martes, 28 de febrero de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 4.

- No sé, no creo que sea buena idea. -contestó finalmente mi tío.
 - ¿Por qué no? En mi casa hay espacio de sobra, ya lo sabes. -replicó Tomlinson.
 - ¿Estarías dispuesta a irte con ellos y a hacer todo lo que ellos te digan? -me preguntó a mí.
 - Sí, sí, cualquier cosa, lo que sea.
 - No sé..., tengo que pensarlo. Mañana continuaremos hablando de ello. Buenas noches.
Salió de su despacho dejándonos solos a los tres.
 - No va a aceptar, estoy segura... -comenté sentándome en una de las sillas.
En seguida noté como Niall se sentaba en la silla de al lado.
 - No digas eso, ya verás como sí que te deja... -intentó animarme.
Por otro lado, Louis sonreía autosuficiente y no se había acercado a decirme nada.
 - ¿De qué te ríes, Tomlinson? -pregunté un tanto molesta.
 - Va a aceptar, confía en mí. -volvió a sonreír.
 - No entiendo por qué estás tan seguro...pero, bueno..., gracias...
Los dos se miraron entre ellos y sonrieron divertidos.
 - ¿Como has dicho? -replicó Louis.
 - Gracias... -susurré.
 - Vaya, nunca esperé escuchar esas palabras de tu boca y mucho menos dirigidas a mí...
 - No entiendo por qué me tenéis por un ogro, no soy así...
 - ¿Perdona? Llevas un año odiándonos sin hacerte nada.
 - Venga, Louis, déjala. Vamos a dormir.
Niall convenció a su amigo y al salir me guiñó un ojo. No entendía como me podía tratar tan bien, incluso defenderme, después de todo lo que les había hecho y dicho.
Al poco rato de salir ellos de aquella habitación, decidí dejar de pensar e irme a dormir. No podía dejar de pensar en que a la mañana siguiente mi tío tendría una respuesta. Pero algo me decía que debía confiar en las palabras de Louis y que mi tío aceptaría.
A la mañana siguiente, me desperté más temprano de lo normal, me aseé, me vestí y bajé corriendo a desayunar.
 - Buenos días. -dije nada más entrar en el comedor.
Allí ya estaban mi tío, los chicos y Cat..., bueno, y la novia de mi tío.
  - Buenos días. -respondieron mi tío y los chicos.
Mientras desayunábamos la mesa estaba en completo silencio. Naide decía nada, lo cual me resultaba bastante inquietante, pero Niall de vez en cuando me dedicaba una mirada cómplice, acompañada de una gran sonrisa, para tranquilizarme.
 - ¿Y bien? ¿Has pensado en lo de que Gabriella venga con nosotras? -habló Louis.
Mi tío estuvo a punto de atragantarse con una de la tostada que desgustaba en esos momentos, provocando una carcajada general... Bueno, general, sin contar a su novia, que continuaba inmersa en su móvil.
 - ¿Por qué tanto interés en que vaya a Londres? Pensé que la relación entre vosotros no existía.
 - Digamos que puede servir para limar asperezas. -comentó Louis despreocupado.
Mi tío me observó durante unos segundo y me dedicó una sonrisa. Aquello me tranquilizó en cierto modo, ya que una sonrisa suya solo podía significar algo bueno.
 - Sí, he estado pensando en ellos y bueno, ya he tomado una decisión sobre ello.
Los tres lo miramos expectantes, pero la chica esa, su novia, se atragantó e interrumpió nuestra conversación.
 - Oh, por favor, lo que me faltaba. ¿Ves como es anoréxica? Ya se le había olvidado como se come. -comenté.
Niall y Louis, soltaron una sonora carcajada y mi tío me reprochó con la mirada.
 - ¿Estás bien, cariño? -le preguntó. Ella se limitó a dedicarme una mirada asesina y a asentir.
 - ¿Ves? Ella también estaría de acuerdo en que me fuera. Todo serían ventajas.
 - A ver, como os iba diciendo, ya tomé una decisión... Supongo que no habrá problema en que vayas si eso es lo que quieres...
No pude evitar levantarme y abalanzarme sobre él.
 - Pero, espera, hay ciertas condiciones que debéis cumplir.
Volví a mi asiento y esperé a que él terminara de hablar.
 - Tienes que prometerme que no te separarás de ellos, que no te moverás de la casa de Louis en ningún momento, que te comportarás y dejarás de maltratarlos, que llevarás siempre un teléfono encima por si quiero hablar contigo, que vendrás a visitarme siempre que yo no pueda ir...
 - Te prometo que seré la mejor persona que pueda existir sobre la tierra. -concluí.
 - Pues, entonces, si ellos no tienen nada que objetar, podrás irte en cuanto ellos vuelvan a Londres para instalarte antes de que empiece el curso.
 - En tres en días, nos vamos. -me informó Louis.
 - ¿En tres días? Oh, dios mío.
Subí corriendo a mi habitación, tenía que organizarlo todo, hacer las maletas, recoger mis cosas...
Lo único que me inquietaba de ir a Londres, era tener que ver la cara de Styles. No entendía que me pasaba con aquel chico, pero desde el primer momento que lo vi, sin saber siquiera quien era, comencé a odiarlo y estaba claro que aqeullo era recíproco.



Jo, es muy cutre, pero es que lo escribí improvisando que no tenía nada pensado D: jajaja.

lunes, 27 de febrero de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 3.

Seguí a mi tío hasta el jardín, y allí vi un flamante Porsche 911 rojo.
 - ¿Y esto? -pregunté.
 - Es tu nuevo coche. Ayer me dijiste que querías algo a cambio de cuidar a los chicos, y bueno, aquí tienes tu recompensa.
Lo miré incrédula. Como siempre, pensaba que podía comprarme con regalos caros, cuando lo único que necesitaba en esos momentos, era poderme ir a estudiar a Londres con mi mejor amiga, la única persona que me entendía en el mundo.
 - Gracias... -dije.
Él me abrazó y volvió a entrar en la casa, dejándome sola con mi nuevo regalo.
En ese momento, una oleada de sentimiento invadió mi cabeza, dejándome aturdida. Me senté en uno de los escalones y apoyé mi cabeza sobre los brazos. Enseguida cientos de lágrimas recorrían mi cara.
 - Hey, ¿qué te pasa? -escuché decir a una voz que se sentaba a mi lado.
Levanté la cabeza y pude ver a mi lado, a un chico rubio de ojos azules con expresión preocupada.
 - Nada, no importa...
 - Puedes contármelo, quizás así puedas desahogarte mejor.
Sentí la necesidad de abrazarlo y así lo hice, a lo que él me correspondió. Era la primera vez en mucho tiempo que alguien me abrazaba de verdad, se me había olvidado lo reconfortante que era notar el calor de una persona y lo protegida que esto hacía sentirte.
 - No entiendo porque mi tío piensa que puede comprar mi felicidad...-susurré.
 - ¿Por qué lo dices?
Me separé de él y me dispuse a contarle todo lo que pasaba por mi cabeza en aquellos momentos.
 - Porque siempre que nos enfadámos, bueno, me enfado yo, me regala cosas caras. Lo último ha sido ese coche.
 - Te has enfadado por nuestra culpa, ¿verdad?
 - Al principio pensaba que sí, pero no, es algo que ya viene desde hace tiempo...
 - ¿Por qué?
 - Porque él piensa que yo me siento bien, y no es así, puedo parecer la típica chica fuerte que no necesita a nadie para ser feliz... Desde pequeña me he sentido sola, mi madre nunca me ha querido y mi tío, al principio era divertido que me tratara como una princesa, pero con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que no todo se centra en lo material, que también necesitas a personas a tu alrededor que te den cariño y te intenten entender.
 - Vaya...
Noté que el gesto de su cara había dejado de mostrar preocupación, ahora mostraba sorpresa.
 - ¿Qué pasa? -pregunté.
 - Siempre pensé que eras la típica niña rica, caprichosa y superficial, sin sentimientos, que lo único que busca es que la mimen y le den cosas caras.
 - ¿Sabes lo que pagaría yo por haber nacido en una familia humilde? ¿En una familia en la que el dinero no fuera lo importante? Vendería mi alma al diablo si hiciera falta.
 - Pero, ¿nunca has encontrado a nadie que te escuche y se interese por saber lo que piensas?
 - Sí, se llama Samantha y vive en Londres...
 - ¿En Londres?
 - Sí, la conocí cuando vivía allí con mi tío, y desde que me fui de allí, hablo con ella casi a diario por Skype...
 - Bueno, pues a partir de ahora siempre que lo necesites, también puedes contar conmigo.
 - Muchas gracias, Niall.
Volví a abrazarlo y los dos entramos juntos en la casa.
 - ¿Y esas risas? -preguntó él.
 - No sé... Vamos a mirar.
Recorrimos el largo pasillo hasta el despacho de mi tío, y allí, nos encontramos a él y a Louis, sumergidos en una interesante y divertida conversación, la cula me vi obligada a interrumpir. Tenía demasiado rencor guardado.
 - Vaya, veo que te lo pasas muy bien. -comenté apoyada en la puerta.
 - ¿Sigues enfadada?
 - ¿Enfadada yo? Que va, si tengo un coche nuevo. -mi ironía rozaba sus extremos.
 - Te pones insoportable cuando se te mete unos de tus caprichos en la cabeza.
Louis y Niall, presenciaban la conversación como si de un partido de tenis se tratara. Su mirada saltaba del uno al otro.
 - ¿Capricho? ¿Le llamas capricho a querer estudiar en Londres con la única persona que se molesta en entenderme?
 - Un momento, ¿quieres estudiar en Londres? -preguntó Niall.
 - Sí, con la chica de la que te he hablado. -contesté.
 - No pienso dejarte ir sola a Londres.
 - Pero si me paso la vida sola, siempre estás de viaje.
 - ¿Y qué? Aquí tienes gente que te cuide.
 - Oh, claro, gente a la que pagas para que me cuide. Gente que muestra afecto a cambio de dinero.
 - Simon, realmente no estaría sola. Los chicos y yo podemos hacernos cargo de ella sin ningún problema. -interrumpió Louis.
Aquellas palabras me habían dejado muda, no sabía que hacer y mi tío tampoco. Pero algo me decía que aquello era una buena señal.
Algo me decía que Londres estaba cada vez más cerca.

