse mirándola mientras dormía, parecía un ángel.
A la mañana siguiente, cuando Carrie se despertó, estaba en la habitación de Louis. Se incorporó un poco, y lo vio a él tumbado en uno de los sofás.
- Buenos días, pensé que no te despertarías nunca.
- ¿Has dormido ahí?
- Realmente no he dormido nada en toda la noche...
- Lo siento..., podrías haberme despertado. No quería ser una molestia..., otra vez.
Ella se levantó y comenzó a buscar su calzado, solo quería salir de allí, no quería molestar más a Louis.
- ¿Buscas esto? -preguntó él con uno de sus zapatos en las manos.
Ella se acercó para cogerlo, pero él, cuando la tenía lo suficientemente cerca la acercó a él.
- Ahora me vas a escuchar -dijo.
Carrie comenzó a ponerse nerviosa, le inquietaba estar tan cerca de Louis, estaba segura de que sus sentimientos no la dejarían mantener esa distancia demasiado tiempo.
La noche anterior, después de que Chloe hablara con Carmen, se encontró a Niall de camino a casa.
- ¿Niall? ¿Qué haces?
- Déjame -contestó él.
Chloe nada más acercarse a él, pudo notar que su aliento estaba cargado de alcohol.
- ¿Qué has hecho? -preguntó ella intentando levantarlo.
- No quiero perderte..., no puedo... -repetía él una y otra vez.
Llegado un momento, Chloe desistió, no era capaz de levantarlo y se sentó a su lado.
- ¿Por qué no me lo has dicho antes? -preguntó.
- ¿Que no quiero perderte?
Ella asintió y él, se apoyó en su hombro.
- Porque era tu decisión, dos no pueden estar juntos si uno no quiere.
- ¿Como puedes decir eso? Yo pensé que eras tú el que quería dejarme.
Niall se incorporó y la miró directamente a los ojos.
- ¿Como puedes pensar eso, Chloe?
- No lo sé..., estabas distante..., ya no era lo mismo de antes.
- Yo pensaba que eras tú la que ya no me quería, la que se había cansado de todas mis imperfecciones...
- Niall, no vuelvas a decir eso. Todas tus imperfecciones, como tú dices, te hacen ser la persona más perfecta del mundo.
- No, tú eres perfecta.
Aquella conversación, terminó el beso más cargado de sentimientos, que se habían dado hasta el momento. Estaban seguros, de que eran el uno para el otro, al menos, en aquel momento.











Amores! Si hay alguien a quien no aviso, y quiere que la avise cuando suba, dejadme vuestro twitter y lo haré :)

viernes, 13 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 24.

Después de intentar deshacerme de Louis, no me fue posible, así que me acompañó hasta la habitación de mi madre. Podría jurar que se alegró más de verlo a él, que de verme a mí.
Después de despedirnos de ella, bajamos en silencio hasta el hall.
- ¿Me odias? -me preguntó.
Claro que no lo odiaba, es imposible odiar a la persona que amas.
- Lo justo y necesario.
Él se rio y me abrió la puerta para que pasara. Salimos a fuera y yo comencé a mirar a todos los lados, no veía ningún coche esperándonos.
