jueves, 1 de marzo de 2012

Mi pesadilla. Capítulo 5.

Subí corriendo a mi habitación y saqué dos maletas enormes del armario, aunque sabía que lo que metiera en aquellas maletas no me llegaría ni para las dos primeras semanas, pero ya comprarí allí ropa. Estaba deseando compartir una tarde de tiendas con Sam, recorrernos todo Londres de arriba abajo en busca de ropa, acercarnos al Starbucks, al que íbamos siempre y sentarnos a hablar horas y horas. Necesitaba con urgencia que llegara ese momento pronto.
Estaba completamente sumergida en mis pensamientos mientras sacaba ropa del armario y la colocaba cuidadosamente en la maletas, hasta que llamaron a la puerta.
 - ¿Sí? -pregunté.
La puerta se entreabrió y por el hueco se asomó la cabeza de Louis.
 - ¿Qué pasa? -pregunté con una amable sonrisa?
 - ¿Puedo pasar?
 - Claro, pasa.
Entró y tras cerrar la puerta, se acomodó en un pequeño espacio que quedaba libre sobre mi cama, la cual estaba llena de ropa y cosas que creía necesario llevar.
 - ¿Tienes pensado llevar toda esta montaña de ropa? -preguntó incrédulo.
 - ¿Toda esta montaña de ropa? ¿Crees que es mucho?
 - Yo creo que podrías vestir a más de la mitad del país...
 - Pues a mí con esto no me llega ni para dos semanas... Tendré que ir de compras allí.
Louis se rió mientras negaba con la cabeza, pero enseguida su gesto de volvió serio.
 - Gabriella...
 - Puedes llamarme Gabs o Gab, como prefieras. -le interrumpí.
Él me dedicó una bonita sonrisa, y retomó la palabra.
  - Gabs, quería pedirte perdón...
 - ¿Pedirme perdón tú a mí? En todo caso sería al revés. Yo tendría que pedirte perdón, a ti y a Niall. Todavía no entiendo como me habéis ayudado con todo esto después de como os traté siempre...
 - Supongo que todos teníamos una visión equivocada del otro, ¿no?
Sonreí al escuchar aquello. En efecto, yo tenía una visión muy distorsionada de como eran aquellos chicos.
 - Bueno, te dejo que continúes metiendo la casa dentro de la maleta. -bromeó.
Se levantó y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir, se giró.
 - Por cierto, tengo que comentarte una cosa...
 - Dime.
 - Verás... Yo en Londres...
En ese momento, mi ordenador comenzó a sonar. Era una llamada de Sam por Skype.
 - ¿Sabes? En realidad no tiene importancia, ya lo hablaremos al llegar allí. Habla con ella.
Esperé a que saliera y contesté a Sam. Hacía un par de días que no hablaba con ella, y todavía no le había dicho que volvió a Reino Unido.
 - ¿Qué tal con los chicos? -preguntó ansiosa- ¿Los has matado ya?
Reí ante aquello, estaba segura de que no se creería nada de lo que le iba a contar.
 - No te lo vas a creer, pero..., gracias a ellos estaré en Londres en menos de 72 horas.
 - ¿Qué? ¿Vienes de visita? ¿Con ellos?
 - ¿De visita? ¿Quién ha dicho visita? Voy para quedarme.
Al principio le costó asimilar todo lo que le contaba, pero tras una larga conversación contándole cada detalle, acabó creyéndome.
 - Y bueno, ¿tienes las maletas ya hechas?
 - No, estaba en ello ahora mismo.
 - ¿Aún? ¿Y cuando piensas despedirte de la gente? Bueno, mejor te dejo y así no te entretengo más. Nos vemos en tres días.
 - Nos vemos en tres días... ¡Por fin!
Las dos nos despedimos y volví a mi tarea de doblar ropa y acomodarla en la maleta.
Tras un largo rato, mi cabeza comenzó a darle vueltas a lo que me había dicho Sam: "¿Cuando piensas despedirte de la gente?" ¿De qué gente me iba a despedir? No tenía a nadie a quien le importara realmente que volviera a Londres, quizás a mi tío, pero en seguida encontraría algo con lo que ocupar mi vacío.
 - Hey, ¿puedo pasar o no? -escuché.
Alcé mi mirada y enseguida vi a Niall apoyado en la puerta.
 - Oh, perdó... ¿Cuánto tiempo llevas ahí?
 - Lo sufiente como para darme cuenta de que te pasa algo... ¿Qué te pasa?
 - Nada importante. ¿Necesitas algo?
 - No, pero es que Louis ha salido con tu tío y yo me aburro bastante... ¿Quieres que te ayude?
 - ¿Te gusta doblar ropa? Si te gusta, adelante, hay para los dos.
Sonrió y comenzó a doblar ropa, aunque en menos de 15 minutos había ropa por todas partes y los dos estábamos peleando con unos cojines. Pero una llamada a su teléfono nos intenrrumpió.
 - ¿Harry?... Pasado mañana... Awwwww, yo también te echo de menos...
No pude evitar reírme ante aquello, pero me levanté y comencé a recoger todo lo que habíamos tirado y a colocarlo cuidadosamente en la maleta.
 - Bueno, Gabs, he de irme a preparar mi maleta. Nos vemos a la hora de cenar.
Los dos días siguiente pasaron tremendamente rápido, y enseguida llegó el día de vuelta a Londres. Ese día que llevaba tanto tiempo esperando.
 - Prométeme que te vas a cuidar, que vas a hacer caso a Louis en todo lo que te diga, que vas a comportárte...
 - Tío, ya sé cuidarme yo sola. No te preocupes.
Lo abracé y tras despedirse de ellos también, volvió a despedirse de mí, y los tres embarcamos subimos al avión rumbo a Londres.
Las primeras horas del viaje pasaron realmente rápidas, pero a partir de la cuarta, mis párpados empezaron a pesarme horriblmente y caí profundamente dormida sobre el hombro de mi ahora tutor legal: Louis Tomlinson.




¡Amoooooooooooooooores míos! Esta noche subiré otro, porque me ausentaré mañana y pasado mañana, que estoy de viaje. ¡Gracias por leer!

3 comentarios:

  1. Udjdjdbndjdnkxkslxnnxjdndjndndndnnd es que jo, sabes que me encanta! Ay estoy deseando que llegue y se reencuentre con Sam y que una vez allí pueda disfrutar de su vida sin tener que preocuparse...

    PD: Niall y Louis son dkndicjskxnnxdbxjjsjd cuquisimos jijiji y ella rió cuando la llamada de Harry uyuyuy

    ResponderEliminar
  2. AAAAAAAAAAAAH SDFKGBSKAGFDSKJX Dios en serio, es que pueden ser mas monos? *_____*
    Y ESTA NOCHE OTROOOOO!
    te vas dde viaje? OLOO QUE GUAAAY *O*

    ResponderEliminar
  3. EREH UNA MENTIROSA, YA NO VUELVO A CONFIAR EN TI...
    UNO A LA NOCHE, UNO A LA NOCHE!
    ¡MENTIRA! :'(

    ResponderEliminar