domingo, 26 de febrero de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 2.

(El primero está publicado justo debajo de este por si todavía no lo habíais leído.)

Estaba tirada en mi cama viendo la televisión, intentando aislarme, pero a los pocos minutos alguien golpeó a mi puerta.
 - Adelante. -dije.
La persona que estaba al otro lado, entreabrió la puerta y asomó la cabeza.
 - ¿Qué quieres Horan?
 - ¡Y Tomlinson! -escuché que alguien gritaba por detrás.
 - ¿Podemos pasar?
 - Supongo que sí, tenéis el tiempo de los anuncios.
Los dos entraron y se sentaron en uno de los sofás.
Eran increíblemente guapos, pero eso no quitaba que los odiara más que a nadie.
 - ¿Y bien? -cuestioné.
 - ¿Por qué nos odias? Que yo sepa no te hemos hecho nada. -dijo Horan.
 - Además, somos muy simpáticos. -replicó Tomlinson.
Puse los ojos en blanco y volví a mirar al techo.
 - No os odio, simplemente no me agradáis.
 - ¿Por qué motivo? -insistió el rubio.
 - No sé, supongo que porque me parecéis irritantes, creídos...
 - ¿Por qué? -me interrumpió Louis.
 - Porque antes de que apareciérais vosotros, mi tío pasaba tiempo conmigo.
 - Vaya, la gran Cabriella Cowel está celosa. -dijo el castaño.
 - ¿Celosa yo? ¿Por vosotros? Oh, por favor, lo que me faltaba por escuchar. Vuestro tiempo ha terminado.
Volví a acomodarme para ver la televisión y subí el volumen. Los dos abandonaron mi habitación, pero al poco rato, mi tío entró.
 - ¿Piensas escucharme? -me preguntó.
 - Supongo que no tengo más remedio.
Se sentó en mi cama y apagó la televisión.
 - ¿Por qué los odias tanto? Si te pido que te hagas cargo de ellos es porque confío en ti.
 - Porque me dan asco. Además, son más mayores que yo.
 - Sabes de sobra a que me refiero, quiero que se sientan como en casa esta semana que...
 - ¿UNA SEMANA?
 - Sí, una semana, eso he dicho.
 - ¿Y que gano yo a cambio? Porque algo tendré que ganar cuidando a ese par de energúmenos.
 - No sé, ¿qué quieres ganar?
 - Que me dejes ir a estudiar a Londres.
 - ¿A Londres? ¿Tú sola? Ni en broma.
 - ¡No estaría yo sola! Estarían Sam, sus padres...
 - Que no, no hay más que hablar, no irás a Londres. Piensa otra cosa que pedirme, de momento, mañana a la mañana los llevarás a conocer la ciudad.
 - Hay guías turísticas que lo harían mejor. -contesté molesta.
 - Gabriella, no pienso discutir más contigo, estoy cansado por el viaje. Buenas noches.
A la mañana siguiente, mi tío me despertó, al parecer tenía mucho interés en que no me olvidara de que tenía que hacer de niñera.
 - Y trátalos bien. -me dijo antes de salir de mi habitación.
Me levanté casi arrastrándome, cogí la ropa del armario y me fui al baño a ducharme.
Al terminar de prepararme, mis tripas empezaron una batalla que terminaron ganando obligándome a bajar a desayunar. Nada más abrir la puerta, pude ver como Horan y Tomlinson, bajaban las escaleras en la misma dirección que yo.
 - Lo que me faltaba...-susurré.
Bajé las escaleras tras ellos y cuando llegué al comedor, hablaban animadamente con mi tío. Yo me senté en mi sitio de siempre, abrí uno de los periódicos y comencé a desayunar ignorándolos.
 - Gabriella, ¿a dónde tienes pensado llevárlos?
Levanté la vista del periódico, miré a mi tío, sonreí falsamente y volví a mirar al periódico.
 - No lo sé, a algún lugar donde puedan perderse.
Escuché como Tomlinson se reía, lo cual aumentaba mi frustración, y al levantar la mirada otra vez, vi a Horan mirándome divertido.
Continué desayunando en silencio mientras ellos hablaban, y al acabar subí a cepillarme los dientes. Pero al salir del baño, los vi a los dos sentados en mi cama.
 - ¿Se puede saber que hacéis aquí?
 - Tú tío nos dijo que te esperáramos aquí. -contestó Horan.
 - Mi tío, mi tío..., siempre mi tío...
Estuve todo el día con ellos dando vueltas por la ciudad, los llevé a tiendas, a pubs, a los lugares más emblemáticos... Y cuando me cansé, les sugerí volver a casa y ellos aceptaron amablemente. En realidad, aquella tarde me había reído mucho con ellos, y no me habían parecido tan horribles como pensaba.
 - Gabriella, te estaba esperando. -me dijo mi tío mientras me abrazaba.
 - ¿Qué pasa? -me pregunté.
 - Tengo una sorpresa para ti. Ven, acompáñame.





(Hasta el capítulo 4 o 5, va a ser así todo muy aburrido, pero ya sabéis, es para adentrar la historia. Gracias por leer!)

Mi pesadilla. Capítulo 1.