- ¿Dónde están?
- Ah, ¿no te lo he dicho? Ellos ya se han ido, tú y yo vamos en mi coche.
- ¿Lo haces para que Edward vea como llego en tu coche? Lo siento, prefiero ir en taxi.
Me acerqué a la acera para parar un taxi, pero él me cargó en su espalda y me llevó hasta su coche. Todo el camino a su coche, me lo pasé gritando, pegándole en la espalda y arañándole como podía cualquier parte de su cuerpo.
- ¿Ves? Eres una infantil.                                                
Me dejó en el suelo, abrió la puerta e hizo un gesto para que entrara, pero yo me mantuve con los brazos cruzados observándole.
- ¿Vas a hacer que te haga entrar a la fuerza?
- No serás...
Antes de terminar de hablar ya me había metido dentro del coche, y él se encontraba dando la vuelta para entrar por el otro lado.
- ¿A dónde hay que ir? -preguntó.
Yo me mantuve en silencio y él arrancó.
- ¿A dónde se supone que vas? -pregunté.
- No sé, no quieres decirme la dirección.
Me mantuve en silencio, quería ver que hacía. Estuvimos durante 10 minutos en silencio, yo estaba sentada con los brazos y cruzados, y notaba como la paciencia de él se iba acabando poco a poco.
-  Carrie, te lo voy a pedir por favor.
Lo miré.
- Dime-a donde-tenemos-que ir.
Mientras tanto, en la fiesta...
Chloe y Niall, llevaban varios días distanciados, él tenía miedo de perderla y ella, tenía miedo de que ya no la quisiera.
- Niall...
- ¿Quieres hablar?
- Supongo...
Los dos salieron de aquella casa y se sentaron en la calle.
- ¿Qué nos está pasando? -preguntó ella.
- No lo sé, Chloe...
- Cada vez estamos más lejos...
- Y hablamos menos...
- Creo que es mejor darnos un tiempo...
Niall la miró, él no quería eso, pero si eso era lo que ella quería, no se lo iba a negar.
- Sí, supongo que será lo mejor.
Niall se levantó y volvió a entrar en la casa.
Harry y Carmen, estaban en un sofá los dos muy juntos, pero Niall se acercó a ellos.
- Hazza, ¿dónde está Louis? Necesito pedirle que me lleve a casa.
- Ni idea, pregúntale a Zayn, creo que todavía no ha llegado.
Niall se acercó a Zayn y éste se ofreció a acompañarlo a casa, ya que Alana también quería irse.
- Harry, ¿no has visto raro a Niall? -preguntó Carmen.
- Sí, ¿tú también lo has notado?
- Sí... Oye, ¿has visto a Chloe?
- No, la verdad es que no...
- ¿Te importa si la voy a buscar?
- No, claro que no. Yo llamaré a Louis, estoy preocupado.
- ¿Todavía no han llegado?
- No, empiezo a pensar que se han peleado y han acabado mal los dos...
Carmen le dio un beso suave a su novio y se alejó en busca de Chloe. Después de buscarla por toda la casa, decidió coger su chaqueta y buscarla fuera.
Le preguntó a varias personas si la habían visto, pero la encontró unos portales más abajo.
- Hey, ¿qué pasa, Chloe?


