Capítulo 90.

Louis y Niall, nada más llegar a casa después de la gira, quedaron con sus respectivas novias. Louis con Ariel y Niall con Helen.
Louis y Ariel, optaron por ir al cine y seguidamente a cenar.
En el cine vieron una película de risa, de las que le gustan a Louis y Ariel, con solo ver como se reía era feliz.
Y después fueron a un restaurante precioso, elegante pero no exagerado. Louis sabía que a Ariel no le gustaban las cosas exageradas.
- Y bien, ¿te gusta? -quiso saber Louis.
- Me encanta. -le sonrió Ariel.
Estuvieron riendo toda la cena, era imposible no reírse con Louis, le contó todo lo que pasó en la gira y ella embobada lo escuchaba. Podría pasarse la vida entera escuchando su dulce voz y su peculiar risa.
Louis la miró y le sonrió y ella le dijo:
- ¿Sabes? Te eché de menos -dijo Ariel.
- Vaya, pensé que nunca me dirías algo así -le sonrió.
- Sabes que me cuesta decirte que te quiero y que te echo de menos...
- Lo sé, y es realmente gracioso cuando pones esa carita y me lo dices.
- ¿Que carita? -Ariel se sonrojó.
- Bajas la mirada como intentando esconderte y te sonrojas y después, para cambiar de tema, me haces reír.
- Jo...
Louis se acercó a ella y la besó, ella se separó y Louis la miró confundida.
- Esto también lo echaba de menos -le sonrió y volvió a acercarse para besarlo.
- En menos de una semana, haremos un mes, ¿que quieres hacer?
- Estar contigo, con eso me llega. Mi plan perfecto es pasarme toda la tarde tirada en el sofá de mi casa, apoyada en tu hombro, viendo películas y comiendo chocolate y palomitas.
- Mmmmm...ese plan es perfecto, casi tanto como tú.
- Yo no soy perfecta...
- Para mi eres lo más perfecto de este mundo, te quiero.
- Y yo a ti...-volvió a sonrojarse y Louis se rió.
Por su parte, Niall tenía una sorpresa preparada para Helen.
Fue a buscarla a su casa y le vendó los ojos.
- ¿A donde vamos? -preguntó ella.
- Deja que te lleve, confía en mi.
Estuvieron andando cerca de media hora y llegaron a un lugar donde no se escuchaban ruidos, todo estaba en silencio, Helen estaba nerviosa. Niall se acercó a ella y la besó, le quitó la venda y Helen vio una casita con forma de castillo frente a ella.
- ¿Y esto? ¿Es un castillo?
- Sí, algo así, es una casita con forma de castillo que se puede alquilar. Lo he alquilado para ti y para mi, los dos solos.
- ¿De verdad? Es precioso Niall.
Era una casita con forma de castillo, de dos plantas, con muchas lucecitas que lo iluminaban en medio de la nada, es cierto, al rededor no había más casas, ni tiendas, nada.
Los dos entraron, estaba todo amueblado muy bonito, parecía una película.
Al fondo había una pequeña mesa servida.
- ¿Eso es para nosotros? -preguntó Helen señalando la mesa.
- ¿Para quien si no? -sonrió Niall.
Cenaron, rieron y hablaron. Era una noche mágica y los dos lo sabían.
Terminaron de cenar y Helen fue al baño, al salir, vio un camino de pétalos por el suelo, lo siguió y llegó a la habitación, había pequeñas velitas y un corazón hecho con pétalos sobre la cama. Helen solo pensó una cosa, estaba lista, él era el indicado.
Cuando estaba llegando a la cama, notó con Niall la abrazó por detrás.
- ¿Te gusta? -preguntó Niall.
- Casi tanto como tú -le respondió ella.
Los dos se dejaron llevar poco a poco y de repente él se separó.
- ¿Estás segura? No quiero que te arrepientas.
- Estoy segura, muy segura. -dijo ella.