Capítulo 52.

A la mañana siguiente me levanté temprano ya que, no era capaz de dormir y tenía que preparar las cosas para irme. Cogí un par de pantalones cortos, uno largo, 4 camisetas y un vestido. Escuché el timbre y como mi abuela abría la puerta. Al poco rato, alguien llamó a mi puerta y como no, ese alguien era él y solamente él.
- Buenos días princesa, ¿te ayudo? -me dijo desde la puerta con su perfecta sonrisa dibujada en la cara aunque, hoy estaba más deslumbrante que nunca.
- Uy, que contento te veo...¿que te pasa?
- Pues que, la chica a la que amo me ama y voy a pasar con ella el mejor fin de semana de mi vida, ¿te parece poco?
- ¿Ah sí? Seguro que es una chica genial, guapa, cariñosa, simpática...
- No, en realidad es orgullosa, arisca, borde...pero, es la mujer más guapa del mundo.
Me abrazó y me besó, no quería separme de él, lo había echado mucho de menos pero, él se separó.
- Venga, vamos, que hay prisa ya tendrás todo el fin de semana para no separarte de mi.
- Jo...bueno, está bien...
Bajamos, me despedí de mi abuela y ella me dijo que me cubriría y que le diría a Louis que me había ido con unas amigas a la playa.
- Pásalo bien mi niña y tú, cuídamela, por tu bien lo digo -le dijo a Harry.
- La cuidaré como mi mayor tesoro.
Cogió mi bolso y lo metió en el coche.
- ¿Desde cuando conduces?
- Desde que he contratado a un chofer.
- Lo suponía...-dije riéndome.
Nos subimos al coche y empezó a sonar "Isn't she lovely" de Steve Wonder, él me cogió de la mano y se puso a cantármela al oído, su voz es tan increíble...imaginaros que esa voz os cante al oído, no le dije nada, solo le apreté fuerte la mano y lo besé.
El resto del camino lo pasé mirándolo, no me cansaba de mirarlo, era perfecto, su sonrisa, sus ojos, su nariz, su pelo...no había cosa que me gustara más que acariciar su pelo y eso a él, le encantaba.
Cuando estábamos a punto de llegar me quedé dormida y él, me despertó con un beso.
- Hemos llegado princesa.
Miré por la ventanilla y aquello era precioso, era todo verde y había una pequeña playa con un pequeño muelle pero, no había por ningún lado la casita del folleto.
- Harry, ¿seguro que es aquí? -le pregunté.
- No, no es aquí, es allí -señaló una pequeña isla en medio del mar- vamos, nos están esperando en esa lancha.
Un fin de semana en una isla con Harry, todo era perfecto.