jueves, 12 de enero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 10.

En el capítulo anterior...
- Así que le dijiste al taxista que te llevara a casa de Niall, ¿eh? Vaya, para odiarlo tanto como dices, no dejas de pensar en él...JAJAJAJAJAJAJA
- Kate, vete a dormir, no vayamos a tener un disgusto.
- ¿Me estás amenazando?
- Buenas noches, Kate.
- Esto es muy gracioso, no te puedes imaginar lo muy gracioso que es.
Escuché como se alejaba riéndose, pero no podía contradecirla, tenía toda la razón del mundo.
Aquella noche no tardé en quedarme dormida, y a la mañana siguiente, el ruido de mi teléfono me despertó.
...
Cogí el teléfono sin mirar y contesté.
- ¿Sí?
- Buenos días, ¿qué tal has amanecido hoy?
- Todavía no he amanecido, déjame dormir...
- Espera, escúchame.
- ¿Qué quieres ahora Niall?
- ¿Recuerdas lo que me dijiste ayer?
- ¿A qué te refieres? Te dije muchas cosas.
- A la parte de que si tenías tiempo no te negabas a una cita conmigo.
- Hoy trabajo toda la tarde...
- En el Milkshake, ¿verdad?
- Sí, ¿por qué?
- He hablado con tu jefe, ya sabes que somos amigos y te ha dado el día libre.
- ¡Niall!
- ¿Qué?
- Que no puedes hacer eso, es trampa.
- No es trampa, es estrategia... ¿Cuando paso a por ti?
- Déjame arreglarme un poco, ¿no?
- Está bien..., en unas pocas horas iré a por ti. Pero estás preciosa con cualquier cosa...
- Que dulce estás esta mañana, ¿no?
- Me pone de buen humor escuchar tu voz nada más levantarme...
- No seas tonto. Te espero, entonces.
- Adiós, princesa.
- Adiós, Niall.
Irremediablemente no pude dejar de sonreír con cada una de sus palabras.
Niall merecía la pena y no podía seguir negando que me gustaba, además, era imposible hacerlo ya, él no dejaba de hacer cosas que cada día hacían que lo adorara más, pero no podía evitar tener miedo, al fin y al cabo, él era famoso y tenía a mil chicas detrás mucho más guapas que yo.
Decidí dejar de pensar y levantarme para ir a desayunar.
- Bueeenos días. -dije nada más entrar en la cocina.
Noté como Kate me miraba con sorpresa.
- ¿Te encuentras bien? -me preguntó.
- Mejor que nunca, ¿por qué?
- No hay clase, cuando no hay clase te levantas una hora antes de ir a trabajar.
- Pero es que hoy no trabajo y no sabía a que hora levantarme... -bromeé.
- ¿Como que no trabajas? Hoy tienes que ir al Milkshake.
- Tenía, querrás decir. Niall llamó a Fred y le pidió que me diera el día libre, y bueno, Fred no pudo sucumbir a sus encantos...
- Vaya, creo que conozco a otra que tampoco ha podido hacerlo...
- No, fue él el que no pudo sucumbir los míos.
- Claaaro..., me voy he quedado con Harry.
[Narra Kate]
Salí de la cocina y me dirigí a mi habitación.
Harry y yo, nos habíamos conocido gracias a Mery, conocerla a ella fue una de las mejores cosas que me habían pasado hasta ese momento, y conocerlo a él también.
Harry era diferente, era el único chico que me hacía sentirme especial y única, era adorable conmigo.
Esa mañana Harry me había llamado para decirme que no hiciera planes, que pasaría a por mí antes de comer.
Me vestí con unos vaqueros, una chaqueta de lana y unas botas, y salí al salón a ver la televisión, tenía que hacer tiempo de alguna forma.
Antes de que Harry llegara, escuché el timbre, era Niall.
- Hola, Niall. -dije.
- Hola, Kate. ¿Mery?
- Mery todavía no ha terminado de vestirse, creo que está en la ducha. Pasa.
Me hice a un lado y Niall entró, se sentó en los sofás y se puso a ver la televisión conmigo.
- Así que, por fin Mery y tú vais a tener una cita...
- Sí, eso parece...
- Ni se te ocurra hacerle daño, no me gustaría tener que darle la razón...
- ¿La razón?
- Sí, ya sabes, dice que eres un famoso y que los famosos sois todos iguales, y que terminarás haciéndole daño.
- Lo último que haría sería hacerle daño, es demasiado importante para mí... ¿Y tú no tienes miedo de Harry?
- Sí, realmente sí, pero prefiero estar con él y disfrutar el momento. Si me hace daño lo mataré.
Los dos reímos y justo en ese momento salió Mery de su habitación.
- ¿Qué hacéis? -preguntó.

