Capítulo 66.

Llegamos a la mesa y la tal Brenda se había sentado en mi sitio, cuando le iba a decir que saliera, Harry me interrumpió.
- Cariño, ¿vienes conmigo a tomar el aire? -me cogió la mano y me arrastró.
- Vale.
Salimos a fuera y él se apoyó en un muro.
- ¿Se puede saber que te pasa hoy? Estás muy rara.
- No me pasa nada, ¿por qué me tendría que pasar algo?
- No sé, tú sabrás, solo quería decirte que no trates mal a Brenda, es buena chica y es amiga mía.
- No la he tratado mal solo que, a casa uno nos han dado una mesa, ya me dirás porque está sentada en mi sitio. - él se rió- ¿se puede saber de que te ríes ahora? A mi no me hace ninguna gracia.
- Nada, eres muy graciosa cuando te enfadas e intentas ocultarlo -me abrazó- venga, entremos.
Entramos y Brenda ya se había ido ya que, en el momento en el que entramos se disponían a cortar la tarta.
Cortaron la tarta y la sirvieron, y lo que sobró, la cortaron y la pusieron en una mesa por si alguien quería repetir.
- Hermanita, ¿vienes a por tarta conmigo?
- Vamos.
Fuimos y cuando Louis cogió un plato y se giró, chocó contra una chica y le estampó todo el plato en su bonito vestido.
- ¿Que pasa? ¿No sabes mirar? -dijo enfadada.
- Lo...lo siento, no me di cuenta, deja que te limpie.
- No, déjalo, ya has hecho bastante -dijo ella.
- Ha sido sin querer y solo intenta ayudarte -no soportaba ver como alguien trataba mal a mi hermano, me ponía a la defensiva.
- Tienes razón, lo siento....
- Louis -respondí por mi hermano el cual la miraba embobado.
- Lo siento, Louis, pero es que no es un buen día para mi -dijo ella marchándose.
Yo había visto como a mi hermano se le habían iluminado los ojitos al verla.
- ¿Eres tonto? Ve tras ella -dije empujándolo.
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Louis se había quedado embobado con la mirada de aquella chica, eran unos ojos marrones preciosos muy grandes y tenía una sonrisa deslumbrante.
- Espera, espera -Louis la agarró del brazo- el que lo siente soy yo...
- Ariel, me llamo Ariel.
- Vaya, que nombre tan bonito, me gustas.
- ¿Perdón?
- Que me gusta el nombre -le sonrió- y bueno, ¿que hace una chica como tú en un sitio como este?
- La boda de mi hermano, odio las bodas, sobre todo porque todo el mundo viene con pareja menos yo.
- Ya somos dos...y dime, chica sin pareja llamada Ariel, ¿me concedes este baile?
Ariel, era una chica bajita, con una larga melena castaña, unos ojos enormes color café y una sonrisa preciosa. Era orgullosa y prefería marcar distancias con los hombres pero, con Louis, había sentido algo diferente así que:
- Mmmmmm...está bien, chico torpe llamado Louis.