Capítulo 123.

El móvil de Amie sonó y los dos volvieron a la realidad, Liam se separó rápidamente y Amie se puso nerviosa.
- ¿Sí?...sí, mamá...sí, ya voy...chao.
- ¿Te tienes que ir?
- Eso parece...
Ninuguno tenía muy claro como debían despedirse así que, permanecieron el uno frente al otro, mirándose, sin saber que decir ni que hacer.
- ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa?
- Emmmm...vale...
Caminaron en silencio sin decir nada. Liam miraba a Amie de reojo y ella, miraba al frente. Después de varios minutos de camino, Amie se paró frente a una casa.
- Es aquí -anunció.
- Bueno pues...hasta que volvamos a coincidir, ¿no?
Estaba claro que, ahora que Zayn y Chelsea estaban juntos, no tendrían la excusa de acompañarlos para verse, así que, o quedaban entre ellos o no se veían.
- Sí...hasta que volvamos a coincidir...
Amie lo dijo con un tono bastante apagado y Liam, lo notó.
- Bueno...te llamaré, lo prometo.
Ambos sonríeron y, después de despedirse con un beso en la mejilla, cada uno se fue por su lado.
Por el camino, Liam y Zayn se encontraron.
- ¿Que tal con Amie?
Zayn, no decía nada pero, estaba claro que sabía que pasaba algo entre ellos. Liam, lo miró, no sabía que contestar realmente.
- No lo sé...
- ¿Como que no lo sabes? Os hemos dejado solos por algo...
- Oh no pensarás que yo...y ella...no, que va.
- Liam, deja de engañarte, hacía mucho tiempo que no mirabas a una chica así.
- Da igual, de todas formas a saber cuando la vuelvo a ver...
- ¿No le has dicho de volver a quedar? Eres un idiota Liam Payne.
En ese momento, a Zayn se le ocurrió una idea, una idea que Chelsea le ayudaría a llevar a cabo.
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- Buenos días, princesa.
Abrí lentamente un ojo y vi su sonrisa, automáticamente se me dibujó una a mi.
- Buenos días.
Me desperecé y me incorporé un poco, él se levantó y apoyó una bandeja en la cama entre los dos.
- Oooh...¿y esto? -pregunté.
Por las mañanas, él junto con Zayn, eran los últimos en levantarse por eso me extrañó que Harry se levantara antes que yo solo para traerme el desayuno.
- ¿Te acuerdas que antes de irnos a París tú habías hecho lo mismo? Quería devolvértela.
- Sabes que no hacía falta, que me gusta despertarte y que me pidas el beso de los buenos días...
- Ah, el beso de los buenos días me lo tienes que dar igual pero, después, ahora come.
- Harry, ¿que quieres?
- ¿Yo? ¿Que voy a querer yo? No quiero nada...
No volví a preguntar pero, era obvio que algo quería.
Después de desayunar, me levanté y fui al baño.
Cuando volví, Harry continuaba sentado en la cama, y cuando me vio salir, empezó a seguir todos mis movimientos con la mirada.
- ¿Se puede saber que miras?
Le miré sonriendo y él se levantó y me abrazó.
- ¿Sabes que? Sería bonito tener un pequeño Harry contigo.
- ¿Sabes que? Somos demasiado jóvenes para tener un pequeño Harry...
- Lo sé, pero, si algún día tengo un pequeño Harry quiero que sea contigo y solo contigo.