miércoles, 11 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 23.

Alana y yo llegamos al hotel, yo subí corriendo a mi habitación, tenía que ir perfecta y no soloi por el hecho de que fuera Louis.
Entré en mi habitación y me puse a rebuscar entre mis cosas, allí tenía que tener algo que me sirviera. Cuando estaba buscando, me di cuenta de que no sabía exactamente que tipo de fiesta era, así que decidí llamar a Ed.
- ¿Carrie? ¿Qué pasa?
- No, nada, era solo para saber que tipo de fiesta es. No sé que ponerme...
- Ah, es una fiesta normal, ven con ropa de calle.
- Oye, por cierto..., como ya sabrás, los chicos son famosos y...
- No te preocupes, conozco a todos los que van y créeme que no habrá problemas.
- Perfecto. Nos vemos allí, entonces.
- Hasta la noche.
Volví a dirigirme a la maleta, todavía no la había deshecho y total, en los próximos días empezaría a llevarlo todo al piso.
- ¿Se puede? - era Alana.
- Sí, claro, pasa.
Me hice a un lado y Alana entró y se sentó en la cama, yo mientras, me volví a sentar en el suelo para rebuscar en la maleta.
- Carrie, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Si no tiene nada que ver con Louis, sí.
- En cierto modo puede que sí...
La miré extrañada y me senté frente a ella.
- Habla, ¿qué pasa?
- No, ¿qué te pasa a ti?
- ¿A mí? Nada...
- ¿Qué quieres con Edward? ¿Vas a utilizarlo?
- ¿A utilizarlo? No, claro que no. Edward es solo un amigo, nada más.
- ¿Estás segura de que no lo haces para poner celoso a Louis?
- Ali, no te confundas, tanto Edward como Louis, son simplemente amigos. Y además, no entiendo por qué iba a poner celoso a Louis, él tiene una novia.
- Sobre eso...
- Déjalo ya, no quiero saber nada más. ¿Qué te vas a poner?
- Todavía no lo sé... ¿Me dejas algo?
- Con la condición de que me ayudes a encontrar algo para mí.
Las dos horas siguientes, Ali y yo, las pasamos buscando algo para ponernos esa noche, habíamos tardado menos si no fuera porque Alana no se conformaba con nada.
- Perfectas. -dijimos las dos a la vez frente al espejo.
Alana, había decidido llevar esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=42081270&.locale=es y yo esto http://www.polyvore.com/cgi/set?id=42081108&.locale=es.
- ¿Has avisado a tu madre? En el fondo me da pena quedarnos aquí...
- He estado pensando sobre eso...
- ¿No quieres quedarte?
- No, todo lo contrario, claro que quiero. Pero, podrían volver ellos solos a España y traernos el resto de las cosas y después, quedarse unos días aquí.
- Pero el trabajo...
- Pueden pedir una semana, no creo que se la nieguen... Además, mi madre no tiene trabajo...
- Bueno, podría ser... Entonces, ¿has avisado a tu madre de que salimos?
- No, ahora voy. ¿Nos vemos abajo?
- Sí, no tardarán en llegar.
Me despedí de Alana, y salí hacia el ascensor para bajar dos plantas e ir a la habitación de mi madre. Mi sorpresa fue, que cuando el ascensor se abrió, dentro estaba Louis.
- ¿Qué-haces-aquí?
- Te noto irascible, ¿qué pasa? ¿no te alegras de verme?
- No, la verdad es que no. ¿A donde vas?
Entré en el ascensor y me puse al lado de los botones de los pisos.
- He venido a buscarte.
- ¿A buscarme? Pensé que habíamos quedado abajo.
- Sí, pero tengo que hablar contigo un par de cosas...
- Vaya, yo contigo no tengo nada que hablar.
Pulsé el botón del piso de mis padres y el ascensor comenzó a bajar.
- No entiendo a que viene tu actitud.
- ¿Mi actitud? ¿Qué actitud? Siempre he sido así, igual es que no me conoces como piensas.
- Te conozco más de lo que tú piensas...
- Vaya por dios, ¿has estado espiándome todos estos años?
- ¿Qué pasa? ¿Te gustaría que lo hicieras?
- No, lo digo para tener excusas para ponerte una orden de alejamiento.
- Deberías ponérsela al tal Edward, no a mí. Lo he pillado mirando a donde no debía varias veces.
Me giré para mirarlo y él estaba haciendo exactamente eso, mirando a done no debía. Él se puso nervioso, se lo noté y yo empecé a reírme.
- Eres una infantil...
- Sí, por eso voy a despedirme de mi madre. Adiós.
La puerta se abrió y yo salí, pero él comenzó a perseguirme. Me paré en seco y giré sobre mí misma.
- Tomlinson, ¿a donde vas?
- A saludar a tu madre.
- ¿No te cansas?
- ¿De qué?
- De ser tan insoportable.
- La verdad es que nunca me lo he planteado...
- Deberías hacerlo.