Mi vida, como la de cualquier chica adolescente, es un caos, con la pequeña diferencia de que mi madre me odia y mi tutor legal, es mi tío Simon. No es fácil ser la sobrina de una de las personas más prestigiosas del mundo, puedo tener todo lo que quiero, pero por eso la gente no me trata por como soy, si no por quien soy.
Cuando apenas contaba con 10 años, mi padre, el hermano de mi tío, se murió, y mi madre que nunca me había querido, le entregó mi custodia a Simon. Hacía años que no sabía nada de ella, y creo que ese era uno de los motivos por los que me había hecho fuerte ante todo, solo tenía el cariño de mi tío, y él no era especialmente demostrativo.
- Gabriella, tu tío llegará esta tarde.
- ¿Sobre que hora?
- No lo sé, me dijo que vendría antes de cenar.
- Está bien.
Mi tío llevaba varios días de viaje en Londres, donde habíamos vivido gran parte del tiempo que había estado a su cargo, pero ahora, vivíamos en Estados Unidos. Él había tenido que irse a Londres para organizar unas cosas con los chicos de One Direction, yo le había pedido que me llevara para ver a mi amiga Samantha, pero él se había negado repetidamente.
En ese momento, mi teléfono sonó.
- ¿Sí?
- Hola, ¿ha llegado ya tu tío?
Esa horrible voz, esa voz que tanto detestaba, estaba al otro lado.
- Hola Styles, no, todavía no ha llegado.
- ¿Le puedes decir que me llame cuando llegue?
- Lo haré si me acuerdo. Adiós.
En efecto, odiaba a los chicos de One Direction, desde que ellos habían aparecido, mi tío me prestaba menos atención de la normal y me sentía horriblemente sola, pero a eso, se añadía mi especial odio hacia aquel chico de rizos, me parecía la persona más insoportable del mundo, y sabía que aquello era recíproco.
Decidí encender mi ordenador, había quedado con Sam para hablar de algo importante. O eso me había dicho ella.
Nada más encender el ordenador, una ventana emergente, procedente del Skype, se abrió en forma de llamada.
- Hola, Sam.
- Hola, Gabs.
- ¿Qué querías contarme?
- ¿Te pasa algo? Estás muy seria.
- Acabo de hablar con el asqueroso de Styles.
Ella se rio, tenía como teoría que en el fondo solo odiaba a Styles, porque estaba celosa de que estuviera con cientos de chicas diferentes, y no conmigo.
- Ojalá fuera yo la que hablara con él, es horriblemente adorable.
- En lo de horrible te daré la razón. A ver, ¿qué querías? -insistí.
- ¿Tu tío te dejaría venir a estudiar a Londres? Mis padres se han negado rotundamente a que yo vaya ahí...
- ¿A Londres? ¿Volver a Londres? Sería mi sueño, pero dudo que mi tío esté de acuerdo...
Las horas pasaron, y Samantha y yo, habíamos estado toda la tarde hablando sobre lo que podríamos hacer en Londres, lo felices que volveríamos a ser y lo divertido que sería todo.
- Vaya, escucho gritos abajo... Seguro que es la nueva novia de mi tío, supongo que habrá llegado.
- ¿Nueva novia? ¿Como se llama?
- No lo sé, tampoco me importa. No le durará más de dos semanas, no me voy a aprender su nombre en vano.
- Nunca cambiarás -dijo Sam entre risas- Bueno, ve a saludarlo, seguro que tiene ganas de verte.
- Sí, supongo... A ver que regalo me ha traído esta vez para compensarme. ¿Hablamos mañana?
- Perfecto. Hasta mañana, entonces.
- Hasta mañana, Sam.
Colgué, apagué el ordenador y me dirigí a la planta baja.
Nada más empezar a bajar las escaleras, vi a mi tío, pero por desgracia también noté que no estaba solo. Él nada más verme, me sonrió y abrió los brazos para que fuera corriendo a él.
- No sabía que te traías el trabajo a casa... -dije mientras lo abrazaba.
- Venga, ¿no me vas a dar tregua ni recién llegado? Además, tendrás que hacerte cargo de ellos.
- ¿QUÉ? ¿HACERME CARGO YO? Espero que esto sea una broma, puedes contratar a otra persona.
- Necesito que sea alguien de confianza.
- Pues me niego.
Subí corriendo las escaleras dejándolo con la palabra en la boca y me encerré en mi habitación. Estaba segura de que aquella reacción me acarrearía alguna discusión con él.

sábado, 25 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 23. FINAL.

[Narra Mery]

La fiesta finalmente, había convertido aquella noche en una de las mejores noches de mi vida. Mis amigas eran felices, Molly, había hecho las paces con Zayn, y Kate, bueno, Kate era la persona más feliz del mundo desde que había conocido a Harry. Y yo, yo no podía ser más feliz que en aquellos momentos. Estaba con el chico que quería, ese mismo chico que me iba a llevar a pasar la nochebuena con mis padres, ese chico que me había hecho el mejor regalo de navidad que jamás nadie podría superarlo.
 - ¿Sabes que he pensado? -dijo Niall interrumpiendo mis pensamientos.
Lo miré con una gran sonrisa y le acaricié su pelo.
 - ¿Qué has pensado, cariño?
 - Que quiero que vengas a vivir conmigo.
 - ¿Contigo?
 - Sí, al fin y al cabo, la madre de Kate no tardará en volver a casa, y tú tendrás que buscarte un lugar donde vivir... Y me gustaría que fuese conmigo.
 - Pero, no puedo aceptar vivir contigo. Sabes que no me gusta que me mantengan.
Mis palabras lo dejaron pensativo por unos segundos, pero enseguida su mirada volvió a iluminarse al encontrar la solución.
 - Los gastos fijos de la casa me los retiran directamente de la cuenta bancaria, pero los gastos de la comida no. Podemos compartirlos.
 - Bueno, estaríamos en desventaja..., yo como la mitad que tú... Pero me parece un trato justo.
 - ¿Eso es un sí?
 - Eso es un sí, hasta que te canses de mis manías.
 - Tus manías te hacen adorable.
 - Ya verás como no piensas lo mismo en un par de meses...
 - Entonces..., cuando volvamos de España, ¿vendrás a vivir conmigo?
 - Sí, Niall, claro que sí.
Se acercó a mí y comenzó a besarme despacio, aquel beso se iba haciendo cada vez más y más profundo, por lo que tuve que pararlo: el avión salía en menos de 4 horas y yo todavía tenía que ir a recoger mis cosas a casa.
 - Niall..., Niall..., para, tenemos que irnos.
 Le costó hacerme caso, pero finalmente recogimos su maleta y nos dirigimos a mi casa a por la mía.
Para nuestra sorpresa, nada más abrir la puerta, nos encontramos con los chicos allí y nos entretuvieron un rato entre comentarios de la noche anterior y despedidas. Pero finalmente, subimos al coche y nos pusimos rumbo al aeropuerto.
El viaje en avión se me hizo eterno, odiaba volar y tres horas metida allí no ayudaba.
 - Niall, cariño, despierta. -lo desperté cariñosamente.
 - Mmmmm...¿ya hemos llegado? -preguntó mientras se desperezaba.
 - Sí, venga, despierta.
Después de recoger las maletas, paramos un taxi y nos pusimos rumbo al hotel.
Habíamos decidido que sería mejor quedarnos en un hotel, ya que no queríamos molestar en mi casa.
 - ¿Has llamado ya a tu madre?
 - No, la llamaré después de comer e iremos a visitarlos...¿estás nervioso? -bromeé.
 - ¿Yo? ¿Nervioso? ¿Por qué? ¿Debería estarlo?
No pude evitar reírme y eso, hizo que él también se riera, pero estaba segura de que su risa, era una risa nerviosa.
 - Tranquilo. Tú sonríeles, eres tan adorable cuando lo haces que no podrás caerles mal.
Comimos en el restaurante del hotel y nada más acabar, subimos a la habitación a relajarnos un poco y llamé a mi madre.
 -Mamá, ¿estáis en casa?
 - Sí, ¿por qué?
 - No sé, por curiosidad... Tengo que colgar. Te quiero.
Nada más colgar, noté como Niall se había dado la vuelta en la cama y me observaba interrogante.
 - ¿Qué miras?
 - Nada, ¿nos vamos?
 - Sí, vamos.
Salimos del hotel, y para la sorpresa de Niall, muchas chicas lo pararon por la calle.
 - Vaya, no esperaba que me fueran a reconocer en España...
 - ¿Por qué no? Tenéis todos los días tweets de chicas y chicos pidiéndoos que vengáis.
 - No sé..., no pensé que llegaríamos a tanto.
 - Venga, deja de pensar y vamos. Es en aquel portal.
Cogí su mano y noté como la tenía fría. Estaba realmente nervioso.
 - Niall, si no quieres, puedo subir yo sola.
 - Quiero conocer a mis suegros.
Le sonreí y los dos subimos las escaleras de aquel viejo edificio.
Pasamos una gran tarde con mis padres. Los dos se emocionaron al verme, les encantó Niall, y se llenaron de felicidad al ver que me cuidaba y me protegía tanto.
 - ¿Y ahora qué hacemos? -me preguntó al salir de allí.
 - No sé, ¿qué quieres hacer?
 - ¿Caminamos? Siempre he querido venir aquí.
Empezamos a caminar sin rumbo fijo por las calles de Madrid, hasta que llegamos a las puertas de uno de los restaurantes más caros y más bonitos de la zona.
 - ¿Por qué miras tanto ese restaurante? -me preguntó.
 - Me trae muchos recuerdos. De pequeña, mi mejor amiga y yo, soñábamos con que algún día, cuando fueramos ricas, cenaríamos ahí.
Noté como tiraba de mi brazo y me conducía hacia dentro de aquel sitio.
 - ¿Estás loco? Este sitio es carísimo.
 - Creí que ya te había quedado claro que pagaría todo el oro del mundo por verte feliz.
 - Niall, yo ya soy feliz contigo.
 - Pero yo quiero que lo seas todavía más.
Finalmente, consiguió que entrara con él en aquel restaurante y definitivamente, era tal y como me lo había imaginado. Era enorme, precioso, no podía estar mejor decorado y el ambiente era tranquilo y delicado. Me sentía la protagonista de una película.
 - Llevo todo el día con una pregunta en la cabeza.
 - ¿Cual?
 - ¿Por qué no le dijiste a tu padres que íbamos a venir?
 - Porque las cosas son más bonitas cuando llegan por sorpresa. Tú llegaste a mi vida como una sorpresa, nunca pensé que pudiera encontrar a alguien como tú, a alguien que estuviera aquí para cumplir todos mis sueños y que luchara contra cualquier cosa para verme feliz.
 - ¿Sabes qué pasa? Que tú eres mi sueño. Para mí la navidad siempre ha sido la época más bonita de todo el año, regalos y sueños cumplidos por todas partes. El año pasado mi regalo fue conocer a cuatro hermanos, cuatro hermanos que me ayudaron a conseguir uno de esos sueños que esperas toda la vida que pasen. Pero este año, mi regalo has sido tú, desde el primer segundo en el que te vi, supe que ibas a cambiar mi vida de algún modo, y ahora lo único que quiero hacer es pasar el resto de mi vida contigo. Nunca tuve nada tan claro en la vida.
 - Te quiero, Niall.
 - Y yo a ti, Mery.

