domingo, 30 de diciembre de 2012

Siempre a tu lado. Capítulo 14.


 - ¿Y bien? -pregunté girándome para mirar a Liam.
Él estaba apoyado en el coche con las manos en los bolsillos observándome detenidamente.
 - ¿Te lo has pasado bien? -preguntó.
Lo miré con una amplia sonrisa y él levantó las cejas.
 - ¿No piensas contestarme?
 - ¿No te dice nada mi sonrisa?
Soltó una gran bocanada de aire y sonrió mirando al suelo.
 - Pero bueno, ¿era eso lo que querías hablar conmigo? -repliqué.
 - No, quería agradecerte todo lo que estás haciendo por mí.
Aquellas palabras me habían sorprendido, no entendía a qué se refería. Yo no había hecho nada  por él.
 - ¿Agradecerme? ¿Agradecerme por qué?
 - Por estos días. No sé, necesitaba tener contacto con alguien normal. Alguien de fuera de todo este mundillo que me rodea.
Aquellas palabras me hicieron sonreír.
 - Tú también eres normal, Liam. Y en tal caso debería agradecerte yo a ti todo lo que has hecho por mí... Ella está más feliz que nunca, y lo de hoy con mi hermana...
 - Eh, a mí no me cuesta nada hacer eso, en cambio a ti sé que no te gustan para nada los famosillos. Tú misma me lo has dicho.
No pude evitar soltar una risilla nerviosa, recordando el día que lo había conocido y como lo había tratado al salir del hospital.
 - Perdón por lo que te dije aquel día.
 - No hay nada que perdonar. De hecho, me encantó que me trataras así. Me demostraste lo importante que es Ella para ti.
 - No te imaginas cuanto...
Los dos nos quedamos en silencio pensativos, pero aunque no era un silencio incómodo, me vi obligada a interrumpirlo al recordar todos los exámenes que me esperaban esa semana.
 - Bueno, será mejor que entre. Todavía tengo mucha que estudiar.
Me acerqué a él y deposité un cálido beso en su mejilla.
 - Gracias por lo de hoy, Liam.
Giré sobre mí misma para encaminarme hacia la puerta de mi casa, pero él me agarró del brazo.
 - Espera, tengo que decirte algo.
Lo miré confusa y esperé que continuara, pero no lo hacía, se limitaba a mirarme intensamente como si su mente estuviera en plena batalla.
 - ¿Liam? -dije confusa.
 - Nos vamos un par de semanas a USA.
No entendía por qué, pero saber aquello había caído sobre mí como un gran cubo de agua fría.
 - Ah..., ¿de promoción? -logré decir.
 - Sí. Te llamaré algún día para contarte como van las cosas por allí y para que tú me cuentes como va Ella, ¿vale?
 - Vale. Pero llámame, ¿eh?
 - Lo haré.
Volví a acercarme a él, pero esta vez, él me rodeó con sus brazos y me apretó con fuerza contra su cuerpo.
 - Pásalo bien. -susurré en su oído.
 - Suerte en los exámenes. -me respondió él soltándome.
 - Como no entre ya, voy a necesitar mucho más que suerte.
Los dos reímos y él se incorporó para dar la vuelta al coche y meterse en el asiento del copiloto, arrancó el coche y despidiéndose con la mano, desapareció por la carretera.
Los días siguientes fueron eternos, estaba agotada entre tantos exámenes y tanto estudiar, y aún por encima, no dejaba de esperar la llamada de Liam que no aparecería. Estaba empezando a volverme loca.
Por fin había llegado el último examen, más de una semana después, y con ello la peor tarde de estudio de todas.
 - Cariño, nos vamos a casa de la abuela para que puedas estudiar tranquila. Juls viene con nosotoros. Si necesitas algo, ya sabes, llámanos.
 - Vale, mamá. Pasadlo bien.
Aproveché que estaba sola para bajar a estudiar a la mesa del salón, que era muchísimo más grande que mi escritorio y podía tener todos los papeles esparcidos a mi gusto.
Llevaba ya más de una hora repasando apuntes, cuando escuché que mi móvil comenzaba a sonar, pero no lo divisaba sobre la mesa. Los nervios de no encontrarlo y de imaginarme que sería Liam, me volvían más torpe. Cuando por fin lo divisé, me lancé hacia él como de una presa se tratara.
 - ¿Liam? -contesté sin mirar.
 - Sí que te ha dado fuerte con el famosillo.
 - Ah, eres tú Nate, ¿qué quieres?
 - ¿Qué pasa? ¿No te hace ilusión que te llame tu mejor amigo?
 - Eres tonto. Estaba estudiando, cosa que tú también deberías estar haciendo...
 - Eh, eh, eh, déjame descansar. Mañana hay una fiesta. Vendrás, ¿verdad? No te puedes negar, es el fin de exámenes.
 - ¿Si me niego vendrás a matarme?
 - No, pero te dejaré de hablar por el resto de tus días.
 - ¿En serio? Suena tentador...
 - Ah, muy bonito.
 - Es broma, tonto. Bueno, iré. Pero volveré pronto a casa que tengo mucho que descansar.
 - ¡Bien!
 - Ahora si me lo permites voy a seguir estudiando, cosa que tú también deberías hacer.
 - Que sí, que sí, que ya voy. Mañana nos vemos. Besitos.
 - Un beso.
Colgué y volví a centrarme en los apuntes, pero no pude evitar mirar de reojo de vez en cuando el móvil en espera de alguna llamada entrante.



Muchísimas felicidades Blanca :))


Por cierto, mañana subiré otro para despedir el año como se merece. Un besito :)

3 comentarios:

  1. Me encantaa!! Aunque se que Liam queria decirle algo mas heehehe

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  2. ASDFGHJK
    Perfecto,me encanta.
    Nate es la hostia haha y Leah y Liam adorables.
    Espero impaciente el capitulo de mañana,porfa hazlo muy muy muy largo ¿si? ;D

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  3. kjcnhgsfjkhgsfjkaghsfjkghfjskghf!*_*
    MUCHAS GRACIAAAAAAAAAAAAAAAAAS! SABES QUE ERES UN CIELO NO!*-*
    jshkgjk diosdios! losiento esque se me murió el cargador del ordenador i llevo todo el finde sin conectarme!:'(
    al ponerme en tu pagina i ver capitulo me has echo el dia mas feliz de lo que ya era!$: diiooooooooooooos, yo esperaba un beso o algo pero bueno, me sirve$: SIGUIENTE!*-* LADOROOOOOOOOOOOOOO!♥ ♥

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