martes, 10 de enero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 9.

Al entrar en el salón, Kate me sonrío y Molly me indicó que me sentara.
- Por fin, llevo aquí dos horas esperando que llegues para que me cuente que ha pasado. -dijo Kate.
- Lo siento, tuve un pequeño percance con la dirección...
- ¿Qué percance? -insistió Kate.
- Nada, algo sin importancia... -me giré hacia Molly- ¿Qué pasó? No entendí nada.
- Yo tampoco, habla.
 - Esta tarde...-empezó a temblarle la voz- habíamos quedado..., cuando iba de camino al lugar donde nos íbamos a encontrar, pasé por un parque y lo vi..., estaba con otra...
Kate se acercó a Molly, y se sentó junto a ella pasándole un brazo por la espalda.
- Pero, igual era una amiga... -dije yo.
- Zayn no besa a sus amigas..., ¿no? Por lo menos a mí no...
Imité a Kate y me coloqué a su otro lado.
- Lo siento, cariño...
- Pero, ¿te vio? O sea, quiero decir, no fuiste al lugar donde habíais quedado, ¿no? -dijo Kate.
- No, claro que no fui, y tampoco me vio.
- ¿No te vio?
- No, me llamó cuando "llegaba media hora tarde", pero obviamente, no contesté.
- ¿Volvió a insistir? -pregunté.
- Sí, dos, tres, cuatro..., cinco veces...
En ese momento el teléfono de Molly sonó. Ella se levantó, miró quien llamaba y volvió a dejarlo sobre la mesa.
- Es él, otra vez...
- Pero no lo entiendo, Zayn no tiene pinta de ser esa clase de chico...
- Es famoso, ¿que le pides? -recriminé.
- Oh, vamos, Mery, no seas idiota.
- No lo soy, sabes de sobra que es lo que pienso sobre esos cinco.
- Que tú intentes evadir a Niall por miedo, no quiere decir que lo sean.
- Yo no intento evadir a nadie, Katherine.
- Harry no es así, Harry es un amor.
- No lo es de momento, espera un poco y ya verás.
- Chicas, no discutáis... -susurró Molly.
El móvil volvió a sonar y esta vez, Kate lo cogió y contestó.
- ¿Sí?...No, soy Kate...¿Molly? Sí, ahora se pone.
Kate se acercó a Molly y le tendió el teléfono.
- Contesta, no vas a estar esquivándolo toda la vida.
Molly miró el teléfono, miró a Kate y me miró a mí, yo asentí y ella cogió el teléfono.
- ¿Sí?...No, Zayn, no he querido ir...pues porque no, porque estaba ocupada haciendo otras cosas...da igual, no tengo tiempo. Adiós.
Kate y yo, la mirábamos sin entender nada, pensábamos que le iba a echar en cara todo lo ocurrido, pero no, se limitó a mentirle, como si no tuviera el mínimo interés de verlo.
- ¿Por qué has hecho eso? -preguntó Kate.
- Porque no quiero que se piense que me duele verlo con otras, somos amigos, solo eso.
- Si eso es lo que quieres... -dije yo- Bueno, será mejor que Kate y yo nos vayamos. Mañana nos vemos.
Las dos nos despedimos de Molly y salimos de allí camino a casa.
- ¿Por qué has llegado tarde? No pienso creerme que te has perdido.
- No me he perdido, simplemente me confundí al decirle la dirección al taxista...
- ¿A dónde le dijiste?
No podía decirle la verdad a Kate, si le decía que le había dado la dirección de Niall, tendría que reconocer, también, que se la había dicho porque estaba pensando en él, porque pienso en él todo el día, porque no hay otra persona que ocupe mis pensamientos... Así que, decidí decirle lo primero que se me pasó por la cabeza.
- Al Centro Comercial...
- ¿A cual?
- ¿Tanto te interesa? Que más da, el caso es que llegué a casa de Molly.
- Que susceptible estás...
En ese momento, el móvil de Kate sonó, era Harry.
- ¿Harry?...Hola... -había puesto cara de estúpida nada más escuchar su voz y yo no pude evitar reírme- ¿Qué? ¿Qué Niall quiere saber si llegó bien a junto nuestra?...Ah, ¿que fue a vuestra casa?
Ahora la que se reía era ella y yo empecé a caminar más rápido, para esquivarla. Llegué antes que ella a casa, casi corriendo, entré en mi habitación y cerré la puerta. Pero a los pocos minutos la escuché al otro lado de la puerta.
- Así que le dijiste al taxista que te llevara a casa de Niall, ¿eh? Vaya, para odiarlo tanto como dices, no dejas de pensar en él...JAJAJAJAJAJAJA
- Kate, vete a dormir, no vayamos a tener un disgusto.
- ¿Me estás amenazando?
- Buenas noches, Kate.
- Esto es muy gracioso, no te puedes imaginar lo muy gracioso que es.
Escuché como se alejaba riéndose, pero no podía contradecirla, tenía toda la razón del mundo.
Aquella noche no tardé en quedarme dormida, y a la mañana siguiente, el ruido de mi teléfono me despertó.

lunes, 9 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 22.