FIN.





Amoooooooooooooores! Espero que os haya gustado! A partir del lunes subiré de la nueva, si todavía no habéis leído el primer capítulo, aquí tenéis el link: http://onedirectionhome.blogspot.com/2012/01/mi-pesadilla-capitulo-1.html

jueves, 23 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 22.

[Narra Molly]

Mientras hablaba con Louis, habían llegado muchos más invitados.
 - Molly, tengo que ir a saludar a la gente que ha llegado. ¿Te importa si te dejo sola?
 - Que va, creo que buscaré a Mery, me despediré y me iré pronto a casa, tengo mucho que pensar.
Comencé a vagar por la casa, era enorme y me perdí en más de una ocasión.
Busqué por todos lados a Mery o a Kate, pero no encontraba a nadie, hasta que de pronto vi a Harry entre la multitud.
 - Hazza, ¿has visto a Mery o a Kate?
 - Sí, creo que han ido a fuera a tomar el aire, ¿quieres que te acompañe?
 - Sí, creo que si voy sola acabaré perdiéndome o aplastada por la multitud.
 - Eres una exagerada... Ven, es por aquí.
Seguí a Harry por un largo camino hasta el jardín. En realidad, creo que no era tan largo, pero el alcohol empezaba a hacer efecto y empezaba a notarlo.
Salimos los dos al jardín y allí encontré a mis amigas, estuve con ellas un largo rato hablando hasta que decidí volver a mi casa.
 - ¿Os importa si me voy a mi casa? No me encuentro muy bien
 - ¿Como te vas a ir? Es una fiesta y acaba de empezar, aguanta un poquito. -contestó Kate.
 - No le hagas caso, vete si quieres. Cuando vuelva quedamos las tres y os cuento todo, ¿a que sí?
 - Por supuesto.
Me despedí de las dos, y volví a entrar en la casa para coger mis cosas e irme.
Nada más entrar, volví a agobiarme, aquel lugar estaba lleno de gente y encontrar mis cosas y la salida era prácticamente imposible. Así que, decidí buscar alguna habitación vacía donde poder estar un poco a solas. Además, necesitaba pensar en todo lo que me había contado Louis.
Abrí la puerta y entré, pero en seguida me di cuenta de que había alguien más allí dentro.
 - Perdón, pensé que no había nadie.
Hice al amago de salir de allí, pero escuché una voz hablar desde el fondo de aquellla habitación.
 - No, no te vayas, quédate..., por favor.
Aquella voz era perfectamente reconocible, era su voz, pero estaba como rota, quebrada, apagada...
 - ¿Zayn?
Vi como asentía y me dirigí a sentarme a su lado. Nada más sentarme, él apoyó su cabeza en mi hombro y yo le sequé las lágrimas con una caricia.
 - ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?
 - Abrázame, por favor.
Obedecí a su petición y lo abracé. Al abrazarlo noté que necesitaba el contacto con su piel más de lo pensaba, noté que no me quería volver a separar de él nunca.
 - ¿Por qué acabamos así? -me preguntó.
 - Nunca empezamos nada, así que teóricamente tampoco lo acabamos...
Él se separó cabizbajo y comprendí que no había entendido lo que le quería decir.
 - Pero todavía podemos intentarlo, ¿verdad?
Levantó la cabeza y me miró como si no hubiera entendido nada de lo que le había dicho.
 - Creo que no te he entendido bien, ¿puedes repetirlo?
- Que si todavía quieres, podemos volver al principio y empezar todo.
- ¿Que si quiero? ¿QUE SI QUIERO?
Se avalanzó sobre mí y comenzó a besarme sin parar, mientras me miraba y me sonreía.
 - Te juro que te voy a hacer la mujer más feliz del mundo, te lo juro.
Estuvimos un largo rato allí dentro, teníamos mucho tiempo que recuperar y muchas cosas que decirnos.
 - ¿Volvemos a la fiesta? -me preguntó.
 - ¿Ya te cansaste de estar a solas conmigo?
 - No, yo...
 - Eh, estaba bromeando, cariño.
Los dos salimos de aquella habitación de la mano, y el primero en vernos y acercarse fue Louis.
 - ¡Por fin! Pensé que nunca vería esto, también pensé que no me habías hecho caso en todo lo que te dije...
 - ¿Qué te ha dicho? -me preguntó Zayn.
 - Digamos que me hizo ver que tengo que escuchar y confiar más en quien me quiere, y que no todo es lo que parece...

miércoles, 22 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 21.

La semana anterior al viaje había pasado mucho más rápido de lo que pensaba. Tan rápido que ya había llegado el día de la fiesta y al día siguiente, Niall y yo, congeríamos un avión que nos llevaría a España.
Estaba tirada en el sofá viendo la televisión, era sábado y no tenía nada mejor que hacer hasta la noche. Al parecer, los chicos tenían que asistir a varias reuniones esa mañana, y supuse que Niall se pasaría el día preparando el equipaje para los 3 días que nos íbamos.
 - Mery, Harry vendrá a por mí en un rato. Si suena el timbre ábrele. Voy a la ducha.
 - Es de suponer que si suena el timbre me levantaré a abrir, no hace falta que me lo recuerdes.
 - Que humor... Cualquiera diría que mañana te vas de viaje.
 - Cállate y vete a la ducha. -le dije mientras le tiraba un cojín.
Así fue, al poco rato, el timbre sonó y me levanté a abrir. Era Harry.
 - Pasa. Kate está en la ducha.
 - ¿Todavía? ¡Si aún queda mucho por organizar!
 - ¿Por organizar? ¿No os he dicho ya que quiero algo tranquilo?
 - Vamos a ver, lo de que Niall y tú os vayáis de viaje, es una excusa para hacer la fiesta. Si no os fuérais, buscaríamos otra, hace mucho que no organizamos una...
 - Oye, gracias, ¿eh? Que grandes amigos -dije mientras le lanzaba una mirada asesina.
 - Pero a ver, que el hecho de que os vayáis de viaje, es el principal motivo de la fiesta. ¿Quién sabe si no volvéis?
 - Harry, no lo arreglas, cállate. -bromeé.
Volví a posicionarme en el sofá, y él se acomodó a mi lado mientras esperaba que Kate saliera de la ducha.
 - Aww, ¿ya has llegado? ¿Llevas mucho tiempo esperándome? -escuché decir al poco rato.
 - Hola, cariño.
La pareja de Kate y Harry era una de las más bonitas que había visto nunca, los dos eran prácticamente iguales, se enfadaban por tonterías, pero por cada enfado, había mil momentos buenos que los hacían volver a estar juntos.
 - ¿Me has echado de menos? -le preguntó ella mientras se acomodaba en su regazo.
 - No, la verdad es que no, he estado toda la mañana distraído mirando a unas chicas nuevas de la discográfica...
 - Eres un idiota, Styles.
 - Es broma, tonta, sabes que no necesito mirar a nadie más que no seas tú.
Yo los miraba divertida en una esquina del sofá, pero cuando empezaron a besuquearse, me levanté y me dirigí a la cocina.
 - Creo que me iré, sois realmente vomitivos.
 - Fue a hablar la reina del empalagosamiento. -me contestó Harry.
 - Mentira, eso es mentira. -le dije mientras le sacaba la lengua.
Los dejé solos y me dispuse a preparar la comida, preparé para mí sola, ya que supuse que Harry había venido para llevarse a Kate a su casa y preparar todo para lo noche. Así fue, al poco rato, los dos entraron en la cocina y se despidieron de mí.
Cuando estaba a punto de comenzar a comer, para mi sorpresa, sonó de nuevo. No esperaba a nadie.
 - Cariño, ¿qué haces aquí?
 - Nada, te echaba de menos y me dije: "¿Por qué no voy a ver a mi novia?"
Repartí la comida entre los dos, pero como era de suponer, Niall se quedó con hambre y decidimos pedir unas pizzas.
Después de comer, estuvimos toda la tarde aburridos sin hacer nada, hasta que fui a cambiarme de ropa para ir a casa de Harry.
  - ¿Tú no te vas a cambiar? -le pregunté ya lista.
 - Sí, antes de ir a casa de Harry y Louis, pasamos por la mía un segundo y me pongo otra cosa.
Así lo hicimos, salimos de mi casa, fuimos a la suya, se cambió y después fuimos a la de Harry y Louis.
 - Por fin, pensamos que no ibais a llegar nunca.

