domingo, 17 de junio de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 40.


- Sí, puedes Harry, te recuerdo que fuiste tú el que lo mandó todo a la mierda antes de irte.
Me separé de él y fui a colocar los hielos en la cocina.
Volví al salón y él seguía allí parado sin haber movido un solo músculo, pero al verme en la puerta de la cocina, cogió la bolsa con la ropa de Sam y se encaminó hacia la puerta sin decir nada.
 - Lo siento. -dijo antes de cerrar la puerta.
Me quedé parada apoyada en la puerta sin saber qué hacer, ¿por qué había vuelto? ¿Por qué me había dicho aquello? No sabía si dejar a un lado todo lo que había pasado y salir corriendo detrás de él, o hacer como si todo lo que había ocurrido aquella mañana fuera un simple sueño. Nada importante.
Decidí optar por la segunda opción y coger algo para bajar la fiebre, y volví a mi cama y me tumbé a ver la televión. Las horas pasaban y yo no podía quitarme a Harry de la cabeza, miraba todo y nada en la televión, pero él no salía de mi cabeza.
Mi móvil comenzó a sonar, era Samantha.
 - ¿Sam?
 - ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás en casa? Ayer no saliste...
 - Me encontraba mal, tenía fiebre y alguien tenía que defender la casa de intrusos... -reí amargamente.
 - Lo siento... No pensaba que fueras a estar...
 - No pasa nada, ¿qué tal está Lou?
 - Está mejor, lleva todo el día durmiendo. ¿Quieres que lo lleva para ahí y os cuido a los dos?
 - No, que va, no pasa nada. Cuídalo a él que vas a tardar más en volver a verlo.
 - ¿Estás segura?
 - Que sí, anda, no seas pesada. ¡Pasadlo bien! Y protección, por favor.
 - Ja-ja-ja qué graciosa... Cuídate, anda.
Colgué y a los diez segundos mi móvil volvió a sonar.
 - ¿Qué quieres ahora, Sam?
 - No soy Sam...
 - ¿Matt?
 - Exacto. -rió.
Era justo la llamada que necesitaba en aquel momento.
 - ¿Qué haces? -preguntó.
 - Ver la televión, o bueno, intentarlo. Me estoy muriendo.
 - ¿Y eso?
 - Es que tengo fiebre...
 - ¿Ah, sí? Ahora mismo voy a cuidarte y no acepto un "no" por respuesta.
 - Está bien, te espero. -reí.
Intenté cambiar un poco de aspecto, pero aquello fue imposible, mi cara de moribunda era imposible de cambiar.
Al poco rato sonó el timbre.
 - ¡Ya voy! -grité. - Qué rápido has llegado...
 - He traído películas, palomitas y refrescos. -dijo mostrándome las bolsas.
 - ¡Oh! ¡Genial!
Me hice a un lado y pasó hacia el salón.
 - Iré a por mantas, ahora vengo.
Cogí un par de mantas y volví al salón donde vi que Matt ya lo tenía todo preparado y me miraba con una gran sonrisa.
Me acomodé a su lado y le estreché la otra punta de la manta con la que me había tapado.
Empezamos a ver películas y cuando llegó el momento de las de miedo, me acurruqué a su lado y empezó a reírse.
 - ¡No te rías! Si siguiéramos viendo las de risa no tendría por qué esconderme...
 - Si quieres no la vemos...
 - No, no, quiero verla.
Le dio al play y cada 5 minutos escondía mi cabeza en su pecho y él no dejaba de reírse, pero en algún momento me quedé dormida ya que lo siguiente que recuerdo fue despertarme en mi cama envuelta en mis mantas.
Palpé cuidadosamente mi mesilla de noche con cuidado de no tirar nada y por fin encontré mi móvil, lo desbloqueé y vi un mensaje en el WhatsApp de Matt: "Buenas noches, dormilona. Te has quedado dormida a la mitad de la película y no quería despertarte. Un beso", cerré la conversación y sin quererlo, o queriéndolo tal vez, abrí una conversación con Harry y vi: "En línea."
 - ¿Le hablo? No, Gabriella, claro que no le vas a hablar. ¿Por qué no? Podemos ser amigos... Sabes que no, que no podemos ser amigos. ¿Qué hago hablando sola? Oh, dios...
Me levanté y me dirigí a la cocina a por algo para desayunar, por lo que veía Samantha no tenía pensado aparecer hoy tampoco por casa, así que decidí abrigarme y salir a dar una vuelta.
Comencé a caminar por las calles frías de Londres, era un día gris, algo que coincidía perfectamente con mi estado de ánimo.
Después de un rato caminando, me encontré frente a una tienda de periódicos y revista, y tuve el impulso de buscar cualquiera en la que saliera Harry. Empecé a revisar entre los montones de revistar y por fin encontré una: "One Direction vuelve a Londres y nos dedican unos minutos". Abrí rápidamente aquella revista en busca y fotos y cuando encontré una, mis ojos los revisaron a todos. Todos estaban mucho más guapo, pero había algo en Harry cambiado. Su sonrisa no era la misma.
 - Salgo guapo, ¿verdad? -escuché a mis espaldas.

4 comentarios:

  1. Aii siempre me dejas en lo mas emocionante!! Pero de todas maneras me ha encantadoo!! <3<3

    ResponderEliminar
  2. OOOOOOOOOH LO ADORO, QUIERO EL SIGUIENTE, NO ESQUE LO NECESITO, JOOOO ADORACIÓN MÁXIMA

    ResponderEliminar
  3. DIOS LO ADORO !!!!! ME ENCANTA SUBE RAPIDO , LO QUE ES ¿ RAPIDO ? PO ESO

    ResponderEliminar
  4. Me encanta!! <3 Siguela porfa!

    ResponderEliminar