En el coche de Louis...
- Es que no lo entiendo, no lo entiendo.
- ¿Qué pasa, Lou?
Louis no dejaba de hacer aspavientos y de protestar mientras conducía, y Alana, sentada en la parte de atrás del coche, no dejaba de mirar a Zayn y reírse con él.
- Es que no lo entiendo, ¿por qué se va con él?
- No lo sé, ¿tú lo sabes, Ali?
- No, yo tampoco.
- ¿No podíamos ir a buscar pisos solos? ¿Por qué tuvo que aparecer ese?
- Lou, ¿quieres tranquilizarte? Sigue al coche que aún los vamos a perder de vista.
(Narra Carrie.)
- Este chico es tonto, ¿Qué se supone que hace?
Al mirar por el retrovisor, me había encontrado con que Louis estaba adelantando a todos los coches que teníamos de separación, a una gran velocidad.
- Supongo que no querrá perderse, pero si sigue así, dudo que llegue entero. ¿Es tu novio?
- No, claro que no es mi novio. ¿Por qué?
- Porque cuando dijiste que vendrías conmigo, te fulminó con la mirada.
- Digamos que no sabe lo que quiere, pero él ya tiene novia...
- ¿Te molesta?
- ¿Lo qué?
- Que tenga novia.
- No, ¿por qué?
- No sé, supongo que quiero cerciorarme de que puedo invitarte esta noche a una fiesta.
- ¿Esta noche? No sé si será buena idea...
- ¿Por qué?
- No sé, si me dará tiempo...
- Hemos llegado.
Los dos bajamos del coche y esperamos a que Ali, Zayn y Louis, hicieran lo mismo. Louis nada más vernos allí parados, se posicionó entre los dos disimulamente.
- Vaya, esto está realmente cerca de nuestra casa. ¿Has visto Zayn?
- Sí, me encanta...
Zayn abrazó a Alana por la espalda, y Louis me miró, pero yo para esquivar su mirada, hablé.
- Bueno, ¿cual es el piso que se vende? -pregunté.
- El 4º, el dueño vive en el 6º. Vamos a hablar con él.
- No queremos molestar, Ed, ya puedes irte. -dijo Louis.
- No, no es ninguna molestia, prefiero quedarme.
Louis puso cara de fastidio y se acercó a Zayn y Alana, meintras Edward y yo, íbamos hablando de nuestras cosas.
Subimos hasta donde el dueño del piso, y él nos llevó al que se vendía. Era un piso amplio, con unas bonitas vistas al Londres de las afueras.
Estaba apoyada en una de las ventanas, mientras Zayn y Alana hablaban con el vendedor.
- ¿Te gusta? -oí una voz a mi lado.
Me giré y allí estaba Edward, mirándo por la ventana con una gran sonrisa.
- Sí, es perfecto. Creo que no necesitamos buscar más.
- Será un placer tenerte como vecina.
- Lo mismo digo...
- Por cierto, ahora que ya habéis elegido un piso... ¿Aceptas venir a la fiesta?
- ¿Una fiesta? ¿Dónde? ¿Puedo ir? -ese era Louis.
Lo fulminé con la mirada, no entendía a que venía aquel comportamiento conmigo.
- Lou, ¿podemos hablar un momento?
Lo aparté lejos de Ed, y lo arrinconé contra una esquina.
- ¿Se puede saber que estás haciendo?
- ¿Yo? Nada, hacerme amigo de tu amigo.
- Sabes muy bien a que me refiero, ¿qué pasa? ¿No tienes planes con Mel?
La última palabra la pronuncié con desprecio, y él, lo notó. Juraría que aquellas palabras desencajaron su cara.
- No, de eso te quería hablar...
- Louis, no hace falta que me des explicaciones. Te entiendo, yo me fui y tú búscaste a otra, ni siquiera sé que estoy diciendo..., tú y yo no teníamos, ni tuvimos nunca nada.
- Déjame explicarte, por favor.
- Que no, ya está. Seamos amigos, ¿vale?
- Si eso es lo que quieres...
Forcé una sonrisa y volví a donde estaba Ed, pero justo cuando yo llegaba a él, escuché un portazo.
- ¿Qué le ha pasado a tu amigo?
- Tenía que irse, había quedado con su novia.
- Dile que si quiere puede ir hoy, que no hay ningún problema.
- Está bien, se lo diré.
El resto de la tarde, lo pasamos firmando papeles y hablando con el dueño del piso. El día siguiente nos instalaríamos, y volveríamos a España a pasar lo poco que quedaba de navidades.
- Bueno chicos, yo me voy al hotel, tengo que prepararme para la fiesta de esta noche.
- ¿Fiesta? -preguntó Ali.
- Sí, una fiesta de Edward...
- Podéis venir todos, tengo entendido que sois un gran grupo. -interrumpió él.
- No es mala idea, ¿tú que opinas? ¿Te molesta? -me preguntó Zayn.
Claro que me molestaba, no era plan que quería, no quería estar rodeada de Louis y de todos ellos. Estaba segura de que llevarían a Mel.
- No, supongo que no pasa nada porque vayamos todos...
- Perfecto, iremos a por vosotras al hotel.

sábado, 7 de enero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 8.