[Narra Molly]

No entendía muy bien porque iba a aquella fiesta, podía despedirme de Mery en cualquier otro momento, y además, solo se iba un par de días,ero algo me decía que tenía que ir. Llegué a pensar que era masoca y que lo único que quería era ver a Zayn con otra, porque estaba segura de que eso pasaría, siempre me pasaba.
Nada más llegar a la fiesta, me abrió la puerta Louis, el cual ya iba bastante perjudicado.
 - Moooooooooooolly, ¡pensamos que no ibas a venir!
 - ¿Llego tarde? Es que me quedé dormida.
 - Que va, mira ven, pasa que te presento a los que no conozcas.
Estuvo un largo rato presentándome a todas las personas que no conocía entre copa y copa, y cuando por fin acabó, los dos nos sentamos en un sofá y comenzó a sincerarse conmigo, hasta el momento en el que sacó el tema de Zayn.
 - Y con Zayn, ¿qué?
 - ¿Qué le pasa a Zayn?
 - Que qué tienes con Zayn.
 - No tengo nada con Zayn, lo sabes de sobra.
 - ¿Sabes? Él sigo queriendo tener algo contigo.
 - ¿Y con la chica a la que besaba no?
 - ¿Todavía sigues con eso? No seas infantil, no todo es lo que parece...
 - Oh, por favor, os escuché hablar.
 - Molly, Zayn no besaba a ninguna chica, Zayn estaba conmigo en la discográfica en ese momento que dices.
 - Esa misma historia me la ha contado Zayn, ¿y la llamada? ¿Como me explicas lo de la llamada que te hizo?
 - Esa llamada fue porque pensábamos que tendría que encubrirlo diciendo que estaba enfermo para poder ir contigo, por eso llegó tarde.
No sabía que creer en ese momento, no sabía si creer lo que me decía Louis o no creerlo, parecía sincero, y bueno, dicen que los borrachos nunca mienten...


A ver, me estáis preguntando por "Mi pesadilla" y ya expliqué que cuando acabe esta, que le quedan 4 o 5 capítulos, seguiré subiendo de esa.

jueves, 16 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 20.

[Narra Molly]

Me preguntaba que me tenía que contar Mery, pero en ese momento la cabeza me daba tantas vueltas que nada más llegar a mi casa, me metí en la cama y me quedé profundamente dormida.
A la mañana siguiente, el incesante sonido del timbre me despertó. ¿Qué hora era? Me acerqué al despertador y pude observar que no eran más de las 9 de la mañana.
Me desperecé, me puse una sudadera y me dirigí a ver quien interrumpía mi sueño.
 - ¿Se puede saber que hacías? Llévabamos más de 10 minutos timbrándote.
Mery y Kate, pasaron a mi lado y se adentraron en mi casa, sin nisiquiera permitirme que las saludara.
 - Buenos días, chicas, yo también os quiero.
Fui tras ellas, y al llegar a la cocina comenzaron a sacar cosas de una bolsa.
 - ¿Se puede saber que hacéis? Es muy temprano, quiero dormir. -dije.
 - ¿Dormir? Ah no, te hemos traído el desayuno. -protestó Kate.
 - Nada de dormir, tengo que contaros una cosa muy importante. -dijo Mery.
En ese momento recordé su mensaje del día anterior.
 - Es cierto, ¿a qué vino aquel mensaje? Rob es solo un amigo.
 - Ya claro, un amigo... -dijo Kate.
 - Chicas, ¿qué pasa?
 - Pues que Zayn estaba mal, decía que te había perdido y...
 - Chicas, Zayn no me ha perdido, porque no le pertenecía. De todos modos, si él quiere podemos ser amigos...
 - Sabes que tú no quieres ser su amiga, que no te conformarías con eso. -dijo Kate.
 - Oye Kate, ¿dónde has dejado a Harry? Estás mucho más guapa con tus labios pegados a los de él sin poder hablar.
Hizo una mueca burlona y las dos miramos a Mery, supongo que ella tampoco sabía nada de lo que nos quería contar.

[Narra Mery]

Ellas dos, además de los chicos y Niall, eran de lo mejor que me había pasado en la vida, eran realmente adorables, aunque a veces llegaran a ser terriblemente irritantes.
 - Bueno, ¿qué? ¿Me vais a escuchar?
Las dos se sentaron en la mesa y comenzaron a desayunar mientras me miraban atentamente.
 - No os vais a creer lo que ha hecho Niall, es adorable...
 - Oh, vamos, habla ya. -dijeron mis dos amigas al unísino.
Les conté todo lo que me había dicho Niall la noche anterior, les conté también lo del viaje y lo rebosante de felicidad que estaba en esos momentos.
 - Entonces tendremos que hacerte una fiesta de despedida... -dijo Kate.
 - ¿Una fiesta? ¿No puedes pensar en otra cosa? Yo que sé, una cena, ir al cine, ir a dar un paseo... -la interrumpió Molly.
 - No, claro que no, tenemos que hacer una fiesta. Siempre se hacen fiestas cuando alguien se va a algún sitio. -le respondió ella.
 - Pasar tanto tiempo con Harry te afecta, no dejáis de pensar en fiestas y cosas así, yo creo que tendríamos que hacer algo tranquilo, entre los de siempre.
 - ¿Tranquilo? No, claro que no. Les diré a los chicos que vengan y lo discutimos aquí.
 - ¿Como? ¿A los chicos? ¿Zayn está incluído? No quiero a Zayn en mi casa.
 - Pero, ¿no se supone que quieres ser su amiga? -interrumpí la discusión.
 - Cierto, María tiene razón.
 - No no, no os confundáis, no quiero ser su amiga, simplemente no me importaría serlo.
 - Entonces, si no te importa, te tendría que dar igual que venga...
 - Dejala Kate, está demostrando que Zayn le importa más de lo que dice...
 - ¿Perdón? No, claro que no, que venga. Me voy a duchar.
Kate y yo, nos dedicamos una sonrisa triunfal, habíamos conseguido justo lo que queríamos, la primera parte del plan estaba hecha.
 - Venga, llama a Louis e invítalos.
El plan lo habíamos hecho entre Louis, Niall, Kate y yo, el resto no sabían nada. Consistía en que Zayn y Molly pasaran el mayor tiempo posible juntos, para que ella se diera cuenta de que no quería estar sin él, y para que Zayn tuviera la oportunidad de hacerle ver que era todo un malentendido.
Los chicos no tardaron en llegar, es más, cuando Molly salió de la ducha, ellos ya estaban allí.
Al principio, se notaba tensión, Harry estaba con Kate, Niall conmigo, Louis acosaba a Liam, y bueno, Zayn y Molly, se miraban sin dirigirse la palabra.
 - Bueno, entonces hacemos una fiesta, ¿no? -dijo Harry.
 - ¿Veis? Harry tiene razón. -dijo Kate mientras depositaba un pequeño beso en los labios de su chico.
 - Yo no estoy de acuerdo, creo que debería ser algo tranquilito...
 - Estoy con Molly, yo también creo que será mejor algo tranquilo... -la interrumpió Zayn.
Molly le dedicó una pequeña sonrisa, y Niall, Louis, Kate y yo, nos sonreímos triunfantes. Todo iba sobre ruedas.
 - A mí me da igual, con tal de tener intimidad con Liam... -bromeó Louis.
 - Lou, vendrá Danielle...
 - Oh, me acabas de romper el corazón....
Todos nos reímos y continúamos charlando sobre que hacer, bueno charlaban ellos a Niall y a mí, no nos dejaban opinar.
Finalmente, como era de esperar, la idea de Kate y de Harry, se sobrepuso. Nadie quería aguantarlos enfadados, así que terminamos aceptando. Harían una fiesta para despedirnos a Niall y a mí, la semana siguiente.



