domingo, 9 de diciembre de 2012

Siempre a tu lado. Capítulo 11.


Abrí la puerta del local y esperé a que pasara, y lo perseguí hasta el coche.
Esperé a que Liam abriera el coche, y mientras él dejaba ambas bolsas en el maletero, yo rodeé el coche y me senté en el asiento del copiloto.
 - ¿Puedo invitarte a tomar un café? -me preguntó ya dentro del coche.
 - Tengo que estudiar...
 - Solo será media hora, lo prometo.
 - Liam...
 - ¿Cuando tienes el examen? ¿De qué es? Quizás puedo ayudarte.
 - Es la semana que viene... -dije.
 - ¿Me estás rechazando tomar algo cuando tienes una semana para estudiar? Qué cruel...
 - ¡Oye! -dije propinándole un golpe suave en el brazo.- Bueno, está bien. Vamos.
Noté como en seguida se le dibujaba una sonrisa y ponía en marcha el coche.
No tenía idea de a donde me llevaba, así que me limité a permanecer en silencio observándolo de reojo.
 - ¿Qué miras? -preguntó lanzándome una mirada fugaz.
No pude evitar ponerme nerviosa al escuchar aquella pregunta.
 - Nada, ¿por qué? -dije con la voz entrecortada.
¿Qué me pasa? ¿Por qué me pone tan nerviosa? Oh, no, su sonrisa no. Esa sonrisa me desconcentra.
 - ¿Piensas seguir ahí sentada el resto de la tarde? -escuché.
En ese momento me fijé que el coche estaba perfectamente aparcado y apagado.
 - Oh, no, yo... Pensaba en lo mucho que estás interfiriendo en mis estudios. -dije.
Le miré directmente a los ojos y le saqué la lengua, a lo que él respondió con una breve carcajada.
 - ¿Vamos? -preguntó.
Asentí y abrí la puerta del coche.
Nada más entrar en la cafetería, me percaté de que estábamos prácticamente a solas. Solo había dos chicas que conversaban animadamente en una mesa al lado de la puerta, y una pareja que compartía arrumacos en uno de los sofás que se encontraban al fondo.
 Liam pasó avanzó hacia donde se encontraba la pareja y yo lo seguí.
 - ¿Por qué hay tan poca gente? ¿Qué me quieres hacer? -pregunté bromeándome.
Él comenzó a reírse y negó con la cabeza.
 - No sé, siempre me ha gustado mucho este sitio. Solía venir con Danielle.
En ese momento noté como la expresión de su cara cambiaba y la sonrisa que unos segundos antes se dibujaba en su cara, desaparecía.
En ese momento, lo único que me ocurrió para distraer sus pensamientos, fue soltar la pimera cosa que se me pasara por la cabeza.
 - Oye..., cuando estás en casa y te pones a escuchar música, ¿qué música escuchas? ¿La tuya?
Él abrió muchos los ojos y la sonrisa volvió a aparecer en su cara.
 - No, claro que no. -rió.
 - Ah..., siempre quise preguntárselo a algún músico.
 - ¿Y tú? ¿Qué música escuchas? A nosotros ya sé que no. -volvió a reír.
 - Bueno..., en realidad...
Él volvió a abrir mucho los ojos y me miró con desconcierto.
 - ¿Nos escuchas? ¡Pero si me dijiste que no!
 - Pero es que... Desde el día que le regalé a Ella vuestro disco lo tiene en replay todo el día. Y no sonáis tan mal como pensaba...
Él soltó una carcajada sonora y yo no pude evitar que una sonrisita tímida apareciera en mi cara.
 - Y bueno, a parte de a nosotros, ¿qué más escuchas?
Le lancé una mirada asesina y comencé a enumerarle detalladamente todos los grupos de música que escuchaba.
 - ¿Y solistas no escuchas?
 - Sí, también, pero sobre todo a Robbie Williams.
 - Vaya, yo conozco a Robbie Williams. Cantó con nosotros en el X Factor.
En ese momento no pude ocultar mi sorpresa y él comenzó a contarme un montón de anécdotas y de cosas que les habían pasado en el programa.
 - Y bueno, después de todo eso, aquí estamos. -concluyó.- Oye, estoy pensando, ¿qué harás el sábado?
 - Nada, supongo que estudiar...
 - Es que el sábado tenemos un concierto aquí y..., no sé, podrías venir.
 - ¿Un concierto? ¿Vuestro? ¿Rodeada de miles de fans aplastándome?
 - Nooooooooooooooooooooo -me interrumpió.- Tú estarías detrás del escenario, entre bambalinas con el resto de familiares y amigos.
 - Mmmm..., bueno, depende de como vaya con los estudios... Te llamaré y te diré.
 - Espero que sea un sí... -susurró.
En ese momento, nuestra conversación se convirtió en un silencio compartido que se hacía cada vez más incómodo con el paso de los minutos.
Pero durante esos minutos, mi cabeza comenzó a organizar automáticamente el tiempo que tenía para estudiar. Mi subsconsciente y yo queríamos ir a ese concierto.
 - Vale, iré. -dije sin pensar.
En ese momento él levantó la mirada que mantenía fija en el suelo, y me sonrió.
 - ¿Tanto han avanzado tus estudios en 5 minutos? -bromeó.
 - Oye, que si quieres no voy. -dije fingiendo enfado.
 - No, no, ahora ya me has dicho que sí. No puedes cambiar de opinión.
Sin darme tiempo a contestar se levantó y se dirigió a la barra para pagar.

2 comentarios:

  1. sfjkhgadjkghsfjkghsfjkgh! PORFIIIIIIIIIIIIIIIN!
    aimai si esque adoro a Liam tiiiiiio!*---*
    es tan tierno, tan bonito, tan TODO!♥
    porfavor no tardes tanto en subir el siguiente casi me da un infarto:((
    adoro tu novela enserio, bueno todas!$:
    sdjkhgjkgahfjka mencanta Leah & Liam son tan tiernos!♥ *_*

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