- ¿Mery? ¿Piensas contestarme?
- Me he perdido.
- Sabes que no te has perdido, has venido muchas veces caminando hasta aquí.
- Yo que sé, me puse a pensar y sin querer llegué hasta aquí.
- ¿Sin querer? Qué casualidad...
Lo miré y unas ganas tremendas de tirarme sobre él se apoderaron de mí, pero reaccioné empujándolo.
- ¿Qué haces? ¿Por qué me empujas?
No articulé palabra, comencé a correr sin dirección, solo quería alejarme lo más rápido de allí. Pero como era de suponer, él me estaba siguiendo.
- ¡Mery! ¿Quieres pararte? -escuché.
No hice caso, seguí corriendo, incluso podría jurar que cada vez iba más rápido, pero no tardó en alcanzarme y en agarrarme del brazo para que parara.
- ¿Se puede saber que haces? ¿Por qué me empujas? ¿Por qué corres? ¿Por qué escapas de mí?
Mi respiración seguía agitada y tenerlo delante no me ayudaba, una fuerza interior me hizo soltar todo lo que pensaba de golpe.
- ¿Quieres saber que me pasa? ¿En serio?
- Sí, me gustaría saberlo.
- Me pasa que llegaste a mi vida hace un mes y medio, me pasa que desde el primer momento en que te vi, aquel día que choqué contigo, no puedo dejar de pensar en ti, en tu sonrisa y tus ojos, no puedo lo intento pero no puedo.
En su cara se dibujó una sonrisa, una sonrisa que lo hacía más adorable de lo que ya es.
- ¿Por qué lo intentas? Nadie de te ha dicho que tengas que hacerlo.
- Lo hago porque desde el momento en el que me enteré de que eras famoso, supe que nunca podría tener nada contigo, porque sois todos iguales y yo no soy una fan más que va a dejarse camelar por su ídolo.
- Mery, ¿quieres parar? Tú para empezar no eres una fan.
- Me da igual.
- No me da igual, ¿sabes por qué me llamaste la atención? Tú no eres una más...
- Eso dices ahora, ¿y sabes por qué lo dices? Porque no quiero nada contigo, en el primer momento que flojeé, dejaré de tener gracia para ti.
- No Mery, no es así. Eres diferente en todos los sentidos, me tratas como si fuera un chico más, te da igual todo mi dinero y toda mi fama, es decir, no quieres obtenerla tú también.
- Sería lo último que desearía.
Se quedó callado y empezó a reírse, y yo, lo miré con desconcierto.
- ¿Qué? ¿Qué tiene tanta gracia?
- Tu cara.
- Oh, ¿Qué pasa? ¿Ahora soy una payasa?
- No, no es eso, eres muy gracioso cuando estás enfadada.
- No estoy enfadada, Niall.
- Claro que lo estás, deja de intentar llevarme la contraria en todo.
- No te intento llevar la contraria en todo, no es culpa mía que siempre tenga la razón.
- ¿Sabes qué? Vete y déjame en paz, ¿no te estaban esperando tus amiguitas?
Se giró y comenzó a caminar. Cierto, mis amigas me estaban esperando, pero obviamente no quería que se enfadara conmigo, así que comencé a seguirlo y tiré de su brazo.
- Niall, no te enfades. Lo siento...
Él se giró y se estaba riendo.
- ¿Ves? No puedes soportar perderme, acéptalo ya.
- ¿No te cansas nunca?
- ¿De qué?
- De actuar como un niño pequeño.
- No, es divertido. ¿Has probado a hacerlo tú alguna vez?
- No tengo...
- Tiempo para eso, ¿cuantas veces te escuché decir eso desde que te conozco?
- Es que es cierto...
- ¿En serio? Si consigo que tengas tiempo, ¿aceptas venir conmigo a donde yo te lleve?
- Inténtalo, no es tan fácil...
- Déjame a mí, y ahora, no te retendré más tiempo. Ve con tus amigas.
Besó mi frente y volvió por donde habíamos llegado corriendo. Después de unos segundos. que malgasté parada en la calle sonriendo, paré otro taxi y me subí.
- ¿A dónde la llevo?
Le dije la dirección, esta vez sí, de Molly y me puse a mirar las calles de Londres iluminadas por la noche.
Después de varios minutos de distracción, llegué a mi destino y bajé.
- ¿Sí?
- Soy Mery, ábreme.
Molly abrió la puerta y subí hasta su piso.
- ¿Qué ha pasado?
- Ven pasa..., Kate está esperándonos en el salón.
Las dos entramos en su casa y llegamos hasta el salón.

martes, 3 de enero de 2012

"Cuando la vida te sonríe" Capítulo 21.