Amores, muchas me estáis preguntando que qué pasa con "Mi pesadilla", pues pasa que hasta que acabe esta no subiré más de la otra, peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeero, si tenemos en cuenta que a esta no le queda mucho más (ya veréis jiji), para la semana la terminaré.
Gracias a las que me seguís leyendo a pesar de que estuviera tanto sin subir y gracias también a las que os habéis unido hace poco. ♥

miércoles, 15 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 19.

[Narra Mery]

Después de varias horas esperando a que Niall llegara, decidí encender la televisión y ver algún programa, serie o película, pero el sueño se apoderó de mí a los pocos minutos y caí rendida.
 - ¿Mery? ¿Qué haces aquí? -la voz de Kate me despertó.
 - Mierda, me he quedado dormida. ¿Sabes si ha venido Niall?
 - No lo sé, acabo de llegar. ¿Qué hacías aquí durmiendo?
 - Esperar a que llegara, pero se ve que o llegó cuando estaba durmiendo, o no lle...
El sonido del timbre interrumpió mis palabras.
 - O acaba de llegar. -sentenció Kate- Os dejo solo. Buenas noches, M.
Kate entró en su habitación y yo fui a abrir.
 - ¿Me has echado de menos? -me preguntó nada más abrir la puerta.
 - Pensé que ya no ibas a venir. -contesté con un bostezo.
 - ¿Tienes sueño? ¿Quieres que te deje dormir?
 - ¿Eres tonto? Llevo todo el día esperando que llegaras. Pasa.
Así lo hizo, entró y se sentó en el sofá, esperando a que yo lo hiciera también.
 - ¿Y bien? -pregunté mientras me sentaba- ¿Qué era lo que me tenías que decir al mediodía.
 - Verás... Sé que no te gustan este tipo de cosas y que te cuesta aceptarlas, pero yo solo quiero verte feliz y que puedas compartir tu felicidad conmigo y bueno...
 - Un momento, ¿me vas a pedir matrimonio? -interrumpí- Soy demasiado joven...
Los dos nos reímos y él me besó.
 - Déjame continuar, no me interrumpas. Bueno, el caso es que he estado pensando como hacerte feliz y como ser partícipe de ello, y creo que he acertado..., o eso espero.
Se levantó del sofá y cogió su chaqueta, que había dejado apoyada en una de las sillas, sacó un pequeño sobre y volvió al sofá. La curiosidad me estaba matando y necesitaba saber que escondía allí dentro.
 - Toma. -dijo entregándome aquel sobre.
Lo miré a él y al sobre intermitentemente, por una parte quería saber que había allí dentro, pero por otra parte, tenía miedo de abrirlo y que fuera algo que no me gustara. Finalmente, ante su insistente mirada, me apoyé en su pecho y comencé a abrirlo, pero cuando estaba  a punto de terminar de romper el sobre, él puso una de sus manos sobre las mías.
 - Un momento.
Yo lo miré interrogante y me incorporé para esperar a que siguiera hablando.
 - Prométeme que si no te gusta no te vas a enfadar, ni me vas a echar la bronca, ni nada por el estilo.
Sonreí. Debía ser horrible con él cuando me enfadabapara que pensara aquello... Acaricié su pelo y le volví a sonreír.
 - Te prometo que sea lo que sea, te voy a seguir amando como a hasta ahora.
 - Pues continúa abriéndolo.
Terminé de sacar el sobre y frente a mí, aparecieron dos billetes de avión ida y vuelta a España. No me podía creer lo que estaba viendo.
 - Esto es... -susurré- eres...
Noté con una lágrima recorría mi rostro, pero no era una lágrima de impotencia, ni de tristeza..., era una lágrima de felicidad, no sabía como decirle como me sentía en esos momentos.
El secó mis lágrimas con una suave caricia y me levantó la cara.
 - ¿Quieres que los devuelva? No llores, por favor.
Me tiré sobre él y lo abracé, lo abracé como nunca había abrazado a nadie. Él lo era todo para mí, mi amigo, mi novio, mi confidente... Nunca podría agradecerle todo lo que hacía para que fuera feliz.
 - Eres increíble Niall, es lo más bonito que podrías hacer por mí... Pero, vas a venir conmigo, ¿verdad?
Una sonrisa enorme se dibujó en su cara, era como si el simple hecho de que yo fuera feliz le bastara a él para serlo también.
 - Solo si tú quieres que vaya. Sabes que por ti iría al fin del mundo.
 - Mis padres te van a adorar, no te dejarán en paz, y más cuando sepan que me van a ver por ti.
  - Creo que podré soportarlo...
  - Te quiero, Niall, mucho.
 - Te quiero, pequeña.
No quería separarme de él, él era el culpable de que revosara felicidad en aquel momento, él era el culpable de que mi vida diera un cambio radical en menos de medio año.
No recuerdo en que parte de la noche me quedé dormida, solo sé que a la mañana siguiente, me desperté abrazada a él en mi cama. Justo como quería pasar el resto de mi vida.




Cortito pero intenso, espero que os haya gustado :)

martes, 14 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 18.

[Narra Molly]

Después de media hora aguantando la mirada insistente de Zayn en nuestra mesa, necesitaba marcharme de allí. Lo último que quería es que me molestara estando con un amigo...
 - Rob, ¿nos podemos ir?
 - ¿Ya? Pero si todavía no hemos comido nada. ¿Es por ese chico? Podemos pedir que nos cambien de mesa.
 - Bueno, pero si se niegan a cambiarnos la mesa, nos vamos.
Rob sonrió.
 - No has cambiado nada en todos estos años, sigues igual de impulsiva que siempre.
Esas palabras también me hicieron sonreír a mí. Él siempre me decía que era todo lo opuesto a lo que buscaba en una mujer y que por eso éramos tan amigos.
Tras pedir que nos cambiaran de mesa, como era de esperar, el encargado aceptó y nos colocaron al fondo del restaurante, lo suficientemente alejados como para no ver, ni escuchar a Zayn.
La tarde avanzaba, salimos del restaurante y se empeñó en ir a tomar algo a un bar, cuando nos dimos cuenta, era prácticamente de noche.
 - Venga, ahora no te vas a ir. -insistió.
 - Venga Rob, que mañana tengo cosas que hacer.
 - ¿Qué cosas? Me has dicho que no trabajas.
Sonreí, me había pillado y no teía más remedio que aceptar.
 - ¿Entonces qué? -pregunté.
 - ¿Te apetece olvidarte de todo un poco? Conozco un sitio perfecto a unas pocas calles de aquí.
La verdad es que sí, tenía ganas de olvidarme de todo. Olvidarme de Zayn, olvidarme de aquella chica...
 - Acepto.
Los dos nos dirigimos a aquel lugar, y entre copa y copa, nos íbamos sincerando más y más.
 - Entonces, ¿quién era aquel chico? Al final no me dijiste nada de él.
 - Un cabrón, como todos.
 - Gracias, ¿eh?
 - Bueno, ya me entiendes...
 - ¿Qué hizo? Seguro que no ha sido para tanto, siempre fuiste muy extremista.
 - Me persiguió durante un año entero y cuando por fin acepté tener una cita con él, me deja plantada y lo veo besando a otra chica. ¿Te parece suficiente?
 - Vaya, quizás esta vez no has pecado de extremista.
 - Lo peor es que me hizo dudar de mí misma, me hizo creer que no lo había visto y yo confié en él. Pero ya sabes, la verdad siempre acaba saliendo a la luz.
Después de esa conversación, la noche fue alargándose más y más, hasta que recibí un sms que me hizo volver a la tierra y salir de allí:
 >> Niall me ha dicho que Zayn te ha visto con otro chico, no hagas nada, por favor. Mañana tengo que hablar contigo y con Kate. Te quiero. Mery <<
 - Me tengo que ir, Rob. Ha sido un placer volver a verte después de tantos años.
 - ¿Ya?
 - Venga, te prometo que volveremos a vernos pronto.
Esta contestación pareció contentarle y no se opuso a que me fuera. Nos despedimos y, aunque me costó llegar en pie hasta uno, paré un taxi y me fui a mi casa.

