Capítulo 11.

Me pasé los días siguientes esquivando a Harry, no sabía ni como mirarlo, ni que decirle ni nada. Comía antes, cenaba antes, no veía la televisión, nada, y para que Lou no se preocupara le puse como excusa que tenía que estudiar para los exámenes. Aunque bueno, de vez en cuando salía a dar paseos con Billy, al fin y al cabo seguía siendo mi novio.
Un día estaba en la cocina preparándome la merienda y llamaron a la puerta, fui a abrir.
- Hola, ¿está Harry? -era una chica rubia, alta, de pelo rizo, muy guapa.
- Emmm...no sé, ¿quien eres?
- Una amiga -dijo sonriendo con su dentadura perfecta.
- Voy a avisarle.
Pero no hizo falta, cuando me giré, Harry bajaba por las escaleras. Al ver a la chica me ignoró por completo, se acercó a ella, la cogió de la mano y le dijo que pasara.
Mi cara en ese momento fue un verdadero poema, ¿quien era esa chica? y lo más importante, ¿que hacía en MI casa con el amor de MI vida?. Volví a la cocina, cogí una manzana y subí a mi habitación, intenté estudiar pero, necesitaba saber que estaba pasando en la salita, así que bajé.
- ¿A donde vas? -me crucé con Niall.
- A buscar una cosa en la enciclopedia que está en la sala.
- ¿Por qué no usas internet?
- Porque...se me ha estropeado el ordenador.
- Te dejo el mío si quieres...
- No, no hace falta si total son 5 minutos -dije y bajé corriendo para esquivar más preguntas.
- ¿Vas a entrar ahí? -me preguntó Liam
- Sí, ¿por qué?
- Es que está Harry con una chica.
- Necesito la enciclopedia.
- Hay otra en el salón.
- Pero...no está....mmm...le falta el tomo que necesito.
- ¿Has mirado bien? -preguntó Louis, que había salido de la cocina.
- Sí, estoy perdiendo tiempo y tengo que estudiar, otro momento me interrumpís con vuestras preguntas.
- Que carácter tiene esta chica...¿de quien lo habrá sacado?...
Entré en la salita y Harry se me quedó mirando.
- ¿Quieres algo? -dijo con tono molesto.
No le contesté, no quería hablarle, de hecho no entendía como había bajado solo para molestar.
- ¿Quieres algo? -volvió a preguntar Harry enfadado.
- Ah, ¿hablabas conmigo? Nada, estoy buscando una cosa, ¿recuerdas? también es mi casa -dije con una sonrisa cínica.
- Pues apura, nos estás interrumpiendo.
- Ah no, no os cortéis por mi, podéis hacer lo que queráis como si yo no estuviera -dije con la misma sonrisa cínica, ahora aún más forzada.
Harry se acercó y la besó, en ese momento me dieron ganas de coger los 20 tomos de la enciclopedia y tirarselos encima a los dos.