Carrie se acercó tímidamente a ellos, bajo la atenta mirada de Louis.
- Ho...hola... -dijo ella.
Alana y Zayn se miraron, y seguidamente, miraron a sus dos amigos. Carrie estaba completamente roja y se la notaba nerviosa, y por otra parte, Louis no podía dejar de mirarla, estaba como hipnotizado.
- Hola... -susurró él.
Estuvieron un rato en silencio, mirándose sin decir nada, hasta que Alana y Zayn, decidieron poner fin a ese momento e interrumpieron.
- ¿Nos vamos? -preguntó Zayn.
Carrie bajó de la nube en la que estaba en ese momento, volviendo a la realidad y miró a Zayn.
- Sí, será lo mejor.
Louis seguía mirándola y ella se puso nerviosa, ni siquiera podía aguantar ya la mirada del chico y giró sobre sí misma para irse.
- Oh, perdón.
- Joder, no sabes...
Carrie había chocado contra un chico que había conocido la última semana de verano, antes de volver a España.
- ¿Carrie?
- ¿Ed?
- No me lo puedo creer, pensé que no iba a volver a verte.
- Lo siento, me fui sin despedirme..., de nadie.
Esto último lo dijo mirando de reojo a Louis, el cual, la miraba intermitentemente a ella y a Edward.
- ¿Y como has vuelto? Pensaba que ibas a estudiar en España.
- Sí, yo también lo pensaba, pero he vuelto para seguir estudiando aquí.
- Bueno, ahora tengo que irme, pero..., ¿qué haces esta noche?
Louis se tensó y todos los notaron, todos excepto Edward que seguía con una radiente sonrisa en su cara.
- Hoy no creo que pueda, todavía estoy buscando un piso donde vivir con Ali, ¿te acuerdas de ella? -dijo mientras la señalaba.
- Ah sí, claro. Hola, Ali.
- Hola, Ed.
- Bueno, no quiero molestar más, pero, ¿sabes qué? En mi edificio se vende un piso y se alquila otro. Quizás os interese.
Carrie se giró buscando la aprobación de Alana, ella quería vivir en aquel edificio. Era un edificio céntrico, lo conocía perfectamente, y lo más importante, estaba cerca del lugar donde residían los chicos.
Finalmente, Alana asintió y Carrie le devolvió una sonrisa, mientras Louis no dejaba de ver aquella escena intentando controlar sus nervios.
- Sí, supongo que nos interesa...
- No se hable más, os llevaré hasta allí.
- Yo tengo coche, podemos ir en el mío. -interrumpió Louis, mientras sacaba sus llaves y las enseñaba.
- Bueno, no quiero ser molestia...
Carrie miró con odio a Louis y volvió a mirar a Edward.
- No eres molestia, iré yo contigo y ellos en el coche de Louis.
Alana sonrió a su amiga con aprobación y Louis, cada vez, tenía peor cara, en cualquier momento iba a explotar.
Por otro lado, Harry había llevado a Carmen a un sitio muy especial para ella.
- Harry, ¿se puede saber a donde vamos?
- Estamos a punto de llegar, ya lo verás.
Carmen no dejaba de mirar por la ventana de aquel coche. Harry la había llevado hasta un coche que los esperaba, y sin dirigir ni una sola palabra con el conductor, arrancó y tomó camino.
- ¿Estás nerviosa?
- Un poco..., ¿no me vas a dar ni una sola pista?
- No quiero que pienses en pistas en el camino, prefiero que pienses solo en mí.
Se acercó a ella y comenzó a besarla, los labios de ella siguieron el movimiento dulce de los de él, y los dos se embarcaron en un beso que no parecía tener final, pero que sí lo tuvo, el conductor les avisó de que ya habían llegado.
Carmen miró entusiasmada por la ventana y su cara de iluminó como si fuera una niña pequeña.
- Esto es increíble.
- ¿Te gusta?
- ¿Que si me gusta? Llevo meses ahorrando para poder venir, la semana pasada, mi madre me pidió dinero porque le hacía falta y pensé que nunca iba a venir.
Una lágrima de felicidad recorrió su mejilla y Harry la limpió con una gran sonrisa.
- Para eso estoy yo aquí, para cumplir tus sueños.
- Te quiero, Harry.
- Y yo a ti.
Se volvieron a besar, y salieron del coche.
Harry la había llevado a ver la obra del Cascanueces en el teatro más prestigioso de todo Londres. Carmen disfrutó como una niña allí dentro, era uno de sus sueños y otro de sus sueños, uno del que no tenía esperanzas de verlo nunca, se lo había cumplido. Estaba radiante.
Cuando salieron del teatro, Harry se paró a saludar a varias celebridades, que también habían acudido al teatro.
- Bueno, ¿nos vamos a casa? -preguntó ella.
- ¿A casa? No, todavía quedan sorpresas.
Harry la llevo a un gran restaurante, donde cenaron como nunca. Carmen estaba embobada ante todo aquello y Harry no podía dejar de sonreír al verla tan feliz. Al fin y al cabo, su felicidad ahora dependía de ella.












Hola, hooolita! Sí, lo sé, hace mucho que no subo, pero comprendedme! Estamos de vacaciones y yo soy la vagueza personificada! Jajajajajaja