[Narra Mery]

Al poco de que Kate se fuera de casa, terminé de preparar toda la comida y de poner la mesa, para esperar a que Niall llegara. Y como siempre, no tardó en hacerlo.
 - ¿Me has echado de menos? -le pregunté al abrir la puerta.
 - Más de lo que te puedas imaginar.
Rozó sus labios con los míos y yo me hice a un lado para que pasara.
 - ¿Has cocinado? -me preguntó mientras olisqueaba.
 - Sí, toda la mañana para el chico más guapo del mundo. Pero como no ha venido, puedes quedarte tú en su lugar...
 - ¿Hay alguien más guapo que yo en el mundo?
Reí ante su comentario y lo abracé.
 - No, no hay nadie.
Los dos nos sentamos a comer. Sabía que había estado planeando algo, y necesitaba saber lo que era, pero no quería parecer una histérica así que no le comenté nada.
 - ¿No tienes nada que preguntarme? -me preguntó.
 - ¿Yo?
 - Sí, se te nota que quieres decirme algo.
En ese momento mi curiosidad pudo más que mi cabeza.
 - Claro que quiero, ¿dónde has estado? ¿Por qué te fuiste así esta mañana?
Él se rió y negó con la cabeza, pero cuando estaba a punto de hablar su teléfono comenzó a sonar.
 - Vaya, un mensaje de Zayn.
A medida que lo leía su expresión iba cambiando poco a poco.
 - ¿Qué pasa?
 - Tu amiga Molly está con otro chico en el mismo restaurante, donde Zayn ha ido a comer con una de sus hermanas.
 - Tienes que irte, ¿verdad?
 - Me necesita, pero te prometo que antes de que te vayas a dormir estaré aquí de vuelta.
Se levantó y se despidió de mí con un beso lleno de ternura.
Estuve el resto de la tarde recogiendo y limpiando la casa, necesitaba saber que había hecho Niall esa mañana, y necesitaba que llegara la noche para que me lo contara. La curiosidad me estaba matando lentamente.




¡Feliz San Valentín, amores!

jueves, 9 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 17.

[Narra Kate]

Eran casi mediodía y llevaba horas esperando en mi habitación que Harry pasara a buscarme, no entendía por qué tanta tardanza.
Escuché como se cerraba la puerta de la entrada y unos pasos acercándose a mi puerta, se abrió y allí estaba Mery.
 - ¿Kate?
 - Sí, ¿no ibas a hacer la compra para hacerle de comer a tu novio?
 - Kate, estuve una hora en el supermercado.
 - ¿Una hora? ¿Qué hora es?
 - Es casi la hora de comer, no sé como voy a hacer para preparar todo antes de que Niall legue...
Escuchaba como Mery hablaba y hablaba, pero no entendía nada de lo que decía, mi cabeza estaba a punto de explotar de la rabia. Si había algo que odiaba era que me dejaran plantada.
 - ¿Kate? ¿Me estás escuchando? -me preguntó.
 - Me ha dejado plantada.
 - ¿No te ha llamado? Igual le ha pasado algo, llámalo y pregúntale.
 - ¿Perdón? O sea, me deja él esperándolo y ¿lo tengo que llamar yo? Claro que no.
 - ¿Eres tonta? Imagínate que le ha pasado algo grave, ¿no te sentirías mal?
 - Si le pasara algo malo ya nos habrían avisado, es famoso, ¿recuerdas?
 - No sé, haz lo que quieras.
Vi como se iba dirección a la cocina pero, a mitad del camino, volvió hacia mi habitación. Sabía lo que me iba a pedir.
 - Sí, me iré de casa y os dejaré solos a ti y a Niall. Iré a comer una hamburguesa y luego al gimnasio o a la peluquería... No sé, voy a cambiarme.
Mientras me cambiaba la ropa no podía dejar de pensar en las palabras de Mery, ¿y si le había pasado algo? No, no podía haberle pasado nada, claro que no, si le hubiera pasado algo todo el mundo lo comentaría en twitter...pero, ¿y si todavía no había llegado la noticia a nadie? Después de muchas discusiones con mi cerebro, decidí llamarlo, si me contestaba y todo estaba bien me indignaría, y si no..., y si no me moriría directamente.
 - ¿Sí?
 - ¿Zayn?
 - ¿Kate?
 - ¿Qué haces con el móvil de mi novio? Y lo más importante, ¿donde está mi novio? ¿Por qué está contigo y no conmigo? ¿Quiere dejarme? Es eso, ¿verdad? Pues que sea valiente y me lo diga él.
 - No, idiota, no quiero dejarte -escuché su voz.
 - ¿Ah no? ¿Y por qué no has venido? No es muy elegante por tu parte dejarme plantada.
 - No te dije cuando iría, te dije que iría antes de comer y de hecho, estaba a punto de salir a por ti.
 - ¡Pero si es casi la hora de comer!
 - Tú lo has dicho, es CASI la hora de comer.
 - Jo, no te enfades...
 - No estoy enfadado, tonta. Voy ahora, ¿vale?
 - Aquí te espero, toda la vida si hace falta. Te quiero.
 - Yo más, enana.
Colgó y no pude evitar esbozar una sonrisa, no entendía como podía aguantar todos y cada uno de mis berrinches sin enfadarse, no entendía como podía quererme a pesar de mostrarme insegura ante todo lo que hacía y decía.

[Narra Molly]

Llevaba varios día encerrada en casa desde lo que había pasado con Zayn, pero esa mañana había recibido una llamada que me había hecho salir de casa. Un viejo amigo quería verme y no tenía mejor plan que quedarme encerrada en casa, era mi día libre.
 - Sí, allí nos veremos. -contesté.
Decidí ponerme cualquier cosa, no tenía ganas de pensar que ponerme, me recogí el pelo en un moño, cogí las llaves y el bolso, y salí de casa.
De camino al restaurante donde había quedado con mi amigo, había recibido una llamada de Mery. De ella también hacía tiempo que no sabía nada, ella estaba de vacaciones y yo intentaba esquivar todo lo que me recordara a Zayn, seguía muy dolida.
Cuando llegué al local, lo vi sentado en una de las mesas. Rob, era un chico alto y moreno, de ojos claros y pelo castaño. Era bastante guapo, pero no podía pensar en nada más que en pasar un buen rato en compañía de alguien que supiera distraerme.
 - Hola, Molly -me dijo con una gran sonrisa al verme llegar a la mesa.
 - Hola, Rob -lo saludé con dos besos y me senté en la mesa.
Estuvimos hablando de todo y de nada al mismo tiempo, era justo lo que necesitaba, me hacía reír y olvidarme de mis problemas, y eso me gustaba, me hacía sentirme cómoda.
 - Mols, ¿conoces a ese chico? -me dijo señalando una de las mesas.
 - No me lo puedo creer...
 - ¿Quién es?
 - Pues no sabría que responderte a la pregunta, podría decirte que es mi ex, pero te estaría mintiendo... Ni si quiera llegamos a eso.

lunes, 6 de febrero de 2012

Un sueño de navidad. Capítulo 16.

