martes, 13 de septiembre de 2011

Capítulo 8.

- ¿Que te pasa? Estás rara -me dijo
- No sé, me encuentro mal... -la verdad es que sí, me encontraba bastante mal
- Vamos, te acompaño a casa.
Al llegar Billy se asustó, estaba completamente pálida, llamó a la puerta y abrió Liam.
- ¿Que le pasa? ¡Está pálida! -preguntó Liam alarmado
- No lo sé, no se encuentra bien...
- Ven aquí, tienes fiebre, gracias por acompañarla Billy
- ¿Puedo pasar a visitarla más tarde?
- No sé, eso no es cosa mía, llámala más tarde.
Billy se fue y Liam me acompañó a mi habitación, me encontraba fatal y tenía muchísima fiebre. Cuando Liam me recostó en mi cama me quedé dormida.
Cuando Louis y los demás llegaron a casa, Liam le contó que me encontraba mal y Lou, subió a preguntarme si quería ir al médico.
- Cariño, ¿que tal estás?
- Hola Lou...me duele la garganta y la cabeza...
- Sigues con fiebre, llamaré al médico.
El médico dijo que tenía amigdalitis por lo que debía quedarme varios días encerrada en casa drogada por el antibiótico. Al irse el médico, dormí hasta la mañana siguiente, me despertaron de la mejor forma, era Harry, traía mi desayuno a mi cama.
- Buenos días, ¿como estás hoy?
- Hola...-me costaba hablar - bien...
- Sí, bien...ya se te nota en la cara -el sonrió
Aunque él no lo supiera, el hecho de que él me trajera el desayuno a la cara y me sonriera de esa forma era lo único que necesitaba para estar bien.

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