[Narra Mery]
Ya habían pasado semanas desde el malentendido entre Zayn y Molly, ninguno de los dos lo había intentado solucionar, Molly, estaba segura de que Zayn le había mentido, y no quería seguir pareciendo una idiota que creía todo lo que él le decía; y por otra parte, Zayn tenía miedo de que Molly no le creyera y prefería dejar que las cosas se enfriaran.
Cada vez la navidad estaba más cerca, no quedaba nada ya, y mi único deseo en esas navidades era poder abrazar a mi madre y sobre todo, a mi padre. Mi padre había mejorado levemente, gracias a que Niall no había desistido hasta que aceptara el dinero de los adelantos que había decidido darme, y siempre que iba al Milkshake y yo estaba trabajando, se las ingeniaba para dejarme una notable propina.
Era de mañana, una mañana lluviosa como otra cualquiera en Londres, estaba acostada en la cama abrazada a Niall, mirando como las gotas de la lluvia resbalaban por la ventana.
 - ¿En qué piensas? -me preguntó acariciando mi pelo.
Me moví para mirarlo a los ojos y lo besé suavamente.
 - ¿Cuando tiempo llevas despierto? No me había dado cuenta.
 - Eso no responde a mi pregunta -insistió.
 - Pensaba en todo y en nada a la vez, en todo lo que tengo y en todo lo que me falta en estos momentos.
 - ¿Qué tienes?
 - A ti, a mis amigas, a los chicos...
 - ¿Y qué te falta?
 - ¿Como que qué me falta? Es obvio, mi familia..., mis padres...
En ese momento, se levantó y comenzó a vestirse, sin decir nada.
 - ¿Qué pasa? ¿He dicho algo malo? -le pregunté sin entender nada.
Él terminó de vestirse y me miró con ternura.
 - No, no has dicho nada malo. Me tengo que ir, ¿nos vemos para comer?
Yo seguía mirándolo confusa y él se acercó y me acarició la cara.
 - Eh, no has dicho nada malo, ¿vale? No te preocupes, es solo eso, tengo que hacer un par de cosas para poder pasar el resto del día contigo.
 - ¿Estás seguro? ¡Claro! ¿Como no me había dado cuenta? Piensas que soy una egoísta porque tú también echas de menos a tus padres -me levanté y me acerqué a él- lo siento, no lo había pensando...
Él comenzó a reírse y me abrazó por la cintura.
 - No seas tonta, no es nada de eso. ¿Nos vemos para comer?
 - ¿Vendrás a por mí? Hoy no trabajo, sigo de vacaciones.
 - Pues claro. Te quiero.
Se despidió y se fue.
El resto de la mañana la pasé ayudando a Kate a elegir que ponerse. Había llegado gritando a mi habitación al poco rato de que Niall se fuera, diciendo que no sabía que ponerse y que la ayudara.
 - ¿Se puede saber por qué te tienes que poner tan guapa?
 - ¡No lo sé!
 - Y si no lo sabes..., ¿como pretendes que te ayude a elegir la ropa?
 - Pregúntaselo a Harold, él me dijo que me pusiera guapa que tenía una sorpresa para mí.
No pude evitar reírme, siempre que se enfadaban ella utilizaba el nombre de pila de él.
 - Oye, ¿sabes algo de Molly?
 - No, ¿por qué?
 - No sé, desde que estoy de vaciones no he vuelto a saber nada de ella, ¿a ti no te ha llamado?
 - No, la verdad es que no... Acércame esa camiseta. ¿Has probado a llamarla tú?
 - Toma. No la verdad es que no, el último día que hablamos estuvimos discutiendo por lo de Zayn.
 - ¿Discutiendo? ¿Qué opinas de estos pantalones?
 - Son bonitos, te quedarían bien con esta camiseta. Sí, discutiendo, no quería entrar en razón.
 - Bueno, es normal, yo tampoco entraría en razón después de todo lo que ha hecho Zayn...
 - ¡Pero que no ha hecho nada!
 - ¿Y tú por qué le crees tanto?
 - ¿Por qué no iba a hacerlo?
 - No sé. Bueno, llámala y pregúntale que tal está. Yo me voy a la ducha.
Salió de la habitación y yo cogí el teléfono. Un toque, dos toques, tres toques...
 - ¿Sí?
 - ¿Molly? ¿Qué tal estás?
 - Ah, hola Mery. Yo bien ¿y tú? ¿Qué tal estás?
 - Bastante bien. Oye, ¿estás enfadada o algo? Hace bastante que no sé de ti.
 - No, ¿por qué iba a estarlo? Es que desde que estás de vacaciones no te has dignado a hacerme una visita. -bromeó y yo respiré aliviada.
 - Mañana me pasaré por allí sin falta, echaba de menos saber de ti...
 - Tengo que dejarte, mañana te espero. Un beso, Mery.
 - Un beso, Molly.
Colgué y me dispuse a prepararme para cuando llegara Niall.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Capítulo 15.

[Narra Molly]

Decidí hacer que no los había visto y seguir hablando con Mery, le contestaría y él lo escucharía, ahorrándome así una conversación.
 - ¿Que qué pasa? Pues pasa que Zayn se besó con otra chica, lo vi, me hizo dudar de lo que había visto, Louis lo encubrió y no quiero volver a saber nada de él.
Mery todavía no se había dado cuenta de que habían entrado, pero yo me había dado  cuenta de que lo habían escuchado todo.
 - Pero, ¿como sabes que te ha mentido? -preguntó Mery confusa.
 - ¿Qué como lo sé? Pues fácil, es tan estúpido que se pensó que no lo escucharía hablar con Louis por teléfono. Los atiendes tú, ¿vale?
En ese momento entré en la trastienda ,dejando a Mery fuera descolocada al darse cuenta de la presencia de Zayn y Lou.

[Narra Mery]

No me podía creer lo que me había contado Molly, no creía capaz a Zayn de montar todo aquello y no reconocer lo que había hecho.
 - ¿Qué ha pasado Zayn? -le pregunté.
 - Eso mismo me gustaría saber a mí.  -añadió Louis.
 - Soy gilipollas. -susurró el propio Zayn.
 - Pero, ¿qué ha pasado? -repetí.
 - Se pensó que me habías encubierto. Ayer, me dijo que me había visto besándome con otra chica, yo le dije que era mentira, que a esa hora estaba en la discográfica contigo y ella me creyó.
 - ¿Y que tengo que ver yo en todo eso?
 - Pues que le dije que te llamara si quería, que tu no sabías nada  y no me podías encubrir. Y cuando me llamaste a la mañana siguiente para saber si Pete me había creído que estaba enfermo en tu casa, me escuchó decirte que me había creído y que no necesitaba que me encubrieras... Y ahora piensa que le mentí y que soy un cerdo...
 - Uy, tienes difícil el perdón, ¿eh?
 - Louis, gracias por tus ánimos. ¿Tú que opinas Mery?
 - No sé, intentaré hablar con ella... Pero aún así, pienso lo mismo que Louis.
- ¿Puede ser ahora? -me preguntó Zayn con ojitos de cordero.
- ¿Estás seguro? Yo la he notado un tanto irritada, no creo que sea fácil de convencer ahora mismo -respondí.
- Inténtalo, por favor - me suplicó.
Resoplé y entré en la parte de atrás de la tienda, allí estaba Molly sentada entre unas cajas mirando al techo.
 - ¿Qué haces?
 - ¿Se han ido?
 - No, siguen ahí.
 - ¿Ha dicho algo?
 - Sí... Molly, me ha dicho que no es lo que tú crees, que ha sido todo un gran mal entendido y que quiere hablar contigo.
 - ¿Y tú le has creído?
 - Sí, parecía sincero.
 - Pues yo no puedo creerle.
Se levantó y salió de allí dejándome con la palabra en la boca.
Yo salí tras ella y la vi en el extremo opuesto a donde estaban los chicos atendiendo a otros clientes que acababan de llegar.
 - Ni me ha mirado -susurró Zayn.
 - No me ha querido escuchar. Dice que no puede creerte.
Zayn se levantó y salió por la puerta sin decir nada, Louis, se despidió de mí y salió tras él. Yo miré a Molly, que estaba mirando hacia la puerta por donde acababan de salir los dos, y le dije:
 - ¿Lo has visto?
 - ¿Qué?
 - Está destrozado, si te hubiera mentido no habría venido aquí como si nada.
Molly no me contestó, continuó haciendo cosas y yo busqué mi móvil para hablar con Niall. Lo echaba de menos.